La aventura de ser mamá: Que comiencen los juegos del hambre

Diciembre ya está aquí, comienza la cuenta regresiva para despedir el 2025, para que llegue la Navidad, y como ya saben, en mi caso, el cumpleaños del 75 por ciento de mi familia, a diferencia de otros años, lo estuve esperando bastante pero me llegó de golpe, ni me di cuenta de en que momento se acabó noviembre, y siento que me está ganando el tiempo con los preparativos de todo lo que se viene.

Para empezar, decidimos hacerle su celebración de cumpleaños a Renata casi dos semanas antes de su fecha, porque luego empiezan las suspensiones, festivales y eventos, y el año pasado por eso no le pudimos hacer nada, porque se nos acabaron las clases, por eso ahora más vale estar adelantados, para que no se vuelva a quedar sin su festejo, y ya empezamos a ver todo lo que tenga que ver con Elsa, Ana y lo que quiere para compartir con sus amigos.

Este fin de semana, aprovechamos para ir a buscar cosas tanto de la fiesta, como para ellas, pero como siempre, fue un fracaso: las niñas se cansan de caminar, no quieren irse del área de juegos, no se quedan quietas, solo piden juguetes, y al final, ni les puedo ver ropa o zapatos, ni puedo ver nada para mi o Rodrigo: o las vemos a ellas, o vemos lo que pensábamos comprar, así simplemente no se puede.

Uno de esos días, las dejamos con mi mamá y aprovechamos para buscar cosas que ellas no puede ver hasta que llegue el 24 -ustedes entenderán-, pero no nos fue suficiente para buscar todo lo que queríamos, además, yo quería que ellas nos acompañaran a ver sus zapatos y ella para probárselos, pero no funcionó el plan, tal vez el otro fin de semana probemos suerte yendo a otro lugar.

Además, me engento en estas fechas, que tal parece que todo mundo sale a buscar lo mismo, me desespero, no me siento cómoda y acabo estresada en vez de relajada, díganme que no soy la única que se siente así, o que cuando crecen se vuelve más fácil… ese es uno de los pocos aspectos en los que aún veo que están muy chiquitas, aunque para otras cosas, las veo ya muy grandes.

Por otro lado, se acerca su festival navideño, ya tocó dar anticipo para los trajes, empezar a buscar lo que les vamos a dar de comer -porque recuerden que soy vocal-, ver cómo se acomodan los permisos laborales y rezar para que no se me esté olvidando nada, de verdad que es bien difícil mantener la cordura cuando se viene tanta cosa para un solo mes, el más esperado e importante.

También estoy un poco triste porque pedimos un árbol y no ha llegado, yo tenía pensado poner todas las decoraciones este fin de semana, me urge que ya llegue el espíritu navideño a casa, la temporada dura muy poquito como para no disfrutarla en todo su esplendor… también me azota un poco que aún no tenemos nada planificado para el 24 y 31… ¿acaso somos los únicos, o ustedes están en la misma situación?

Si tienen tips para ir a hacer las compras con niños pequeños y no morir en el intento, compártanlos, lo que yo les puedo compartir, es que las cosas salen mejor cuando no tienen hambre ni están cansadas, cuando les prometemos algún incentivo al final del día, como un helado, y si vas con la vista puesta a un lugar en específico o directo a lo que estás buscando, pero este año no han fluido muy bien que digamos… esperemos que todo se vaya acomodando lo que resta del mes, con decirles que ni sé qué le voy a regalar a Rodrigo, o qué voy a hacer en mi cumpleaños.

Que este diciembre venga lleno de cosas bonitas, ofertas en juguetes, mucha abundancia, muchas posadas, ponche y buñuelos, que sea la mejor temporada navideña que hayan vivido hasta ahora, y que sus familias disfruten de toda la ilusión que conllevan estas fechas tanto como cuando nosotros éramos niños.