La huella mercedaria en Chiapas: fe, arquitectura y memoria que perdura en el tiempo
- NOÉ JUAN FARRERA
- 26 sept
- 2 Min. de lectura
Tuxtla.- La presencia de la Orden de la Merced en Chiapas constituye un capítulo relevante en la historia cultural y religiosa del estado, con un legado que perdura hasta la actualidad. Fundada en 1218 en Barcelona por Pedro Nolasco, la Orden de la Merced nació con la misión de redimir a cautivos cristianos durante la Reconquista, caracterizándose por sus votos de pobreza, castidad, obediencia y redención, este último considerado uno de los más singulares, pues los frailes se comprometían incluso a entregar su propia libertad a cambio de la de los prisioneros.

En 1536, los mercedarios llegaron a la entonces Ciudad Real, hoy San Cristóbal de las Casas, estableciendo el Convento de la Merced bajo la guía de Fray Pedro Barrientos y Fray Pedro Benítez de Lugo. Aunque su permanencia inicial fue breve, retornaron en 1624 y permanecieron en la región hasta 1859, cuando las reformas liberales provocaron la salida de varias órdenes religiosas del país. Su huella quedó plasmada no solo en la espiritualidad de la época, sino también en el patrimonio arquitectónico que aún resguarda Chiapas.

El Ex Convento de la Merced, hoy Museo del Ámbar de Chiapas, es uno de los testimonios más importantes de esta herencia. Construido en el siglo XVI, ha fungido como cuartel militar, cárcel municipal y, desde el año 2000, como museo dedicado a resguardar y difundir la riqueza del ámbar chiapaneco. Su arquitectura colonial y su historia lo convierten en un referente cultural y turístico, atrayendo a visitantes nacionales e internacionales. La influencia mercedaria en Chiapas ha sido objeto de reflexiones y debates. A diferencia de franciscanos y dominicos, la Orden de la Merced heredaba un espíritu bélico de la Reconquista, lo que marcó su papel en la evangelización de los pueblos originarios, en ocasiones más cercano a lo político y estratégico que a lo pastoral.

Esta dualidad ha dejado una huella compleja en la memoria histórica del estado. Cada 24 de septiembre se celebra a Nuestra Señora de la Merced, en la fe católica, cuya devoción sigue viva en distintos rincones de Chiapas. La Virgen de la Merced es reconocida como patrona de los cautivos, las cárceles y las instituciones penitenciarias, lo que refuerza el vínculo entre la tradición mercedaria y el acompañamiento espiritual de quienes han perdido la libertad. En la entidad, esta fecha se conmemora con actos religiosos y culturales que recuerdan tanto la fe como el legado histórico de los mercedarios. .
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