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Fernanda Hernández, alternativa para la recuperación

  • ALEJANDRA OROZCO
  • 20 ago
  • 12 Min. de lectura

Fernanda Hernández es originaria de Tuxtla Gutiérrez, ella es licenciada en naturoterapia, se dedica a la medicina integrativa, trabajando más que nada con la rehabilitación física, especialmente en deportistas y atletas, su caso es curioso, porque el camino se le fue dando, desde que estaba en la secundaria dijo que quería estudiar Medicina, algo se le clavó, quizás una enciclopedia que su mamá le regaló, pero algo desde ahí le dijo que estudiara Medicina.

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“Toda mi idea de formación se fue enfocando por ahí, cuando yo cumplo 16 años me hago voluntaria en la Cruz Roja, a partir de ahí estuve cinco años, más o menos, como voluntaria, hice mi formación como técnico en urgencias médicas, estuve un año cubriendo servicio en ambulancias previo a la pandemia, justamente ahí me retiré de esa parte”, recordó.

La aventura comenzó cuando llegaron a su prepa en ese entonces, a hacer la invitación, le dijeron que ellos enseñaban primeros auxilios, aunque fuera menor de edad, porque para hacer la carrera como técnico en urgencias médicas tienes que ser mayor de edad, pero enseñan prevención de accidentes, trabajar en situaciones de desastres y primeros auxilios, para ella ese fue el gancho de decir estudiar medicina, pues se iba relacionando con lo que quería en un futuro.

“Ya estando ahí, la experiencia es mucho más completa, el voluntariado cambió muchas cosas en mi perspectiva de vida, porque justamente era ir a trabajar a casas hogares, trabajar con pacientes geriátricos, visitar asilos, no nada más era la parte médica como tal, sino todas estas actividades altruistas que se realizaban, eso fue al final lo que me hizo quedarme durante tanto tiempo, lo que me hizo permanecer, de ahí cuando se dio la oportunidad ya hice mi formación como técnico en urgencias médicas, en la que terminé mi año como tal y me di cuenta de que no era el estilo de vida para mí”, reconoció.

Y es que ser paramédico es una carrera muy demandante, muy respetable, estar todo el tiempo con las emociones a full, los horarios, ahí fue donde dijo, sí quiero Medicina, pero no de urgencias, y se fue enfocando más ya en la preparatoria, en buscar su carrera en la universidad, ahí es donde conoce la medicina alternativa y va encontrando su ritmo, sí es medicina, sí se enfoca a tratar la salud, pero desde una perspectiva más tranquila, de tener una consulta en donde el paciente se puede relajar, pueden conectar, tener toda esta conversación, trabajarlo de manera más personalizada a un ambiente como el de urgencias.

“Me gusta más llamarlo medicina integrativa, porque utilizo justamente diferentes terapéuticas, las cuales integro para trabajar al paciente de manera completa, se le denomina así porque normalmente es la alternativa común de la medicina alopática, la medicina de farmacia, de fármacos y todo eso, entonces, es la medicina alopática, las terapias como son acupuntura, ventosas, medicina tradicional china, herbolaria, incluso homeopatía, que se consideran alternativas a los tratamientos, por eso se le denomina de esa manera”, explicó.

Cuando empieza con esta parte de la medicina alternativa, de alguna manera empieza como paciente, por muchos años tuvo algunos detalles de alergias, que la medicina alópata no le podía tratar, ahí fue donde tuvo el acercamiento con la medicina alternativa y se controla ese problema que traía, entonces ahí es donde entiende que, genuinamente, puede ser una alternativa a lo que quiere, a lo que busca, y empieza a trabajar con eso.

“Durante la carrera nos dan todas estas opciones de terapias, la masoterapia, la terapia física, quiropráctica, irónicamente yo en un principio quería dedicarme únicamente a la homeopatía, sí lo llevé durante la carrera, pero honestamente fue la que menos me llamó la atención, me quedé más con acupuntura y sobre eso con la fisioterapia, en mi práctica lo mismo, no sé si por lo mismo de que no le daba tanto auge a la homeopatía, mis pacientes me empiezan a buscar más relacionado a lesiones, que si dolor de rodilla, que la lumbalgia, que es de las cosas que atiendo más en la consulta”, mencionó.

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Incluso, de manera profesional expandió su visión, porque justamente la pandemia viene de China, entonces, tratando de mantenerse informada, porque realmente la consulta bajó durante la pandemia, tratando de mantenerse actualizada e informada, empezó a ver cómo en China, en los hospitales, estaban utilizando la acupuntura y la moxibustión para trabajar con pacientes con COVID para su rehabilitación, lo vio como el origen de la medicina y de la pandemia, y desde ahí lo estaban implementando para trabajar.

