Tony Gómez, del barro al arte
- ALEJANDRA OROZCO
- hace 44 minutos
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En esta ocasión nos engalanó con su presencia el escultor Tony Gómez, quien justo acaba de impartir un taller al que llegaron muchas personas, cada que empiezan los talleres, trata de conversar un poco con las personas sobre qué materiales han usado, algunos eran pintores, otros no habían tocado en su vida jamás nada, no se habían acercado a las artes, fue bien curioso, porque se soltaron más las personas que no habían tocado en algún momento, pero sí recordaban que cuando eran niños jugaban con el barro, con plastilina, con cualquier cosa, e iban haciendo sus creaciones.

“Una chava en particular, que estaba muy ansiosa de empezar, me dijo, la verdad, no sé si me va a salir porque jamás he tocado nada, he dibujado, he hecho pintura, pero algo tridimensional jamás, le digo, vamos a hacer algo bidimensional, a dibujar sobre el barro, es que tienes que conocerlo, nosotros usamos diferentes barros de aquí de la región, el primer acercamiento que tuve con este material fue con mi papá, él es escultor también, yo ya soy de la segunda generación”, relató.
Tony se acuerda que veía a su papá trabajando en el taller, su mamá es maestra de danza, se iba a trabajar y su papá se quedaba, y se preguntaba por qué su papá no trabajaba, era como que se quedara jugando todo el día, ya después fue creciendo y dándose cuenta que era un trabajo, es un oficio también.
“Hemos tratado de conservar todos los métodos y toda la estética de la cerámica tradicional, porque surgen diferentes materiales, diferentes técnicas de cerámica de alta temperatura, pero nosotros nos enfocamos en la cerámica de baja temperatura y todos los métodos tradicionales, nosotros quemamos con leña también, porque siento que como que el fuego también va dibujando sobre la cerámica, cuando sacas una pieza, ves las llamaradas que le tocaron de un lado y que del otro lado no, cuando ya llega a una buena temperatura el horno, se hace como un torbellino, entonces empiezan a surgir cosas muy interesantes, el mismo fuego puede decir algo”, señaló.
Así, se mezcla la tierra de la forma que le quieras dar y el fuego, ellos tratan de darle un valor agregado a eso, que a pesar de que ya llevamos más de 10 mil años con la cerámica a nivel de la humanidad, traerlo a ideas contemporáneas, pero conservando la estética, de hecho, la primera pieza que hizo, la tienen en la sala, en la que dibujó un árbol, un sol y una casa, después la pintó y le puso un ganchito para colgarla, quizá tenía como cinco años cuando hizo esa pieza y ahí está.
“Como cualquier niño que le encanta mancharse de barro o de cualquier cosa, me fui mezclando también, ya después fui transformando mis juguetes, les agregaba detalles distintos, por ejemplo, armaduras, usaba el barro, se las iba pegando ahí, así fue mi primer acercamiento, ya después fui creciendo un poco más y me alejé un poco, porque entré en la etapa de lo rebelde, por así decirlo”, mencionó.
Consideró que es algo que se va quedando rezagado, por eso hay que puntualizarlo más con los jóvenes, con los adolescentes, en su caso, lo dejó un tiempo, dijo que no se iba a dedicar a esto porque es muy difícil, y mucha gente le decía eso, su mismo padre le decía, es dificilísimo, pero más adelante siguió trabajando por hobby y se enganchó, hubieron piezas que le surgieron, la soltura, a veces hasta el barro tiene personalidad, depende de la región de donde lo recojas se seca más rápido, tarda más de secarse.

“Yo soy de aquí, de Tuxtla Gutiérrez, mi papá es de Villaflores, pero mi mamá es de Zaachila, Oaxaca, tengo la mezcla de los dos espacios, entonces me he nutrido un poco de la cultura de Oaxaca también, todos los años, dos, tres, las veces que pueda ir, tenemos muchísimas cosas en común, yo creo que aquí en Chiapas, artistas, cultura y estética, no le pide nada a Oaxaca, simplemente han pasado cosas que no han pasado aquí, y tenemos que estudiarlas un poquito, porque siento que Chiapas tiene un potencial increíble, artistas, naturaleza, tenemos tela de dónde cortar”, consideró.
Respecto a los diferentes tipos de barro, no tienen que ver tanto las alturas, a la hora de trabajar sí, tiene que ver mucho la atmósfera, el clima donde estás trabajando, cuando hace mucho calor, la pieza tiende a secarse más rápido y trabajas más rápido, cuando está siendo la temporada de lluvia, trabajas muy lento porque el barro también absorbe humedad del aire, del viento, de la atmósfera, entonces es un poco más lento, el barro es como esa sustancia que te enseña a tener mucha paciencia.
