La aventura de ser mamá: La brecha de edad

Tuxtla.- Espero que me lean desde la comodidad de su hogar porque les tocó descansar, aquí en casa solo a mi me tocó trabajar, y ni modo: a soportar como dice la chaviza… sin embargo el fin de semana sí pudimos descansar y estar en familia, algo que ya me hacía falta porque toda la semana he visto muy poquito tiempo a las niñas debido a la carga de trabajo.

¿No les pasa que a veces les dan ganas de renunciar y ser esposas trofeo, que llevan a los niños a la escuela, se van al pilates, a desayunar con las amigas y a tener todo listo para el marido? No me odien… solo digo que hay días que sí se antoja, luego se me pasa… y las que sí lo son, qué bonito, qué envidia me dan -a veces-.

Los momentos que puedo estar con las niñas, me doy cuenta cómo van creciendo y no solo en tamaño y en habilidades, también está cambiando su personalidad, sus gustos, y se van alcanzando una a la otra, Renata está a un mes de cumplir dos años y Elisa ya se acerca a los cuatro, pero en estas últimas semanas Reno ha estado incrementando su vocabulario, se expresa mejor, y creo que ambas se entienden mejor.

Obviamente se pelean 3 de cada 5 veces que están juntas, pero cuando se levantan, lo primero que hacen es preguntar una por la otra, Renata pregunta mucho por Eli cuando no la ve, y Eli corre a abrazarla y besarla cuando no se han visto, se quieren mucho y se buscan más.

También me ha tocado verlas jugar juntas, últimamente juegan a que Elisa es la mamá de Renata, y aunque Reno aún no habla al 100, le sigue el rollo en todo y trata de comunicarse con ella, me encanta ver que vayan juntas y se entiendan a pesar de su diferencia de edad, porque no se llevan mucho y ese era el chiste de tenerlas seguiditas.

Creo que esto nos va a empezar a facilitar las cosas poco a poco, para que puedan estar más tiempo juntas, cuidarse y procurarse, por el otro lado Reno sigue despertándose por chichi varias veces en la noche, ya no le doy todo el día salvo a la hora de dormir y cuando se despierta en la madrugada, pero ahí iremos poco a poco… con el pañal también decidí fluir, hay días que avisa perfecto y otros que aún tiene incidentes, pero estoy tratando de entender que ella va a su ritmo, y que apenas va a cumplir los dos años, por lo que ya la lleva de ventaja.

Por cierto, todavía no hemos puesto el árbol de Navidad, espero que este fin de semana ya quede, pero ya comenzamos con la operación navideña de ver regalos y aprovechar el Buen Fin para conseguir algunos, ya andamos bien emocionados, además de que se acercan los festivales de las dos, recién pasó el de la Revolución Mexicana, y nos encanta verlas en cada una de sus facetas.

También debo confesarles, que he estado muy estresada por la sobrecarga mental en todo: en el trabajo, con las niñas, su racha de que no quieren comer en la casa pero comen bien en la escuela, Elisa con sus trompetillas y diciéndome que no me quiere, y todo eso se va acumulando y me hace no rendir al 100 en una ni otra cosa, así que si alguien sabe dónde puedo pedir mis vacaciones de ser mamá, que me diga para pedir unas semanas… estaría padre, pero sabemos que no se puede, así que no queda más que buscar esos cinco minutitos diarios que sirvan como un escape a una olla de presión, tratar de hacer lo que los gusta y a seguir con esto, que no para.