“También es empezar a cambiar este chip en los pacientes, decirles, sí funciona, pero además explicarles por qué funciona, no nada más es una agujita que les pongo, es explicarles si lo quieren ver desde la medicina occidental, que funciona a través del sistema de los nervios, del sistema hormonal, lo que activa nuestro cuerpo para la mejora de los pacientes”.

Sin embargo, pasa mucho que la gente piensa que es más rápido tomarse una pastilla, y no siempre, por ejemplo, un dolor a veces lo podemos sentir más efectivo, pero una vez que pasa el efecto del medicamento, el dolor reincide, una de las principales diferencias con la medicina integrativa, con lo que ella manejo, es explicarles que no va a trabajar con el síntoma, sino con la raíz del problema, por eso lo sienten más lento, porque no es lo mismo, por ejemplo, una pastilla que regule la hipertensión arterial, a trabajar con la raíz de la ansiedad, que hace que durante estos ataques tengas crisis hipertensivas.

“Entonces, ya estamos desenvolviendo la raíz del problema, nos estamos enfocando en trabajar en eso, por eso puede ser un poquito más lento el proceso, porque nos estamos yendo al fondo, no únicamente a trabajar con los síntomas, como pueden ser dolor, molestias, incluso insomnio, también lo pueden sentir después de la primera sesión, tal vez lo sientan más lentos que una pastilla, pero van a notar los cambios”, mencionó.

En la medicina alópata, te dan una pastilla para cada dolencia, entonces notas que desaparece todo básicamente desde un principio, en cambio, trabajando con la medicina integrativa, van desglosando, llegan a la siguiente consulta y dicen, sigo con los problemas gastrointestinales, pero ya dormí mejor, o ya no he presentado dolores de cabeza, también es irle mostrando al paciente su propio progreso, que se vaya dando cuenta de cómo va mejorando en esa parte.

También en pandemia, siguió estudiando y aprendiendo, ahí se apertura por medio de internet, que estaban dando certificaciones gratuitas con instructores europeos, alemanes, españoles, incluso un brasileño que radicaba en España, que trabaja mucho rehabilitación en movimiento, entonces le llamó la atención, empieza a investigar y se expande mucho este panorama, por ejemplo, uno de los mitos en la rehabilitación es que el reposo es lo que te va a sacar de ahí, que si te lesionas no te muevas.

“Eso es un mito, al final de cuentas, el movimiento va a prever que tengamos accidentes, nos va a ayudar a prevenir, y también nos va a ayudar en la recuperación, ahí yo empiezo a aprender de ellos las diferentes técnicas, el uso de aplicación de vendas kinesiológicas, el uso de ciertas terapias, desde nuestra postura al caminar, el que estemos descalzos, ahí es donde ya me llama más y me empiezo a enfocar más en trabajar en la rehabilitación física como tal; por ejemplo, un tip que siempre les doy, sobre todo a mis pacientes masculinos, es que se manejaba mucho el uso de la billetera en el bolsillo trasero del pantalón, eso hay que erradicarlo por completo, pues nos va a generar problemas relacionados con el dolor de ciática, pues al sentarse, cambia por completo la posición, incluso a largo plazo puede provocar problemas en la columna, por la posición”, mencionó.

Otro tip, por ejemplo, es andar descalzos, práctica que se ha erradicado muchísimo, hay gente que nunca anda descalza, ni siquiera para meterse a bañar, y es que justamente nuestro pie tiene la adaptación para estar directamente en el piso, en contacto con el suelo, siempre que el espacio nos lo permita, si tenemos un espacio en el que podamos estar descalzos sin ningún riesgo, por lo menos permitir la postura natural del pie, eso va a mejorar el agarre y el equilibrio, pues no todos los calzados están adaptados para nuestros pies propiamente, por ejemplo, en las mujeres ocurre mucho con el uso de zapatillas o con ciertos calzados en punta, y eso genera a largo plazo el juanete.

“Con sentarnos más que nada tenemos que cuidar mucho dónde nos sentemos, porque ya hay muchos asientos, muchos espacios adaptados para la ergonomía de nuestra columna, lo ideal es siempre cuidar las posturas naturales de nuestra columna, que propiamente no es recta, tiene curvaturas, eso es lo que debemos cuidar, tanto al sentarnos como al acostarnos, por ejemplo, la curvatura que se hace en la cintura, propiamente en la zona lumbar, tener soportes, incluso en el vehículo también les hago la recomendación de que se compren unas almohaditas o ciertos soportes si tienen que estar mucho tiempo”, recomendó.

