Issa Maldonado, una mirada diferente
- ALEJANDRA OROZCO
- 18 ago
- 5 Min. de lectura
Tuxtla.- Bien dicen que una imagen vale más que mil palabras, y eso, lo tiene muy claro Issa Maldonado, periodista de 35 años, que descubrió su pasión por la fotografía cuando estaba estudiando la carrera en Comunicación, donde dos semestres de fotografía no fueron suficientes, se vio maravillada por hacer una caja de luz y que bastara papel blanco, cinta adhesiva y otros materiales para sacar una fotografía.

“Desde pequeña recuerdo que pedía tomar fotos, mi papá, desde que era niña cargaba una cámara instantánea, recuerdos que tengo hasta la fecha, aunque la calidad no era tan buena, en reuniones familiares él siempre tomaba fotos, en mis tareas, me ponía a investigar a fotógrafos, muchas y muchas mexicanos, en la universidad todavía hicimos revelados, quedé maravillada con el cuarto oscuro y lo que envuelve revelar una foto, desde niña tuve ese acercamiento”, recordó.
Su carrera como fotógrafa, comenzó cuando entró a trabajar a un medio local, desde entonces ya pedían reporteros multitask en los medios, entonces las notas informativas iban acompañadas de una foto, ella siempre optó por darle un sentido diferente, si todos tomaban la misma fotografía, darle otra mirada, aunque fuera algo cotidiano.
“Hace ocho años, me compré una cámara reflex, sencilla, recuerdo que destaqué en la carrera en esa materia, siempre sacaba dieces a comparación de las demás materias, porque lo hacía con gusto, me gustaba, así inicio de lleno con la foto, en los últimos ocho años, que comienzo a colaborar para portales digitales y web, tengo más interés en documentar muchas cosas”, señaló.
Incluso, sus compañeras y compañeros fotógrafos le decían que tenía una mirada diferente, también tuvo acercamiento con fotógrafos de CDMX y también le decían eso, pero a ella le hacía falta creérselo, documentaba los hechos noticiosos en la ciudad y fuera de ella, con la intención de que alguien hoy puede estar y mañana no, ya fueran personas, paisajes, el acontecer del día a día, pues toda información va acompañada de una imagen.
“No hay mejor gráfica que una fotografía, ya sea para una nota informativa, un reportaje, una crónica o cualquier género, la fotografía tiene potencial y la uso para visibilizar temas que aunque haya un texto de por medio, no te provoca ese sentimiento, ya sea temas sociales, los últimos tres años de manera personal y profesional he acompañado a la primera colectiva de madres buscadoras, he aportado mucho para visibilizar esa lucha, esa crisis que tiene rostro, de las personas que están buscando a sus seres queridos”, dijo.

También se ha sumado a retratar a los movimientos feministas y otras luchas sociales, que a veces no documentamos, y es sumamente importante porque es un registro gráfico e histórico, de valor no monetario, sino porque ahí estuviste, eso nunca va a volver a pasar, también es de suma importancia para la sociedad, e incluso, algunas de sus fotos se han usado para hacer flyers de marchas y movilizaciones, para ella es algo muy bonito y gratificante, que la gente en la calle vea su trabajo, lleno de anécdotas.
“Una vez estaba en el Parque Central y me llamó mucho la atención la imagen de una señora que estaba a una distancia considerable en silla de ruedas, y un niño de seis años en la rampa empinada, al ver esa escena, antes de subir dije, se va a caer, lo va a vencer el peso, pues estaba pequeño, cuando me acerqué vi que era una persona sin piernas, ni algunos de sus dedos, eso me conmovió, los ayudé a ingresar a Palacio de Gobierno, pero antes tomé la fotografía”, recordó.
Si bien no pensaba hacerlo nota, sino ayudarlos, luego hablando con la señora, que era la mamá del niño, lo que querían era entregar una petición para una silla eléctrica, pues ella padece una enfermedad rara debido a la que iba perdiendo extremidades, al final hizo una nota informativa y salió la historia, y es que a veces, aunque la cuentes bien, la gente no quiere leer, la imagen es impactante, días después la contactaron preguntando por ella, eran trabajadores del entonces gobernador, quienes la contactaron para entregarle personalmente una silla, despensa, darle un trabajo y mayor cuidado para su hijo, que estaba muy pequeño.
“Esa historia me marcó, porque con solo estar observando la cotidianeidad salió algo para contribuir con un granito de arena, todavía lo recuerdo y me dan ganas de llorar”, señaló Issa, una periodista que, detrás de cada imagen, derrama lágrimas y deja todo el corazón para transmitir lo que sus ojos están viendo, para ello utiliza tanto la cámara como el celular, pues si bien muchas veces una foto sale mejor con cámara, la inmediatez del trabajo, tener que anotar, escribir, preguntar, es más fácil sacar el celular, aún así siempre trata de enmarcar y aplicar las reglas de la fotografía, para que cada retratado se vea con dignidad, más si son grupos vulnerables, y cuidar la calidad.

Alegría y emoción son sentimientos que acompañan cada toma, más si es una imagen exclusiva, eso le emociona porque sabe que no va a volver a pasar: es dar un clic o no, si bien la fotografía digital propicia que se hagan muchos disparos y que se pierda la esencia, es placentero, saber que esa foto no solo quedará en el celular, sino que puede llegar a muchas personas.
“El papel de la fotografía está presente en cualquier sociedad y latitud, no se había visibilizado porque antes, las mujeres eran objeto de fotografiar, las musas, pero siempre hubo una mujer fotógrafa acercándose a una cámara, o que sus esposos fueron fotógrafos, este papel es fundamental cuando se trata de una mirada femenina, no encasillarnos de que las mujeres toman fotos de mujeres o asignarles temas, cualquier mujer está capacitada para cubrir a un político, una marcha, incluso una guerra”, consideró.
Para ella, ha sido de mucho enriquecimiento ver a otras mujeres del mundo y de municipios originarios con cámaras, como Maruch, de los Altos de Chiapas, que le ha llenado el corazón, si ella puede todos podemos, se trata de desafiar normas y formas de expresión a través de sus cámaras, preocuparse más por contar la historia, no es una lucha de género, pero ha costado más que una mujer sobresalga en periodismo y fotografía.

“A mí no me ha tocado que me pongan el pie, pero al pedir trabajo en medios nacionales, te cuestionan cosas que a los hombres no, pareciera que con los ojos cerrados le piden a los colegas hombres, muéstrame tus fotos o tu portafolio, y estás contratado, pero a una mujer no, como si no tuviéramos la misma capacidad, hay mucha brecha de género, no significa que no juguemos un papel importante, en los últimos años o décadas se agradece que grandes fotógrafas hayan abierto el camino y sean inspiración para las nuevas generaciones, incluso cubriendo en estadios, en otras coberturas de relevancia local a mundial, pero falta que los medios se interesen más por el trabajo gráfico que están haciendo las mujeres”, finalizó.
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