Urgen autoridades competentes y responsables

En Chiapas parece que todo quedará pendiente, a la espera que la cuarta transformación se transformen en los mejores especialistas en efectos especiales y de la noche a la mañana; como por arte de magia comiencen a saldar desde las deudas más superficiales hasta las más profundas y arraigadas socialmente de nuestro querido estado, ya que los rezagos que envuelven a la institución pareciera una niebla que sega al mejor cazador nocturno.

Ahora la caravana que no tienen publicidad y mucho menos tintes políticos se congela en nuestra cartera y recorre nuestras entrañas sin que nadie de una solución definitiva.  Es aberrante e indignante que como población y como gobierno no se pueda dar solución a este tema. Eso sí, que no sean tiempos de elecciones porque todos recuerdan y se acuerdan de prestar atención a los invisibles. El tema ya traspasa si se les esta dando alimentos, resguardo, casas de campaña o medicina, el tema es darle una solución definitiva. Es hora de terminar con los grupos antagónicos y de una vez erradicar los males que nos afectan, de lo contrario tendremos una crónica de nuestro futuro pasado, que de seguro no nos llevara a ningún lado.

Los invisibles, los otros o mas conocidos como los desplazadas de los ejidos Puebla Chenalhó, Shulvó Zinacantán, Tenango y Cintalapa de Ocosingo, quienes participan en la caravana “Pies Cansados” es consecuencia de la indiferencia gubernamental, su incapacidad para resolver problemas y el abandono de las víctimas. El destino será desde San Cistóbal hacía la explanada central de la ciudad capital, Tuxtla Gutiérrez, donde nuevamente instalarán su plantón en protesta por el incumplimiento de acuerdos por parte del gobierno "sobre todo en lo referente al otorgamiento de los alimentos”.

El incongruente gobierno del Verde Ecologista, que hace sólo unas semanas salió a ofrecer toda la ayuda humanitaria a la caravana de migrantes centroamericanos, ha incumplido una y otra vez con la obligación de garantizar alojamiento digno y alimentos para los desplazados de su propio pueblo que se desangra por sus montañas. Han servido de poco las manifestaciones, marchas o protestas recurrentes para exigir solución a su agravada situación.

Mientras tanto en nuestra frontera sur las autoridades comienzan hacerse de la vista gorda y no hay más que alcance para analizar y revisar el sin fin de irregularidades que se vienen dando. No es la primera vez que hacemos el señalamiento de la situación de inseguridad que priva en la Frontera Sur donde cada vez es más notoria la presencia del crimen organizado.Para los gobiernos estatal y federal, poco o nada les interesa lo que suceda en está frontera; una frontera devastada, rota, escabrosa y violenta donde el trasiego de mercancía de dudosa procedencia entra a México sin mayores problemas. Por ende, los cruces fronterizos de la mesilla por Ciudad Cuauhtémoc y Ciudad Hidalgo, ambas se han visto vulneradas por la presencia de bandas delincuenciales que operan en los límites con Guatemala. Mientras que el doble discurso sigue creciendo en nuestro país, el flujo de migrantes es alarmante y descomunalmente lamentable, pero lo peor no es esta situación sino lo que vendrá luego de estos éxodos y que solo sirven para el trafico de influencias de unos pocos.

Ciudades como Tapachula y Comitán han sido escenarios de enfrentamientos y ejecuciones por parte de grupos delincuenciales sin que autoridad alguna frene este problema a pesar de tener presencia en municipios fronterizos.Los acontecimientos suscitados en los últimos días en un fraccionamiento de la ciudad de Tapachula, donde tras un enfrentamiento con agentes ministeriales perdió la vida un elemento de la Fiscalía en manos de delincuentes, esto es una muestra clara de la problemática de inseguridad que va en aumento y que está zona se vuelve cada vez más violenta.

La gran incógnita es ¿dónde están los cuerpos de seguridad de la policía federal preventiva, Ejército Mexicano, Policía Estatal Fronteriza y Mandos únicos o policías de diferentes estatus?.