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  • ALEJANDRA OROZCO

Elena Torres, una leona protectora de la infancia

Tuxtla.-  Esta casa editorial se congratuló con la visita de Elena Torres Villanueva, presidenta fundadora de Granito de Arena, quien considera que hablar de resiliencia es un gran honor y responsabilidad, ya que la cifra de abuso sexual infantil es elevada y México desde 2015 ocupa el primer lugar en abuso sexual, violencia física y homicidio en menores de 14 años de edad por sus propios padres; organizaciones de Estados Unidos también lo colocan en primer lugar en producción y distribución de pornografía infantil, para que la gente voltee a ver el tema, ya que difícilmente se nota que el niño, niña o adolescente experimenta violencia sexual, porque a diferencia de casos donde hay golpes se da en lo oculto, en la intimidad del cuerpo, no hay indicadores físicos.

“Esto ha perpetuado el secreto, los violentadores no lo externan, no hay testigos, poco a poco se van ganando la confianza, con amenazas, intimidaciones y mil situaciones para que se quede en cifra negra, las niñas y niños no saben a quién acudir, si hubo amenazas o intimidaciones de la persona adulta, el niño o niña inocente puede creer estas amenazas, el temor fundado de que nadie te va a creer, de esta manera van intimidando y cohersionan para abusar de ellos, es un tema del que no se habla y a veces no saben que lo vivieron, a veces lo viven de niños, se enteran en la adolescencia y vida adulta pero no lo dicen, por temor a ser juzgados, cuando son niños varones y lo revelan, los padres no quieren denunciar por temor a que se riegue la información y lo que se diga de él, las niñas, al estar en una sociedad permisiva a la violencia, donde se señala a las víctimas y se protege a los agresores, el temor a represalias, al proceso legal”, atajó.



El problema, es que van pasando los años y a las personas que han vivido abuso en la infancia se les juzga, que cómo no lo dijiste antes, que no es cierto, en qué momento, prefieren guardarlo pero existen consecuencias, como trastorno de sueño, donde requieren medicación para poder dormir, pueden presentar trastorno límite de la personalidad, ponerse en situaciones de riesgo constante y actuar de manera abrupta, de la normalidad a la depresión, a la ira, porque no se han atendido, sin embargo esto no significa que no tengan cura, es importante atenderlo, el objetivo es hacerlo desde el inicio para evitar consecuencias futuras, y a eso se dedica la fundación.

“Hay muchas formas de ayudar, primero se tiene que expresar el interés, nos contactan de todos lados, hay de todas profesiones y países, a las personas sobrevivientes o con experiencias de abuso se les invita a psicoterapia, para sanar desde la resiliencia y no desde el dolor, ellos nos dicen cómo quieren apoyar, incluso compartiendo en redes sociales, hay muchas formas de hacer voluntariado, se encuentren en Chiapas o fuera, tenemos voluntariado nacional que entraron por internet y apoyan a distancia, la tecnología es una de las mejores herramientas, gracias a las plataformas, nos han buscado sobrevivientes de abuso, y tenemos la apertura a personas adultas con experiencias de violencia sexual que ya están en proceso de terapia confidencial a través de plataformas”, señaló.

En su momento, Elena siempre lo meditó, su experiencia como defensora de derechos de la infancia desde los 16 años era por la inquietud de actuar, ella no lo decía públicamente, a pesar del acercamiento con instituciones o el  sector social era algo que no hablaba abiertamente, la única vez que lo hizo, fue en una preparatoria donde sintió el deseo de hacerlo, para invitar a jóvenes a hacer su servicio social, les dijo que vivió abuso y que era la primera vez que lo contaba y hubo muchísima empatía, adolescentes que se les llenaban los ojos de lágrimas, posterior se acercaron a ella para contarle que lo habían vivido, y se dio cuenta de que tenía mucho impacto, abonaba a la prevención del suicidio, porque ella salió adelante, estudió una carrera, tiene una vida profesional, personal, familiar para poder perdonar.

“Luego vino la invitación a grabar podcast, con un amigo decidimos dejarlo para una segunda parte, me buscó Silvia Olmedo para que la gente sepa que puede prevenir este dolor y sufrimiento, también el doctor Salama que reacciona a videos en TikTok me buscó y nos ofreció instalaciones gratuitas en la Ciudad de México, es una muy buena alianza, pues su familia tiene universidades de psicología y derecho, trabaja en formar personas con maestrías para atender este tema, fue muy fuerte, duró dos horas mi testimonial y me explicó que iba a ser como una psicoterapia, fue contar todo, conté historias de mi círculo familiar y aprendí que puedo contar mi historia, no la de otras personas si no tengo el consentimiento, acabé muy nerviosa pero decidimos dejarla con tal”, recordó.

Además de vivir abuso sexual, Elena sufrió la ausencia y búsqueda de su padre, experiencia que le sirvió a otras personas en la misma situación, considera que su historia es interesante, el por qué vivo todas estas situaciones, piensa que le ha ayudado a ser resiliente y le da la bienvenida a los aprendizajes, luego con Silvia Olmedo, fue hablar de los tres abusos que ha vivido, ella como terapeuta, psicóloga y sexóloga lo abordaba de manera educativa, ella contaba su testimonio y Silvia le explicaba a la gente, dando apertura a que más allá del tema intelectual, está la capacidad de decidir o determinar si es positivo o negativo para ella, está la parte emocional que no se separa de quién es, que tenemos inquietudes, una historia que no podemos borrar y distintos acontecimientos de la vida diaria que nos lo recuerdan.

