- ALEJANDRA OROZCO
La Reliquia de la Santa Cruz, ¿la conoces?
Tuxtla.- Este viernes se conmemoró a la Santa Cruz, y no hay lugar en Tuxtla que la celebre con más devoción que Terán, ahÃ, esta tradición data de 1906, ya más de 100 años venerando a la figura que representa a los católicos y es sÃmbolo de la fe que tiene el pueblo creyente, donde desde temprano, entonaron las mañanitas, llevaron somés, y muchas coloridas réplicas de cruces para su bendición, ya que adornan las construcciones y protegen a sus trabajadores.
Platicando con quienes laboran en el templo y acudieron a la fiesta, nos dicen que esta parroquia resguardaba una reliquia valiosÃsima, que en el año 2000 fue traÃda a la ciudad para que la apreciara la feligresÃa: una astilla de la cruz donde falleció Jesucristo, traÃda por don José Trinidad Sepúlveda, primer obispo de la diócesis, está inmersa en un relicario, con la más alta protección, al tratarse de un objeto de devoción y amor a Dios.
Originalmente, se exhibÃa en el templo ubicado en la planta alta de la iglesia de la Santa Cruz, ahora está abajo, accesible para todos, se puede observar a través de una lupa ya que es diminuta, como un grano de arroz, y es de las pocas iglesias que a decir de sus fieles, cuentan con un objeto de este tipo, dicen que ya se la han intentado robar, por eso estaba en una especie de caja fuerte, pero sigue siendo parte del tesoro de los teraleños.
Sobre la relación de este sÃmbolo con los albañiles, dicen los historiadores que la reina Santa Elena, madre del Rey Constantino, comenzó a buscar todos los objetos relacionados o tocados por Jesucristo, y que en una antigua construcción se encontró la cruz donde crucificaron a Cristo, de ahà aludirÃa ese festejo, de acuerdo con la tradición oral.
Otro elemento clave de la festividad son las hojas de Espadaña, parte de la mezcla entre la religión católica y las creencias prehispánicas del México antiguo, ya que ambas creencias se unieron para adorar a este sÃmbolo religioso: dicta la tradición que los hojeros celebran en su cofradÃa el dÃa 26 de abril por la noche, para salir muy temprano del dÃa 27 para el cerro del ‘estoraque’, en el municipio de Jiquipilas, regresando el 29 a Terán, para asà el 1 de mayo realizar el paseo tradicional de hojeros, madrinas, padrinos, con una conglomeración de 500 personas para entrar a la parroquia de la Santa Cruz de Terán y que vuelven a llegar en el mero dÃa de la fiesta.
La cultura zoque no se queda atrás, con la tradicional misa de ejidatarios, los somés y las enramas de flor de mayo, especiales para esta ocasión, las comideras también se preparan y desde temprana hora reparten pan, café y tamales, también dan de desayuno barbacoa, luego se ponen a hacer la comida que darán a todo el que asista: putzatzé, un guisado de vÃsceras de res espesado con maÃz, asà como el caldo de res, el pozol blanco y de cacao para refrescar a los asistentes a esta fiesta de color y tradición, que lamentan, se está perdiendo y cada vez es menos llamativa.
Es por eso que este año, tiraron la casa por la ventana para tratar de recuperar la gloria de otros años para este festejo, con marimbas, grupos musicales, verbena, la costumbre zoque y las celebraciones religiosas, es una de las tradiciones más queridas y atesoradas por los habitantes de esta latitud de la capital, y esperan rescatarla y preservarla para las nuevas generaciones.