Tamales de hoja de milpa: el sabor ritual y comunitario de Chiapas
- NOÉ JUAN FARRERA
- 24 sept
- 2 Min. de lectura
Tuxtla.- Los tamales de hoja de milpa de Chiapas son mucho más que un platillo, pues representan una expresión cultural, agrícola y espiritual profundamente ligada a la identidad de las comunidades rurales del estado. Esta receta, transmitida de generación en generación, se distingue por su sabor auténtico y su simbolismo en torno a la milpa, considerada el corazón de la vida campesina.

Su preparación inicia con la masa de maíz nixtamalizado, batida con manteca de cerdo y sal, a la que se agrega carne de cerdo curtida en jugo de limón y una salsa espesa a base de jitomate, chile chimborote rojo, sal y un toque de masa. Todo se envuelve cuidadosamente en hojas de milpa, previamente remojadas y lavadas, cuya fragancia campestre otorga un sello único al tamal. La técnica del doblado es fundamental, pues garantiza que la masa no se rompa y conserve su textura perfecta al cocerse.

Más allá de su valor gastronómico, los tamales de hoja de milpa poseen un profundo significado simbólico. La hoja que los envuelve es representación del ciclo agrícola, la autosuficiencia, la abundancia y la estrecha relación del ser humano con la tierra. Su elaboración no solo es culinaria, sino también comunitaria y ritual: en Tuxtla Gutiérrez, por ejemplo, suelen prepararse colectivamente durante fiestas patronales y celebraciones religiosas, especialmente en honor a las Vírgenes de Copoya.

Degustar un tamal de hoja de milpa es, en esencia, acercarse a la cosmovisión chiapaneca, donde la cocina se convierte en un puente entre lo sagrado, lo cotidiano y lo festivo. Para los visitantes, probar este platillo es descubrir un pedazo del alma rural de Chiapas, donde el maíz sigue siendo símbolo de vida y abundancia.

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