“Hablo de los abusos, las personas y las consecuencias en cada etapa, la última experiencia que viví de abuso, a mis 15 años me raptan, me abusan, me torturan, cortándome las piernas con vidrios, me golpean, sentí que me iban a matar, esperando que mi historia sirva a otros, desde tocamientos y otros actos a mis cinco años por un periodo prolongado, que trajo como consecuencia hacerme pipí en la cama, ser una niña retraída, luego olvidarlo, encapsularlo en mi mente y vivir la primer violación a los 14 años, es donde pierdo la virginidad, hay amenazas, temor, decirlo en mi familia, ver las consecuencias que pasan porque la familia se fragmenta, sufre, no quiere denunciar, mi familia no denunció y yo siempre quise esa justicia, posterior este rapto, la vulnerabilidad de pensar que me podía morir, uno de mis agresores en su locura rompe una botella de vidrio y me la ensartan en piernas y pies, imagínate esa desesperación, me sentí un insecto, un objeto, el dolor de la violación pasó a segundo término, que tu carne viva y te entierren vidrios, no pude caminar un tiempo, tengo cicatrices enormes en mis piernas”, compartió.

Elena dice que al saber su historia, la gente en la calle le dice que vivió abuso y su historia les ayudó mucho, su vida la conocen incluso en su familia, años posteriores, ya como mujer fuerte, sin decir públicamente su historia, un amigo empresario le presentó a uno de sus violadores, quien se quedó en shock, la saluda y le dice que la admira, que en lo que la pueda apoyar con equipo de sonido en sus eventos, a sus 21 años tener que decir gracias… la vida la ha puesto en este parteaguas; en la fundación conoce más de 6 mil casos de violencia sexual severa, conoce personas que saben que están atendiendo y ella con toda la discreción, sin revelar información, o por involucrarse en casos donde incluso ha tenido que resguardar a menores porque en su núcleo apoyan al violador y le preguntan, tener profesionalismo, entender que todos son seres humanos, que son los jueces o juezas los que deciden, no ellos, aceptar que es incómoda.

“Soy una persona de mucha fe, cuando te conozco -a Gastón-, te enteras a lo que me dedico, tienes familia, un trabajo importante que es comunicar, la apertura, hablar en otro espacio con personas públicas o autoridades, yo digo que esto solamente es de Dios, no saben que tal vez estamos en un caso o que me llevan a un lugar donde es complicado para mí estar, yo tener esta apertura, esta hermandad, que me presenten con personas que no me aprecian tanto, que no saben la historia, esta esa parte de que dicen, no es posible que esta chica haga esto, siempre agradezco estas cosas que me pasan, que existe esta apertura, cariño honesto, no me muevo por otros intereses o temas económicos, cuando una persona puede apoyar o fortalecer, proteger o visibilizar y me da esta apertura estoy muy agradecida”, señaló.

Tal vez, considera, tenemos una misión de vida, y si Dios le ha permitido tener este carisma o visibilidad no es solo para tener poder o dinero sino hacer algo más, contar con más de 30 medios de comunicación que van a las conferencias porque lo desean es por algo, cuando va a una dependencia y está m hasta con el titular es por algo, esta fortaleza es porque está convencida de que tiene que actuar y tiene las mejores intenciones, le dicen que tiene un carisma increíble, pero se considera un ser humano como todos, con momentos buenos y malos y este tema la motiva, escucha casos y dice vamos a actuar, a apoyar, las terapeutas de la fundación le dicen es impresionante su resiliencia, tiene una amiga que es excelente especialista e investiga las consecuencias neurológicas del abuso según la etapa en que se vivió, ella vivió casos muy fuertes en todas esas edades, y le dice que no hay persona que haya vivido esos abusos tan fuertes que no tenga pánico o temor para enfrentar los temas, que cuando alguien vive algo tan fuerte no puede involucrarse de esa manera, estando tan extrañada que le quiere hacer pruebas neurológicas.

“Esto es algo conjunto, la unión hace la fuerza, por algo estamos unidos tanto con medios, sociedad, autoridades y demás, podemos demostrar que ese camino entre creer y crear es posible, Granito de Arena es una organización que inició con una joven de 16 años, estoy feliz de haber entregado mi fortaleza, mi juventud, pero no lo hice sola, fue gracias a todas las personas que se suman de una u otra manera y en conjunto abrimos esta brecha, anhelo que nadie tuviera que vivir estas situaciones tan dolorosas, pero también tenemos que unirnos, hago un llamado a que se sumen, somos una institución donde hombres y mujeres fuertes promovemos niños y niñas fuertes desde la prevención y también atendiendo los casos que ya se dieron, así hacemos la diferencia, no estás sola, ese es el mensaje, juntos somos mucho más fuertes que las personas que maltratan a los niños”.

Finalmente, si tuviera que emitir un mensaje a su niña interior, le diría que todo va a estar bien, confía mucho en ella, su lenguaje corporal según un psicólogo lo dice, la ve fuerte, como una leona protectora de la infancia, y si pudiera, le dijera a esa niña que todo va a estar bien, que es poderosa como leona, y que se ama cuando se ve al espejo.

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