“Justamente hablando de las personas que asistieron al taller, hubo una chava que empezó a trabajar una pieza que dije, wow, órale, la levantó muy rápido, era una pieza de un hombre parado y la levantó súper rápido, vi como que se empezaba a ir de un lado y dije, es que está muy pesada, hay que quitarle un poquito de peso, vamos a escarbar, y dijo, órale, el chiste es que ya estaba a punto de terminar su pieza, me voy a checar las demás y cuando regreso, ya estaba deshecha, me dijo, no, maestro, discúlpame, es que me desesperé, vimos cómo agarró y de un golpe la deshizo, pero es que también es una especie de terapia, te vas conociendo y es una sustancia, un ente que tienes que entenderlo también, tienes que conocerlo, y el mismo barro te va a conocer”.
Su producción de obras es continua, tiene que estar produciendo, muchas personas dicen, es que le llegó la inspiración y empezó a hacer obras, él no funciona así, la inspiración llega trabajando, observando, yendo a exposiciones o tal vez viendo una película, pero tu mente tiene que estar maquilando, tiene que estar en funcionamiento para que vayas desarrollando una idea.
“Siempre me pasa que hago bocetos y digo, me gustó este, vamos a empezar esta obra, empiezo a subirla, pero cuando ya voy a la mitad, como que cambia, empiezo una especie de improvisación, pero el mismo barro hace otras formas, dependiendo de la luz también, voy viendo formas diferentes a la original y digo, a lo mejor por este lado puedo encontrar algo más interesante, empiezo a cambiarla y resulta otra cosa totalmente diferente a la que yo había boceteado, siempre me ha pasado eso”, describió.
Muy pocas obras quedan fieles al boceto, a menos que sean pedidos especiales, que casi no le gustan por lo mismo, porque se vuelve muy monótono estar copiando algo que a fuerza tiene que ser, sí lo hace, por necesidad, porque tiene que comer también, pero trata de que sea algo que venga de él, de eso se trata, de ir sacando ideas, de no traicionarte a ti mismo, ir sacando lo que tienes dentro, su profesión es difícil, no puede dedicarse 100 por ciento a esto.
“Del aplauso todavía no vivimos, pero fíjate que también los aplausos alimentan el alma de artista, que te compren obra, mucho más, por suerte, mi obra ha gustado, hay muchas personas que me han comprado bastante obra, de hecho, en el taller casi no tengo obra, porque mucha está girando en exposiciones, o las tengo en galerías de amigos”.
Actualmente, tiene una exposición con su amiga Silvia y Luz, se llama Lux Galería, está en el restaurante La Mansión, al lado del Marriott, tiene obra también en Coraza, Chiapa de Corzo, en Filosofía Sanitaria de Jorge Zamorano, en Comitán, Nanishaw, se llama la galería, muchas son de personas privadas, en sus casas, mucha obra fue su albacea Freddy López Arevalo, que recientemente falleció, él le compró mucha obra, Isaín Mandujano, muchos periodistas, pero tiene obra en diferentes partes privadas, y eso es lo que también va ayudando como artista, tal vez ahorita no puede dedicarse 100 por ciento a esto, pero esa es la idea en un futuro.
“Eso mismo sueño, tener una galería propia y exponer ahí, yo siempre he dicho que el artista debe tener tres líneas, la comercial, la que se desarrolla, la intelectual, por así decirlo, la de experimentación, la de proyectos, ahorita tengo un proyecto que estoy desarrollando donde voy a mezclar música, danza y escultura, consiste en hacer un árbol de barro y las ramificaciones van a ser tubos de diferentes grosores y tamaños, que con el paso del viento, empiece a sonar, cada uno va a tocar una diferente nota, entonces, ponerlo en algún lugar y hacer una especie de improvisación con músicos, jazzistas o música ancestral, instrumentos hechos de barro”, adelantó.
Añadió que es importante pensar en tener las tres mismas líneas y no dejarte vencer por tus miedos o por tus angustias de, ¿será que me la van a comprar? ¿Será que sí sirve mi obra? A veces te llega ese síndrome del impostor, y el chiste es no soltarlo que te gusta, si lo estás disfrutando, ahí es, no hay manera de que te quites eso y si lo dejas de hacer, no vas a ser feliz, no vas a realizarte como ser humano.
“Las redes sociales sí me han ayudado, el problema es que también se necesita una estructura para seguir redes sociales, tal vez tú crees que subiendo una hora ya, hay que subir material constantemente, pero también hay que ver diferentes factores, en qué horario lo publicas, si le estás dando difusión, si le estás metiendo publicidad, qué contenido, hacia quién va dirigido, son muchas cosas que tal vez uno como artista no sabe”.
