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  • ALEJANDRA OROZCO

Fenómeno migratorio tiene rostro femenino

Tuxtla.- En México, las personas en migración forzada son las más vulnerables, sobre todo las mujeres por su condición de género, que conlleva un riesgo mayor de violencia y separación de familias, por lo que se requieren instrumentos adicionales para reconocer su condición si son refugiadas.


De acuerdo con Giovanni Lepri, representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), hay muchas mujeres cabezas de hogar, se habla que más o menos el año pasado solicitaron asilo 4 mil familias monoparentales.

“El 85 por ciento son encabezadas por mujeres, cuando una mujer llega y puede trabajar porque tiene todas las capacidades para trabajar pero tiene dos o tres hijos en edad de infancia, si no tiene la posibilidad de dejarlos de lado surge la necesidad de este tipo de políticas públicas y de proyectos que faciliten las reconstrucción de vida de personas en movilidad, sobre todo mujeres", señaló.

Por ello, en cuanto al reconocimiento de la condición de refugiados, el año pasado aumentaron mucho las solicitudes: de los casi 50 mil reconocimientos, un poco menos de la mitad son mujeres, estamos hablando de unas 25 solamente del año pasado, es un proceso continuo, que deja ver cómo aumenta el número de personas que solicitan, y ha aumentado mucho.

“El año pasado recibimos 131 mil solicitudes, más se tardan los procesos para poder tomar las decisiones a menos que la Comar, un punto importante, la Comisión para Refugiados tenga la capacidad en términos de personal, en términos de infraestructura, en términos de sistemas para poder tomar estas decisiones de manera más rápida", señaló recientemente en entrevista.

Lepri detalló que la violencia de género es de las principales razones para el desplazamiento forzado, seguida por la violencia generalizada en comunidades, el control de bandas criminales, extorsiones y factores ambientales, económicos, el COVID en sí, hay un conflicto de causas que se van sumando para provocar la decisión dramática de salir de casa, algunas dejan un hijo o tienen que sacarlo adelante, dejando familias separadas.

Por su parte, Mitzi Gómez, asistente del Programa Regional sobre Migración de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), detalló que el año pasado realizaron un estudio en Tapachula para conocer las características de la población en migración, arrojando la feminización de las migraciones.

“Vemos una participación activa de mujeres con niñas y niños desde el embarazo, pequeños, en primera infancia, las mujeres actualmente están formando esta parte importante de los flujos migratorios casi a la par de los hombres, varía en cuanto a nacionalidades pero la tendencia tiende al 50/50, aunque los flujos migratorios cambian rápidamente”, dijo.

El estudio encontró muchas mujeres guatemaltecas como visitantes regionales o trabajadoras fronterizas, mientras que a segunda mitad del año aumentó el número de haitianas solicitando refugio debido a la persecución o violencia, así como razones económicas por lo que trajo consigo la pandemia, como perder puestos de trabajo en sus países o segundos países, incluso el desplazamiento por cambio climático.

"Al estado de Chiapas entran por muchos puntos, no solo los regulares sino también irregulares, y es un poco difícil cuantificarlos, solamente a partir justo de las personas que se encuentren en estaciones migratorias, de las personas que se encuentren realizando procesos ante Comar o procesos de regularización ante el Instituto Nacional de Migración, pero igual, la tendencia sigue por ahí, casi casi 50/50", puntualizó.

Según las estadísticas de la Agencia de la ONU para los Refugiados, sie7e de cada 10 migrantes que han solicitado la condición de refugiados lo han hecho en Chiapas, que es donde deben realizar sus trámites al ingresar al territorio y esto los obliga a permanecer varios meses aquí, aunque muchos no pueden trabajar debido a su estatus migratorio.

"No tenemos condiciones para quedarnos, porque quieren que trabajemos por 500 pesos semanales, ni siquiera para una renta nos dura para pagar una renta", señaló una migrante venezolana.

De acuerdo con ACNUR, cada persona refugiada percibe un salario mensual bruto de 6 mil 728 pesos en promedio, de los cuales derivan sus aportaciones de IVA, ISR y pago al IMSS; hasta el 28 de febrero de este año, el organismo estima que los migrantes han aportado 105 millones de pesos en impuestos y contribuciones estatales: sólo en Chiapas, 13 mil 596 refugiados han sido empleados en diferentes áreas.

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