La Columna: Sin perder vigencia
Era cuestión de tiempo, porque en infinidad de casos se ha demostrado que, en la actualidad, estrechar relaciones mediáticas con tal de mantener una imagen impoluta, o mejor dicho, buscar un contrapeso respecto a la información negativa que puede tener un servidor público en redes sociales, seguramente te llevará a andar por un callejón que es oscuro, peligroso y del que se debe andar de puntillas, cualquier error que se cometa a partir de ahí, será el argumento perfecto.
Que un servidor público haga alianzas con un sector que no es el de su ámbito, manteniendo ese tema tan de moda que son las “relaciones comerciales”, que se traduce en el intercambio de dinero por servicios, crea un campo del que ya va a ser muy complicado salir, el que recibe sabe que hay y que deberán cubrir sus servicios siempre, porque cuando deja de pasar, esos mismos servicios se encargan de ir en contra y es ahí donde radica el peligro. En tiempos electorales ya ni le cuento.
Que haya temas que parecían cerrados y que cobren vigencia, habla de una situación real, se acabó una relación comercial y ahora toca sufrir; podríamos hablar de un asunto de administración, pero cuando el servidor público ha sido malo y tiene demasiado sobre sí, estarán detrás, porque en la actualidad la sangre se huele a distancia y se alista la dentadura para atacar. La imagen impoluta está en peligro.
Quizá si ya se ha decidido inclinarse por una estrategia de este tipo, lo ideal es manejarse en el campo que podría tener más credibilidad, el que tiene tu entorno y no con los “peces grandes” que pueden estar más maleados y no tienen el impacto que necesitan, porque su tarea es otra; cuidarán al “cliente” mientras pague, después, ya se comenzará a luchar en otro espacio.
No hay dinero que alcance, además, cuando no se han cumplido expectativas en el cargo que se le puede encomendar a alguien, cuando ha sido un camino lleno de tropiezos, cuando lo que te sostiene no es tu capacidad, menos tu imagen sino cuestiones de otro tipo, que tienen que ver con nexos a otro nivel; mientras, quienes deberían sentirse cómodos y seguros, que son la población a la que debe atender el servidor público en cuestión, se entretiene leyendo en redes lo bueno, pero mucho más lo malo.
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