Lo que se quiere evitar es justamente que esa parte se pegue hacia el asiento, siempre tratar de mantener la postura lo más recta posible y cada tanto también ponernos de pie, movernos y estirarnos un poquito para no adaptarnos a estar solo en esa posición, porque luego nos cansamos de estar sentados y empezamos a bajar los hombros, a encorvarnos, a posicionarnos hacia atrás, y entonces ya estamos modificando toda esta parte.

“Cuando dormimos es un poquito más difícil, porque si tienes un buen sueño es difícil que estés pendiente de esas cosas, pero básicamente la instrucción es la misma, que tu almohada no te quede muy alta, justamente evitar cierta posición por la curvatura de nuestra columna cervical, de entrada lo ideal es dormir boca arriba, no de costado y mucho menos boca abajo, si nos vamos de una manera estricta para el cuerpo, la peor manera de dormir sería boca abajo, eso nos puede conllevar a diversas molestias”, abundó.

Una mala postura al dormir nos puede llevar a sentir que no descansamos bien, amanecer con algún dolor, con alguna molestia, el ideal es dormir boca arriba con una almohada que permita la curvatura normal en la zona y con una almohada más pequeña en la zona lumbar para que no pegue directamente de manera recta sobre la cama, si nos colocamos de lado, una de las sugerencias es colocar una almohadita en medio de las piernas para mantener una buena postura, por el nivel de las caderas, para que estén más abiertas.

“Hay muy poca cultura de la prevención como tal, se ha influido mucho en querer hacerlo todo, quererlo ya, querer resultados inmediatos, mucho se ha extendido a hágalo usted mismo, que es de lo peor que se puede generar en las redes, insinuarles a las personas que el hágalo usted mismo es mágico y que realmente uno puede hacer de todo para prepararse: yo solito puedo prepararme, yo solito me puedo hacer mi dieta, yo solito me puedo rehabilitar, no, siempre consulten con profesionales, si quieren iniciar una nueva actividad, vayan con un instructor, si quieren una dieta, con un nutriólogo, si quieren rehabilitación, vayan con profesionales capacitados y certificados del área de la salud”, mencionó.

De lo contrario, a largo plazo es peor, de entrada, piensan que con comprar los aparatos ya lo pueden hacer, y no, todo tiene un porqué, el uso de cada aparato tiene indicaciones específicas, cada tratamiento, si acuden con profesionales se van a dar cuenta de que cada tratamiento es individualizado, hay que enfocarse al tamaño del paciente, a su vida diaria, no te puedes comprar un electroestimulador y ponértelo a ti, a tu pareja, a tu niño, cada uno tiene su indicación, cómo se debe utilizar adecuadamente, cuánto tiempo debemos de utilizarlo, en qué caso se debe utilizar y con quiénes, porque no todos los pacientes van a ser aptos para electroestimulación, para el uso de ventosas, para la crioterapia, la inversión en frío.

“Yo trabajo con la inversión en frío, tengo el espacio adaptado, que es una tina específicamente para que ellos puedan acoplarse, acostarse adecuadamente, porque hay gente que lo hace en tambos, en su casa o en algún espacio, desde ahí el equipo está mal, porque hay riesgo de que te resbales, de que te caigas, si está en posición y se va hacia atrás, puede haber un traumatismo, por eso la tina que yo utilizo es justamente para que puedan acostarse, para que puedan entrar únicamente con flexionar la rodilla, no tienen que utilizar un banco para subir como si fuera un tambo”, dijo.

Una de las indicaciones es tratar de acoplarse al frío de manera completa, si tú vas en una tina, metes nada más hasta las rodillas y en lo que te vas agachando, ya se va generando este proceso de adaptación, en la tina es básicamente como si te acostaras y ya estás listo para quedarte ahí, además, el tiempo y el número de inversiones son personalizadas.

“Por eso a mis pacientes siempre les hago su historia clínica y su valoración de signos vitales antes de que quieran iniciar con inmersión, aunque ya lo hayan hecho previamente, siempre hago la valoración para determinar que están aptos, porque incluso puede influir en la tensión arterial, un paciente incluso se puede desmayar en la tina o en el frío por esta modificación en la tensión arterial”, explicó.

