Lo mejor del clausura 2025 de la Liga MX J10;Chivas se aprovecha de Pumas

AGENCIAS
2 mar
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Chivas rescató un triunfo ante Pumas que fue oro puro. En un partido que agonizaba rumbo a un empate sin goles, Luis Gabriel Rey Jr. se vistió de héroe y aprovechó un rebote en el área para poner el 0-1 definitivo y así vestir la capital mexicana de rojo y blanco.

Pumas mostró garra con el impulso de la Cantera. El espíritu de los juveniles fue contagioso, pero las pocas variantes fueron evidentes y apenas causaron estragos en la meta del 'Tala' Rangel, quien no pasó mayores inconvenientes bajo los tres postes.

Chivas fue el más peligroso de la noche, pero poco efectivo. Luis Romo tuvo la primera de peligro con un disparo que Álex Padilla apenas desvió al travesaño. La zaga compuesta por puros juveniles de la Cantera felina respondió y se mantuvo a la altura pese a la presión insistente de los Rojiblancos.

Además, la comunión con la afición fue evidente. Muy rápido se olvidó el espíritu de Gustavo Lema en Ciudad Universitaria y el impulso que Raúl Alpízar dio a los canteranos ayudó para que todo fuera aplausos pese a los sombríos intentos de ataque.

Padilla no fue ni la sombra de las últimas dos jornadas y tuvo atajadas importantes. De igual forma, 'Chicharito' Hernández puso, en el primer tiempo, un cabezazo desviado y, en la parte complementaria, un remate en el travesaño.

El ariete mexicano llegaba con ganas, intentaba, pero solo lograba lamentarse en el césped un par de ocasiones. Con las manos en la cabeza y de rodillas fue como Hernández ahogó la frustración por no marcar el gol que tanto anhelaba.

Además, la confusión en el banquillo de Chivas permeaba. Sin Óscar García, pero sí con Francisco Ruano, así como Pepe Meléndez fue como los tapatíos intentaban calmar a una afición que luce urgida de un triunfo.

Los minutos finales fueron todos de Chivas. Pumas se guardó para un contrataque que les diera la posibilidad de arañar los tres puntos, pero con ocho bajas y un técnico que tuvo dos días de trabajo, el punto fue un suspiro en medio de la tormenta. Desde las alturas de un palco, Efraín Juárez ya veía a sus nuevos pupilos y asimilaba el reto que tenía por delante.