La carne vuelve a Gaza tras más de medio año, pero es aún escasa y muy cara
- EFE
- hace 1 hora
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Jerusalén/Gaza.- Tras la entrada en vigor del alto el fuego entre Israel y Hamás hace doce días, la carne ha comenzado a llegar a la Franja de Gaza por primera vez en siete meses, pero los suministros siguen siendo limitados y los precios extremadamente altos, por lo que la mayoría de los gazatíes no han tenido acceso aún a este bien de lujo tras meses de hambruna.

Según varios gazatíes consultados por EFE, la última vez que entró carne en el enclave palestino fue durante la segunda tregua, que se extendió desde enero hasta el pasado 18 de marzo, cuando Israel la rompió reanudando su ofensiva e impuso un bloqueo total sobre Gaza durante dos meses más, tras lo cual los alimentos entraron de manera insuficiente.
La guerra y el bloqueo se mantuvieron hasta el 10 de este mes, cuando se implementó el vigor el alto el fuego en vigor y se reabrieron algunos pasos fronterizos para la entrada de ayuda humanitaria y mercancías.
Según advirtió este martes el Programa Mundial de Alimentos, ahora solo entran 750 toneladas de ayuda al día de las 2.000 que serían necesarias, por lo que aún no se consigue cubrir las necesidades de la población, especialmente en el norte, donde medio millón de personas fueron declaradas en estado de hambruna el pasado julio.
Durante la ofensiva, los gazatíes han tenido que comer principalmente alimentos enlatados y algunas legumbres, especialmente lentejas, y en poca cantidad. Ello ha causado un agravamiento en la desnutrición, con una falta acusada de proteínas animales y de vitaminas de las frutas y verduras frescas.
Hasta 130 dólares por un kilo de carne roja
Ahora, la carne que está llegando a cuentagotas, relatan los gazatíes consultados, es importada por comerciantes desde Israel, a través del cruce de Kissufim, y se vende en el mercado a precios al alcance de muy pocos.
Según relata a EFE un habitante de la ciudad de Gaza (norte), el kilo de pollo cuesta unos 21 dólares y el de carne roja, hasta 120 dólares.
Un gazatí que vive ahora desplazado con su esposa y cuatro hijos en Deir al Balah, en el centro de la Franja, explicó que es posible encontrar carne en los mercados, pero a precios prohibitivos.
Aseguró que planea comprar pollo mañana, aunque actualmente el kilo alcanza los 20 dólares, y el de ternera o cordero puede llegar a los 130 dólares, lo que hace casi imposible acceder a estos productos para muchas familias.
"Mis hijos siempre me piden carne o pollo a la brasa. No estaba disponible, pero creo que ahora puedo proporcionarles una comida", explicó esperanzado, aunque añadió que ninguna persona que él conoce en Deir al Balah ha podido aún comer carne.
La venta se concentra principalmente en el centro y el sur, en puestos callejeros, y los comerciantes utilizan generadores para mantener los refrigeradores en funcionamiento. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo y la carne sigue congelada, los vendedores tienden a subir aún más los precios.
En redes sociales, algunos residentes de Gaza celebraron la llegada de carne después de tantos meses. Uno de ellos, Yazan Omar, publicó una foto en su cuenta de Instagram mostrando una mesa el típico plato palestino de 'maqluba' con pollo.
Omar acompañó la foto del mensaje: "Comemos carne después de siete meses sin probarla. Alhamdulilah (gracias a Dios)".
Aún cocinando con leña
Si bien la carne se vende sobre todo en puestos callejeros, alguna organización humanitaria como la ONG World Central Kitchen, liderada por el chef español José Andrés, ha tenido acceso a ella.
En un mensaje en su cuenta de Instagram publicado este martes, se enseña cómo la organización cocina platos con carne. "En medio de la hambruna que estamos viviendo en Gaza, y después de ocho meses, nos ha llegado la proteína y hoy en nuestras cocinas vamos a producir 333.000 comidas con proteína y verdura", dice uno de sus cocineros.
Sin embargo, un habitante de la ciudad de Gaza, contactado por EFE por vía telefónica, dijo la llegada de la carne a la Franja no es suficiente para decir que la situación de los gazatíes haya mejorado.
"No podemos decir que esté bien que entren cosas a Gaza mientras la gente está pasando hambre. Como no hay gas para cocinar, muchos están cocinando con leña", precisó.
Agregó que los suministros no son suficientes y los precios están altos, y si la frontera se cierra otra vez, los mercados colapsarían en menos de tres días.
"La gente necesita ayuda humanitaria, no mercancía comercial, porque después de dos años no pueden permitirse comprar alimentos a estos precios", subrayó.