La aventura de ser mamá: Mi primer concierto como mamá
- COMUNICADO
- 28 may 2023
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Tuxtla.- Antes de ser mamá, mi diversión era ir los fines a algún pub para estar con mis amigos y escuchar música de rock en vivo, uno que otro concierto, incluso viajaba a conciertos a otros estados para poder estar cerca de mis artistas favoritos, estaba viviendo mi sueño en ese momento, y como no tenía responsabilidades más que el trabajo, podía acomodar mis tiempos, mis gastos y sobre todo mis energías para pasármela como más me gustaba.

Cuando estaba embarazada de Elisa, había un concierto en la Ciudad de México al que teníamos ganas de ir, y vean que Rodrigo no es fan de los conciertos pero sí de los Backstreet Boys, uno de los pocos gustos musicales que compartimos y que hubiéramos podido disfrutar juntos, pero tenía ocho meses de embarazo y no había manera de que me dejaran ni siquiera subir al avión, sin embargo esto no me bajoneó ni me pesó, porque estaba viviendo otro sueño, el de esa etapa de mi vida.
Entre embarazo y embarazo, ya siendo mamá, ha habido un sinfín de conciertos a los que me hubiera gustado ir, que en otro momento bien hubiera podido ponerme de acuerdo con un par de amigos, ahorrar, comprar mis boletos, buscar vuelos para un fin de semana e irme aunque me quedara en un hostal o en casa de alguien, pero simplemente no lo hice porque tenía prioridades, y no tenía ganas de sacrificar tanto y estar lejos de mis hijas solo por un concierto, aunque esa parte rockera en mí seguía viva, aguardando su momento de resurgir.
Y precisamente llegó el momento perfecto para hacerlo: un concierto en mi ciudad, al que llegarían bandas locales y extranjeras que me han gustado a lo largo de los años, incluso una que a mi y a mis amigas nos gusta desde la secundaria, entonces pensé que no podía dejar pasar la oportunidad de vivir una de las sensaciones que más me gustan, y decidí buscar la manera de ir, de reconectarme con esa parte de mi que muchas veces dejamos olvidada al ser mamás, pero que no debemos abandonar.
Una vez que lanzaron los horarios de la presentación de cada artista, decidí ir de 5 a 10 de la tarde, tiempo suficiente para ver a las bandas que quería, y también un tiempo razonable para dejar a las niñas un rato encargadas y poder desconectarme de mi papel de mamá, porque aunque las amo y sé que soy mamá las 24 horas del día, hay momentos necesarios para hacer lo que nos gusta y no perdernos en el intento.

Así que no sabía ni qué ponerme, sin caer en los extremos, pero al final encontré algo con lo que me sentía cómoda, le encargué las niñas a mi mamá, previendo que estaría ausente a la hora que se duermen y Renata solo se duerme con ella cuando no estoy yo, me pasaron a dejar y traspasé el portal del tiempo al entrar por ese arco y recordar cuándo había sido la última vez que pisaba un festival musical.
Cinco años habían pasado… fue en 2018 cuando por última vez había acudido a ese mismo recinto, en esa ocasión la cartelera la conformaba Fobia, Zoé, Siddartha y Los Master Plus, y hasta eso recuerdo que se suspendió por lluvia y solo pude estar un rato, antes de eso, recuerdo que a lo largo de 2017 pude ir a dos festivales y un concierto más, ese año vi a Placebo, Jarabe de Palo, The Offspring, División Minúscula, Red Hot Chili Peppers, Foo Fighters y por supuesto Green Day, disfruté tantos conciertos ese año que por eso no me pesó perderme de los escenarios por un par de años, siento que lo viví en su momento.
Aun así, tenía muchas ganas de ir a uno más, y en esta ocasión podía ver a Allison, Los Bunkers, Reyno y The Rasmus, a estos últimos me sorprendió mucho verlos en cartelera, siendo una banda internacional y dando la casualidad de que a una de mis mejores amigas desde la secundaria le encantan, así que eran muchas señales para poder ir de nuevo a un festival, he de confesar que el mero día ya me estaba arrepintiendo, pero no quise negarme la oportunidad, siento que lo necesitaba y me lo merecía.

Entonces por cinco horas me olvidé un rato de mis hijas -bueno, nunca podré olvidarme por completo de ellas, obvio estuve preguntando cómo estaban pero traté de desconectarme lo más posible para disfrutar el momento-, disfruté la música que me gusta, pude bailar, convivir con mis amigos, me encontré a gente que por lo regular me encontraba en los años de ir al pub, y me transporté a las épocas de escuchar esa música en MTV, vestirme de negro y usar delineador por todos los ojos.
Acabando la banda que quería ver, mis amigos se quedaron hasta el final pero yo me fui, contenta de haber ido, pero ya con la necesidad de ver a mis niñas, que me esperaban ya dormidas y que ni se enteraron que su mamá volvió a ser una adolescente por un par de horas, una de las ventajas de que ya estén un poco más grandes y sean menos dependientes de mi, algo que sin duda volveré a hacer cuando haya oportunidad y una buena cartelera musical.









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