La Columna: Se alista una buena
- Annete Lewis
- 25 may
- 2 Min. de lectura

Los amigos de la Asociación de Tenis del Estado de Chiapas (ATECH), deben comenzar a trabajar ya.
Y la petición no es más que la forma más viable de justificar que, el sacrificio de que los tenistas chiapanecos no estén afiliados a la Federación Mexicana de Tenis, que ya no haya eventos de magnitud en nuestro estado y que cada vez, los de este organismo estatal, estén trabajando en un rincón, escondidos.
Está bien, aceptamos que el tenis no es para cualquiera, también que habrá quien no entienda que, cuando de la asociación se trata, el mínimo poder que se pueda sentir, sirve, aunque todo lo anterior vaya en detrimento del tenista, rico o pobre.
Que no sea el deporte para cualquiera no indica que la asociación deba operar siempre con demasiada discreción, que nadie sepa cómo operan, como manejan sus recursos y sobre todo, cómo cumplen con el objetivo principal que deben tener en una asociación deportiva, cómo desarrollan talentos y trabajan procesos enteramente deportivos.
Si por ahí a alguien se le ocurre decir “es que no les dan dinero”, es sencillo, no lo necesitan. Primero porque tienen bajo su responsabilidad el Centro Nacional de tenis y ahí se van acumulando fracaso tras fracaso con las “academias” que cada vez tienen más problemas y que, de hecho, hasta se ha convertido en un sitio en el que se ingieren bebidas alcohólicas; después, ¿qué no que el tenis no es para cualquiera?, no habrá necesidad, aunque en el pasado, al menos dos sexenios han invertido en “mantener” en buen estado un espacio que hoy tiene pocas canchas, de las nueve que tiene, en estado útil.
Poca credibilidad, porque cada vez hay menos tenistas y más padelistas; después, cero proyecto, que no sea lo que sucede al interior del CNT, donde se celebran torneos de los que poca gente se entera y ya en sus últimas competencias, es una verdadera pena ver la categoría A, que refleja a los mejores tenistas de Chiapas, ver cómo es que cada vez hay menos participantes en dicho rubro.
Nadie olvida la última grosería del Presidente de la Atech con los entrenadores, cuando klos convocó, llegó cinco minutos, no habló nada y los dejó a ver si podían hacer algo.
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