También comentó que lo más difícil del artista es saber cuánto vas a cobrar por tu obra, a veces regalan su trabajo porque dicen, me gasté 300 pesos en material, entonces lo cobro en 600, pero no le agregan la idea, que es lo más caro, apenas le tocó un chavo que ya le había comprado obra, es un cliente y amigo también, y le dijo, quiero una escultura de tamaño natural, al chavo no le falta nada, tiene una buena casa, le dio un precio y le dijo, no, está muy caro, bájale, cuando él sintió que lo estaba dando barato, nada más porque le había comprado obra, le bajó un porcentaje, pero quería que le bajara más y le dijo, así no puedo trabajar, porque ¿cuánto le gano?

“Ahí en la escuela de artes deberías de dar un poco de eso también, de economía, hablando otra vez de Oaxaca, si vas a Oaxaca a regatear, olvídate, te tumban a palos, qué diferencia cuando yo doy precio allá en Oaxaca, me dicen, está caro, pero yo sé que el arte no se regatea, vamos a hacerlo, tenemos que evolucionar en esa parte todavía, saber qué está pasando”, consideró.
Consideró que el barro es una metáfora, un niño siempre piensa en jugar y en hacer, lo que a él le gustaba mucho eran también los animales, tal vez pensó en ser veterinario, pero también le gustaba la construcción, entonces decía, me gustaría ser arquitecto, ser ingeniero, estar en la construcción, ya más adolescente le empezó a gustar la filosofía, la astrofísica le encanta, es apasionado de la lectura de la astrofísica, pero es muy tedioso estar sentado mucho tiempo estudiando, leyendo con números, ahí fue donde descubrió y lo atrapó el barro.
“Fue como que, puedes hacer construcción, también le metes matemáticas, tienes que saber un poco de química, porque también puedes pintar en el barro, qué colores, también como que dije, aquí está todo, le haces un poco de dibujante, matemático, químico, filósofo porque es un poco de terapia, me encontré con este material que era lo que estaba buscando”, relató.
Incluso, le han hecho propuestas de recubrimiento y básicamente es eso, hacer prototipos de construcción, pero no se mete tanto en eso porque necesitaría hornos más grandes, otro tipo de herramientas, preferiría ir a una bloquera con su diseño a que lo reproduzcan, se puede hacer pero se requiere tiempo y muchas cosas, por eso ahorita está más enfocado en trabajar en ideas y en su obra.
“El balance que estoy haciendo es eso, tratar de enfocar lo poquito que sé y transmitirlo, en ese dar también recibo, al mismo tiempo me voy conociendo y la dinámica de la cerámica, siento que la voy abrazando, queriendo más y haciéndome el hombre de barro, hasta por el color de mi piel, me encanta, es una búsqueda que dejé un tiempo pero cuando la retomé fue muy reveladora”.
A sus 36 años, señaló que está en una etapa de introspección, mientras antes empieces mucho mejor, y seguir construyendo esto, que la gente voltee a ver este material, que vea que en Tuxtla tenemos el material a disposición, su taller se ubica en la Privada de la 11 sur, cerca del libramiento, entre enero y marzo están ya pensando en el próximo taller, que podría ser en parejas, en el mes de febrero.
“Tuvimos también un taller para niños, y había dos que eran muy inquietos, yo ya les había dado clases, empiezo diferente con ellos, primero estamos parados dibujando con el barro, pero ellos estaban impacientes y dije, hay que canalizarlo, entonces los puse a amasar, y estuvieron duro y duro, luego empezamos a sentir el barro, estaría interesante armar un taller padres e hijos, hay gente que le encantó tanto, no tenemos talleres permanentes porque luego hay mucho trabajo y los tiempos no dan, pero organizándonos bien podríamos armarlo, mucha gente ha preguntado”, detalló.
Para este 2026, confesó que quiere desarrollar los proyectos ya mencionado, sus talleres y una exposición en Oaxaca, le han dicho que le va a costar porque allá son celosos, pero ya conoce a la gente de allá y además tiene sangre oaxaqueña, no está diciendo mentiras; cuando se ve al espejo, admite que tiene sus detallitos, pero va avanzando poco a poco, siempre hay que levantarse, darse un baño, leer algún libro o noticia y estar al tanto de lo que está pasando a tu alrededor para que conozca un poco de tu entorno, esta introspección y estar alerta, síguelo como Robert Gómez en Facebook, Tony Gómez en Instagram y Tony Gómez Mud en TikTok, aún está en proceso, subiendo todo lo de sus talleres.









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