Por ende, hay que tener en cuenta el que estén aptos, si es la primera vez, si ya lo han hecho, si es hombre o mujer, por el porcentaje de grasa que es diferente, los hombres son más tolerables al frío, entonces no vas a meter a una misma temperatura y un mismo número de inmersiones a un varón que a una mujer; esto tiene muchos beneficios, sobre todo porque trabaja directamente sobre el sistema nervioso central, entonces a nivel de los músculos ayuda a relajar, por eso una de las recomendaciones es que lo hagan después de una actividad muy intensa, por ejemplo, ha trabajado con coaches o peleadores después de su campamento, en su cierre previo a una pelea o después de estos eventos donde su cuerpo llegó al límite y se necesita liberar esa tensión.

“Esa es una parte que yo discuto con mis pacientes, sobre todo cuando lo hacen para una preparación de competencia, siempre establecemos el periodo en el que lo vamos a hacer previo a, porque hay un margen recomendado de que, si tu competencia es tal fecha, yo no voy a realizar la inmersión porque hay mayor riesgo, como yo les explico, es como reiniciar el sistema, a veces el primer día les cuesta recuperar, en el sentido de que, un peso, por ejemplo, que ya cargaban, la primera vez que lo van a hacer dicen, pero si mi cuerpo ya está acostumbrado, justamente le dimos esta descarga, esta liberación, entonces el primer día puedes sentir que te cuesta un poquito más, de ahí tu adaptación normal, pero al principio puedes notar este cambio, por eso no se recomienda hacerlo inmediato a un compromiso”.

Entre sus recomendaciones, recalcó que acudan siempre con un profesional, que no dejen las cosas para el último momento, el dolor es la alarma del cuerpo, entonces, que algo te duela es tu cuerpo indicándote que algo está mal, que algo puede empezar a fallar, que hay un problema, que hay que atenderse, muchas personas lo van dejando, y entre más tiempo lo dejes, no va a recuperarse por sí solo, si te lesionas, te vas a adaptar al dolor, pero eso no significa que el problema se haya solucionado.

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“Un ejemplo, el esguince de tobillo, no se lo tratan, se adaptan al dolor, no es que la molestia como tal haya desaparecido, sino ellos ya se adaptaron, entonces su cerebro apagó esa alarma, le puso silenciar, pues poner alarma indefinidamente, y de repente, ¿qué ocurre? Empiezan a tropezar más, porque hace dos años hubo un esguince que nunca se trató y ahorita ya las adaptaciones nos llevan a nuevas consecuencias, por eso es muy importante no dejarlo para el final”, mencionó.

La otra es que entre más tiempo dejemos pasar para iniciar una recuperación, más largo va a ser el proceso como tal, entre más rápido atiendas una lesión aguda, que se dé en los primeros 15 días y se trata en ese periodo, dependiendo del grado de lesión, en máximo tres meses se puede estar recuperando el paciente, mientras que una lesión que hayas dejado durante muchos años, hay que trabajarla por lo menos seis meses o más, yendo poco a poco para recuperar esa lesión.

“Trabajo únicamente con Instagram, que es Ferhzhz, ahí me pueden encontrar, justamente ahí comparto más acerca de lo que es la crioterapia, que he trabajado justamente con coaches o con peleadores, el proceso, su preparación, cómo se realiza la crioterapia y las diferentes terapias que manejo, las ventosas”.

Estas, se recomiendan en dolores que no sean directamente dados por una lesión, en un cansancio, por ejemplo, mucho estrés, en las que justamente las ventosas proveen también el beneficio del calor, o en molestias que sean más crónicas, porque el calor ayuda en este tipo de casos, ese puede ser un beneficio, siempre y cuando el paciente, por ejemplo, no tenga problemas de hemofilia o un problema en la sangre, que puedan llevar a ciertas consecuencias por la succión de las ventosas.

“Tengo dos espacios para consulta, uno es en el Fraccionamiento Laguitos, y el otro en la Calle Central, entre 11 y 12 Norte, trabajo por medio de citas, desde las 8 de la mañana hasta las 7 de la tarde de lunes a domingo, incluso días festivos, porque hay pacientes que justamente el día que no trabajan se les hace más práctico para descansar, porque tienen esa facilidad para atenderse ese día”, comentó.

También añadió que la edad no es una limitante para hacer ejercicio, porque hay personas que porque llegan a cierta edad no quieren empezar, o ya no quieren que los adultos mayores en casa hacer nada, pero es un mito el que no te muevas para recuperarte, para que no te lastimes, el movimiento es lo que va a prevenir, hay que hacer ejercicio independientemente de la edad, nunca es tarde para empezar y nunca es tarde para cuidar de ti.

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