La Columna: Un béisbol mancillado
Imaginen cómo está el nivel del béisbol en la capital chiapaneca, que a alguien de Guerrero y uno de Oaxaca, les interese más la maltratada que le dieron al “Panchón Contreras” el fin de semana, que a los mismos beisbolistas de la capital y es bien sencillo, como parece que el béisbol dejará de ser el deporte de moda y todo volverá al futbol, ya hay muy pocos interesados en ese escenario.
El inmueble sigue bajo el resguardo del Instituto del Deporte y si alguien lo tiene en comodato, evidentemente ya no le debe interesar, porque ya tiene meses que no es escuchan aquellas voces efusivas que armaron una mesa directiva para reorganizar la liga.
Esas ganas se esfumaron y es simple, quienes encabezaban aquel movimiento, no hacían más que andar quedando bien con el cabecilla del “equipo ganador”, que también tiene mucha afición por el béisbol, que le gusta la “esquina caliente”, pero que desde que se hizo a un lado (o lo hicieron, nadie sabe), sus fieles seguidores han dejado hasta de limpiar Puerto Arista.
Pero bien, ya que los desertores del equipo ganador se autoexiliaron bajo las faldas del “guinda” morenista y el segundo piso de la 4T, para ver que puedan perpetuarse en alguna dependencia, el béisbol quedó en el olvido y el fin de semana pasado, su escenario principal se volvió a convertir en el escenario de un evento culinario, que contó con espectáculo y todo bien, el tema es el estado en el que quedó el “Panchón” que lejos de albergar un juego de béisbol, está listo para que alguien vaya y tire maíz para que salga milpa, con los surcos que dejaron los camiones que ingresaron para montar ese espectáculo.
Sí, seguro loes desertores del “Equipo ganador” leerán esto y sabrán que su pose por el béisbol fue tan pasajera, como sus intenciones de ser beisbolistas. Una cosa es que te guste y otra que de verdad intentes hacer algo por ese deporte, que sigue evidenciando cada vez menos seguidores y practicantes.
Primero habría que buscar ordenar la asociación estatal; después, ver la liga en Tuxtla y una escuela formativa, pero eso requiere trabajo que no es remunerado y realizado por gente que sepa. Porque cuando el tema es más político, todos son precursores, cuando se terminan las aspiraciones, se les acaba el amor por el rey de los deportes.
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