- ALEJANDRA OROZCO
Se retira tras una vida como enfermera
Tuxtla.- María Eugenia González Chacón, mejor conocida como "Kenny", es una enfermera que ama su profesión. Hoy se jubila, luego de 36 años de servicio llenos de experiencias buenas y malas, pero que la han forjado como persona.

Kenny empezó su formación en 1982, termina la carrera en 1985 y un año después, inicia su servicio social, a partir de ese momento inicia su carrera, pasando por el IMSS como trabajadora adscrita, luego al ISSSTE, estuvo presente en la fundación del ISSSTECH y terminó en el Pascacio Gamboa.
"Para mí la enfermería nació por una necesidad, yo quería estudiar algo y mis padres no me lo permitían, por ser mujer me decían que buscara un buen marido y me casara, sin embargo yo sabía que tenía que estudiar algo y ser alguien y ahí nació, me dieron la opción de estudiar enfermería porque estaba a ocho cuadras de mi casa la escuela, y es por ello que me fui a enfermería, pero yo le agradezco a Dios por esta oportunidad que me dio, porque si vuelvo a nacer, volvería a ser enfermera".
Para ella, sus compañeros son su segunda familia, cada centro de trabajo ha sido un segundo hogar, está sumamente satisfecha con lo que ha sembrado y se lleva innumerables experiencias de vida, de trabajo y de humanidad.

"La sonrisa que me ha otorgado cada persona, cada paciente después de haberle otorgado mis cuidados, el gracias que me han dado y verlos que salen por su propio pie y se incorporan a la sociedad, a sus trabajos, a su vida, a su familia; tener neonatos y entregárselos a su mamá para que ella los siga cuidando; también me llevo los que con mis compañeros he disfrutado, cuando hemos cooperado, lo que hemos llorado juntos, y los que se me han adelantado, el recuerdo de ellos está presente conmigo”, narró.
Después de 36 años de servicio, sabe que el deber está cumplido, se siente emocionada por saber que llegó a este momento, y no le resta más que la satisfacción y la bendición de poder decirles gracias por todos los momentos.
“Estoy agradecida por esos momentos que tuve, que disfruté a su lado, que sufrí a su lado, gracias también por esos pacientes que tocaron mi vida y que he tocado la vida de ellos, gracias a todos mis compañeros que han sido parte de mi vida, porque esta es mi segunda casa", dijo.
Para las nuevas generaciones en formación, les quiere pedir que lo que hagan, lo hagan con amor, entusiasmo, cariño, pero sobre todo responsabilidad, ya que la enfermería no es Ada más estar vestida de blanco, sino tener la responsabilidad de otorgar los mejores cuidados que se puedan.
“Tenemos las herramientas para hacerlo, falta que las conozcamos y apliquemos, lo que hagan háganlo bien, con cariño, amor y responsabilidad”, finalizó, contenta y visiblemente emocionada de poder culminar una etapa de su vida de la mejor manera.
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