La aventura de ser mamá: La mejor temporada del año
- ALEJANDRA OROZCO
- 1 oct 2023
- 3 Min. de lectura
Primer lunes de octubre, primera columna de octubre, y llámenme ridícula, pero a mi me encanta esta temporada, y aunque siga haciendo calor como si estuviéramos en marzo, técnicamente ya estamos en otoño, así que se vienen las mejores fiestas para cerrar el año y que me emocionan un chorro: Halloween, Día de Muertos, el cumpleaños de Rodrigo, Renata, el mío, y por supuesto Navidad.

Nada más termina septiembre y en mi imaginación todo se pinta de marrón y naranja, hasta las tardes las siento más frescas y siento en el aire ese olor como a mandarina e incienso, me encanta ir a los mercados a hacer notas y percibir el olor a sahumerio, la juncia, la mandarina, y ver los coloridos puestos con papel china, dulce de calabaza, los disfraces y toda la algarabía alrededor de esta época tan especial.
Desde que tengo memoria, siempre me ha encantado diciembre, pero hace un par de años comencé a incluir entre mis fechas favoritas todo lo de Halloween, creo que lo relaciono mucho con que hace precisamente cuatro años, fue por esas fechas que tuve mi revelación de sexo y supe que Elisa sería niña, entonces empecé a mezclar esa emoción con todo lo previo a la temporada.
Fue un 31 de octubre cuando tuve la cita con el ginecólogo, aún recuerdo que antes de llegar pasé a hacer una nota de los niños pidiendo calabacita en La Hacienda -aún no era pandemia-, recuerdo los disfraces, los dulces y el airecito otoñal afuera del consultorio, aunque no fue hasta unos días después cuando supe el género de Elisa, porque la revelación de sexo fue sorpresa, y vaya sorpresa.
Además, siempre me ha gustado todo ese rollo de los disfraces y las fiestas -hubo un año que tuve tres disfraces diferentes-, ver The Nightmare Before Christmas o tomarme un Pumpkin Spice, que aunque mucho de esto es gringo, lo disfruto mucho y no supera al Día de Muertos… cada vez tengo más gente “del otro lado”, y también desde que estaba embarazada, ya viviendo con Rodrigo, hice mi primer altar, estaba súper emocional y fue algo muy especial para mí, una nueva tradición familiar, que el año pasado no pude hacer pero este año ya lo estoy planeando.

Hace tres años, disfracé a Elisa de mandrágora y nos hicimos una sesión de fotos al estilo Harry Potter, otra de mis fantasías cumplidas, y ahora que ya las tengo a las dos, que Reno ya camina y Elisa ya pide sus disfraces, eso le suma aún más emoción a la fecha; con decirles que hasta Rodrigo me dijo que pidiéramos unas pijamas de Chucky para los cuatro, y ya me muero por recibirlas y usarlas.
El año pasado tuvimos nuestra primera pedida de calabacita con las dos, Reno era una catrina y Eli una bruja, acabaron súper cansadas, Reno iba en carriola y no soltaba su calabaza, y desde hace meses, Eli me ha estado diciendo que se quiere disfrazar de pirata… ya tenemos su disfraz, second hand por supuesto, ahora sigo en la búsqueda de uno para Renata y el resto será historia; esto solo hablando de Halloween, aparte le pediré ayuda a Elisa para hacer el altar, y de los preparativos para navidad y nuestros cumpleaños mejor hablamos en otra ocasión, porque si no, no termino.
Las fiestas son más emocionantes cuando tienes hijos… me atrevo a decir que la más emocionada soy yo, aunque estén chiquitas quiero crearles recuerdos para siempre y que les emocione cada ocasión especial, que lo disfruten mucho sin importar el qué dirán, y aprovecho para decirles que la gente va a criticar todo… si les late Halloween, dense; si se ponen disfraces en pareja, tómense muchas fotos; si quieren disfrazarse en familia, no se van a arrepentir, lo importante es disfrutar el momento y crear recuerdos felices. ¡Que comience la spooky season!
+
Commentaires