“Un buen gobierno solamente puede existir cuando hay buenos ciudadanos…

Los historiadores dicen que los pueblos que no recuerdan su historia son incapaces de forjar su futuro. Por tal razón y aunque a veces podemos ser repetitivos debemos hacer un repaso breve. Por eso el 20 de Noviembre de 1910 es cuando se dio comienzo al conflicto armado en nuestro país, más conocido luego como la Revolución Mexicana, “acontecimiento político y social más importante del siglo XX“. Después de 34 años de ejercer poder en el país, los logros de la dictadura del general oaxaqueño, Porfirio Díaz (Porfiriato)perdían toda credibilidad y comunión social. Los altos costos económicos y sociales durante el gobierno conllevaron a una oposición política que comenzó a principios del siglo XX. El opositor más importante fue Francisco I Madero quien realizó varias giras al rededor del país con el propósito de formar un nuevo partido político que pudiera competir en las elecciones, sin embargo, Díaz lanzó una nueva candidatura para la presidencia y Madero fue arrestado en San Luis Potosí por sedición.

Ahora bien pareciera que solo pasaron un par de años (108), porque la realidad en nuestro país pareciera ser una barco a la deriva, nada queda de aquellos logros forjados por la sangre de nuestro compatriotas. Lo que más se destacó en aquella época fueron los beneficios a los sectores sociales y laborales; se lograron jornadas a 8 horas de trabajo, la implementación de un día de descanso semanal y el derecho a huelga. Si nos vamos más a fondo claro está que la reparticiones equitativa de la tierra expropiando a los latifundistas y entregándoles la propiedad de esta a los campesinos y aldeanos, quienes pasaron a convertirse en pequeños productores agrícolas y pecuarios, estos sucesos revolucionaron el país.

También comenzaron a destacarse temas como el arraigo de la nacionalidad, donde la clase más pobre comenzaron por sentir por primera vez, que no eran inferiores, y que eran tomados en cuenta, surgiendo el orgullo de ser mexicano, generando esto en el nacimiento de grandes escritores y artistas. Igualmente se logró establecer la clave de lo que pareciera ser una haz de Luz … La Democracia… respetando la independencia de los poderes públicos constituidos, y estableciendo la alternabilidad en la presidencia, dando de esta manera cabida al pueblo. Lo triste es que luego de más de 100 años pareciera que seguimos esperando quien sabe que más pueda pasar. La sangre derramada debe ser mínimo honrada y respetada, ya que una gran cantidad de víctimas, no solo deben ser un número.

Por cierto no existe un lugar exacto de dónde dio comienzo todo, de hecho, sería más bien injusto. Entre los rasgos latinos, y con gran fuerza en México, resalta el regionalismo, el amor y respeto a nuestro suelo de manera no negociable e irrefutable, por lo que en cada rincón del país esta fecha lleva consigo distintas costumbres u homenajes que se distribuyen en todo el país, desde la capital hasta los pueblos más pequeños.

Debemos festejar quienes somos, de dónde venimos y a donde vamos. Tenemos ante nosotros la oportunidad de festejar que somos nosotros mismos, en cuerpo y alma, con nuestros bailes y tradiciones. Si bien no hay una comida específica, es importante resaltar que los banquetes y ferias en la calle no sólo tienen comida y ya, sino también tacos, tamales y cada condimento y especialidad nacional adornamos las mesas de nuestros hogares y calles.  En cada rincón de nuestro país podemos escuchar mariachis y rancheras por doquier con gran carga de sentimiento, sin olvidar el Tequila, el infaltable Tequila que nos hace vestir de Charros por debajo de nuestra piel y nos ayuda a sentir el verde, blanco y rojo. ¡Qué viva nuestro ideales y nuestro futuro que juntos deberemos trazar! ¡Viva México!