La Columna: Una rebelión complicada

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La que emprendieron los equipos de la Liga de Expansión, por lo menos 10 de los 14 equipos que se agrupan en dicha categoría, decidieron contratar un abogado que llevó ante el TAS, una solicitud de intervención para que en México vuelva el acenso y descenso, que desde hace cinco años no existe en nuestro país.

Es una lucha compleja, pero que nadie puede negar, tiene un espíritu de justicia, aunque en el proceso existan diversas situaciones en las que, algunas de estas escuadras, únicamente van acompañando al resto. No todos los que firman esa petición, estarían certificados, pero no les queda más que agruparse, o se quedarían en el limbo.

Ya se había anunciado que la Federación Mexicana de Futbol adelantó hace algunos meses, que el tema del ascenso y descenso iba a entrar a revisión para 2026, pero si estos equipos decidieron no esperar e ir de una vez, debe responder a que no ven posibilidad de que esa “promesa” se cumpla. La situación en la Liga MX no está sencilla, Grupo Orlegui tiene una crisis importante, en Grupo Pachuca no están contentos en cómo se operó en su contra para el Mundial de Clubes y que, principalmente, no existió un respaldo institucional y muchos equipos siguen sin encontrar rumbo, a pesar de compromisos de venta, como es el caso de Puebla y Querétaro.

Es una lucha que va a traer más tema, por ejemplo, la venta que todavía quiere realizar Cimarrones, que, sin jugar en este ciclo deportivo, firmó ese documento, como parte de unas 12 franquicias que tienen el apoyo económico de la Liga MX; además, se unió Tampico, que hasta el momento tiene la invitación para seguir en la categoría, pero no vaya a ser que limiten la participación después de este tema.

Hasta el momento, le Femexfut no ha emitido comentario sobre el tema, salvo afirmar que no tienen ninguna notificación del TAS con relación a este tema, pero seguro lo tendrá pronto y a partir de ahí, seguro habrá movimientos que serán para reprimir a estos “revoltosos” que se atrevieron a pedirle a una autoridad, algo que le han negado en México, pero sin dejarlos abandonados, porque la ayuda económica no ha faltado.