Indicadores del sistema educativo

Sin duda, uno de los mayores retos que esperan a la presidenta Claudia Sheinbaum es lograr que en México el sistema educativo permita a todas las niñas, niños, adolescentes y jóvenes ser la mejor versión de ellos mismos, potenciando las capacidades de todas y de todos para cumplir así con todo lo expresado en el artículo tercero de la Constitución. ¿Pero cómo es el sistema educativo que recibe la primera mujer presidenta? En México hay 34,809,298 estudiantes de los cuales 50.5 % son mujeres y 49.5 % son hombres. El 67.8% está cursando alguno de los niveles de la educación básica: preescolar, primaria o secundaria. 15.8 % de las y los estudiantes mexicanos se ha integrado a la educación media superior ya sea en bachillerato general, técnico o preparándose como profesional técnico. Y 15.5 % ha logrado llegar a nivel superior, ocupando un lugar en alguna de las 8,966 instituciones de educación superior que existen en nuestro país. Sabemos que hay 261,749 escuelas en territorio nacional, de las cuales 83.8 % son públicas y únicamente 16.2 % son privadas; que en ellas laboran 2,153,916 docentes. Un sorprendente 38.6 % de las escuelas en México son multigrado, es decir, son escuelas en donde un docente imparte más de un grado a la vez, y a esto se suma que el 12 % de las escuelas son unitarias, lo que quiere decir que en 11,534 escuelas solo hay un docente para atender a absolutamente a todos los alumnos en los diferentes grados escolares. Estas cifras han aumentado cada año durante los últimos tres ciclos escolares. Todas estas cifras han sido publicadas por la SEP en el compendio “Principales Cifras del Sistema Educativo Nacional 2023-2024”.

Sin embargo, al hacer un análisis más profundo de la información que ahí se presenta, nos encontramos con un sinfín de “no disponible”, lo que quiere decir, que no hay datos actualizados para el ciclo escolar pasado. En Mexicanos Primero consideramos que de nada sirve contar con “indicadores del sistema educativo” si la mayoría de los datos no son públicos. Nos encontramos “No disponible” en abandono escolar, reprobación, eficiencia terminal y tasa de terminación del nivel primaria. Esto se repite para educación secundaria y educación media superior y para cada una de las 32 entidades federativas. Si toda esta información sobre el sistema educativo no está disponible, ¿cómo se pueden tomar decisiones de política educativa? Si no sabemos cuántos estudiantes abandonan la escuela ¿cómo podremos estar seguros de la efectividad de los programas de becas que ha comprometido la nueva administración? No se pueden tomar decisiones certeras para la garantía del derecho a la educación sin tener un diagnóstico completo de la situación en las que está el sistema, sin contar con datos reales y actualizados. No solamente hemos dejado de tener información sobre estos indicadores básicos, tampoco existen datos recientes sobre la cobertura de servicios básicos en las escuelas, como son la electricidad, el agua potable, los sanitarios y las instalaciones para el lavado de manos. Mucho menos contamos con información sobre el estado de los aprendizajes a nivel nacional ya que no hay pruebas que den cuenta de lo que las y los alumnos pueden hacer en asignaturas como lengua, matemáticas y ciencias. Aquí nos encontramos de nuevo con “No disponible”. Ojalá que la autonombrada presidenta de la educación, Claudia Sheinbaum, logre pasar a la historia por su compromiso con el derecho a la educación y por lograr que con políticas educativas adecuadas y basadas en evidencia el sistema educativo, finalmente se salga del estancamiento y la opacidad, y que no sea recordada únicamente por ser la primera mujer en el cargo.