El Séptimo Arte del Sie7e: Soy Frakelda de Arturo Roy Ambriz
- EDDIE RINCTOYA
- hace 8 horas
- 3 Min. de lectura
Cada historia que escribo lleva mis palabras, pero también mi sombra, mis miedos y la promesa de que quien esté leyéndome me nombre eterna una vez más.

A lo largo de la historia, hay personas que buscan aquello que dé significado a su vida. A veces sucede a través del deporte, la ciencia, la comida… pero en el ámbito del arte, siempre he pensado que quienes luchan por él lo hacen con una pasión tan profunda que sueñan con plasmarla en su realidad.
Hoy, en los cines de México, se proyecta una pelÃcula que seguramente nació en el mundo de los sueños – o, mejor dicho, de las pesadillas – para que ahora podamos verla todos, juntos, en una sala oscura. Hablo de Soy Frankelda, de los hermanos Ambriz: la primera pelÃcula en stop motion completamente producida en México.
¿De qué trata?
La historia sigue a Francisca Imelda, una escritora mexicana del siglo XIX silenciada por los prejuicios de su época. Aislada y atormentada, es visitada por un prÃncipe espectral que la guÃa en un viaje donde deberá enfrentar a los monstruos que ella misma ha creado. La lÃnea entre lo real y lo imaginario se difumina en un relato lleno de misterio, belleza visual y crÃtica social.

Sus directores
Arturo y Roy Ambriz son directores, productores y guionistas. Fundadores del estudio Cinema Fantasma, se han enfocado en la producción de animación stop motion en México. Su trayectoria es una mezcla de pasión artesanal y visión autoral, que culmina en Soy Frankelda como su ópera prima cinematográfica. Han colaborado con marcas como Cartoon Network, Nickelodeon y HBO Max, pero siempre manteniendo su estética propia.
En Soy Frankelda
Descubrimos por qué realizar una pelÃcula en stop motion es una de las técnicas de animación más complejas y desafiantes. No solo el tiempo se vuelve más lento y a la vez fugaz cuando lo vemos en pantalla, sino que proyectos como este se abre un mundo nuevo, visualmente absorbente, donde la imaginación se vuelte tangible. Eso ocurre con Soy Frankelda donde el equipo detrás de Cinema Fantasma y los hermanos Ambriz logran construir un universo lleno de dedicación y pasión.

Al ver la pelÃcula, no solo observamos los increÃbles sets, sino también los personajes que lo habitan. Se construyeron más de 50 escenarios y 100 personajes a mano, mucho de los cuales evocan la cultura mexicana, como si fueran una especie de alebrijes que viven en un mundo de pesadillas creadas por quienes lo sueñan. Es posible que algunos personajes tengan más desarrollo que otros, o que en ciertos momentos se presenten tantos que puedan saturar a algunos espectadores.
La pelÃcula añade dos elementos interesantes: un idioma ficticio llamado Enkárik, que forma parte del universo de los sustos, y una serie de canciones que por momentos convierten a Soy Frankelda en una pelÃcula musical, aunque sin caer en el exceso. Ambas aportaciones enriquecen la experiencia. En lo personal, mi momento favorito fue la secuencia de la canción El prÃncipe de los sustos, por su combinación de personajes, colores y atmósfera.
Soy Frankelda nos recuerda cómo, a veces, las personas que nos rodean nos juzgan sin saber quiénes somos. Nuestras pasiones no pueden explicarse si nadie las ve y, sin embargo, quienes no las comprenden son quienes más nos apagan. En esta historia, Frankelda y Francisca Imelda luchan contra eso. Para ellas, escribir y crear historias es su forma de sentir, de existir más allá de la vida. Ese mensaje convierte a la pelÃcula en una obra positiva.
Es cierto que algunas partes de la historia pueden resolverse de forma rápida o no alcanzar una profundidad mayor, pero eso no le resta valor al conjunto ni a la emoción que transmite.
En recomendación
Soy Frankelda, que tomó cuatro años en realizarse, se ha convertido en una pelÃcula que está pasando de boca en boca. Desde el apadrinamiento de Guillermo del Toro hasta el entusiasmo del público, es una obra que contagia el amor por la creación. No me queda más que recomendarla, invitar a ver también su universo extendido en la serie Los sustos ocultos de Frankelda (disponible en HBO Max), y recordar que apoyar el arte mexicano es apoyar historias que valen la pena.





