La Columna: Se va cerrando el cerco

sie7edeportes@hotmail.com

Seguramente ya avisaron, acaban de voltear a ver a lo que sucede con el deporte y es momento de ponerse a trabajar.

Para que vean si no es pues un tema complejo, a medio año de haber entrado en funciones, que los que están a cargo del deporte en Tuxtla vayan a “poner manos a la obra”

Una jugosa beca de seis meses para únicamente estar apareciendo en fotos y buscando algo de presencia, pero sin proyecto y sobre todo, sin intenciones de hacer valer sus funciones, de demostrar que su elección no fue causa de una coincidencia, de una imagen falsa o de una consecuencia por permanecer en un grupo que se las ingenió para incrustarse en el gabinete.

Claro que alguien que dirige el deporte debe predicar con el ejemplo, pero el hábito no hace al monje.

Fueron muchas las voces que comenzaron a señalar a Maximiliano García Betanzos con su nuevo cargo (ni tan nuevo, ya lleva por lo menos seis meses), al principio, como en este espacio, tratando de encontrar razones como para entender su elección y después, todos vinieron con señalamientos por su pasado, que siempre estuvo a la vista y tuvo que ser un conflicto con un periodista, lo que terminara de abrir la cloaca y que llamara más la atención.

Sería un sueño que la atención la atrajera por un proyecto ambicioso, que pretendiera cambiar muchas malas tendencias en las organizaciones deportivas, encontrar los espacios para que los jóvenes puedan encontrar momentos de distracción y que les entregue beneficios a la salud y así, podemos enumerar de nueva cuenta lo que se podría pretender; después, el simple hecho de pensar que inicia una trayectoria en la política ya da mucho qué pensar, porque a resumidas cuentas, es un hecho que puedes contar con una muy buena imagen, pero después se trata de ver con quién te rodeas para cumplir con tus encomiendas y resulta que ni por lo menos tienes un equipo, alguien más lo hizo por ti.

Ver a Max García Betanzos intentar finalizar una carrera de 5K no es para nada malo, pasa que si lo hace como consecuencia de las críticas que ha recibido por su estado físico, debe recordar que a Jorge Cuesy jamás se le vio intentando algo así, pero el ex director del Indeporte se le reconocen dos cosas, su capacidad de gestión y su amor por el voleibol.