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  • Silvia Alvarado

Palabra de Lilith


Lilith…

Un demonio nocturno, la pasión de la noche, ángel exterminador de parturientas,

asesina de recién nacidos, seductora de los durmientes, una ramera voluntariosa o, para

el más sano juicio, una poderosa voluntad que no se doblega ante la presión masculina y

prefiere la transgresión antes que el vasallaje: Lilith es el impetu sexual, una emancipada en fuga, sombra maligna por haberse creído en igualdad con los hombres y la más remota invención femenina, que transitó al judaísmo posbíblico desde la antigua sumeria como la primera mujer de Adán, creada como él, del polvo e insuflada con aliento divino para fundar nuestra especie sin aparente superioridad del varón sobre la mujer. Hasta enfrentar en el lecho el desafío de su sometimiento, que provocó una rectificación mitológica mediante la supuesta debilidad de Eva.

Martha Robles. Mujeres, Mitos, y Diosas.

FCE/Conaculta, 1996

En voz sumeria, Lilith equivale a aliento, la palabra que las mujeres necesitamos para salir, para seguir, para sobrevivir, para no renunciar, para no claudicar, para no rendirnos en un mundo de normas masculinas, en un sistema patriarcal que nos oprime y nos condena a la subordinación en todos los ámbitos de la vida pública y privada.

Palabra de Lilith es una contribución a visibilizar las condiciones en que las mujeres nacemos, vivimos, sobrevivimos y morimos.

Es un espacio abierto a la pluralidad, la diversidad, dispuesto a sumar y a colaborar en la construcción de una sociedad más justa e igualitaria para las mujeres.

A partir de hoy, 8 de marzo, un día especialmente simbólico para las mujeres, aquí está para ustedes, para seguir caminando, esta Palabra de Lilith.

Día Internacional de las Mujeres

Un día más para seguir exigiendo

¡Nos unimos al Paro Internacional de Mujeres!

Que pare el mundo porque nos están matando,

Que pare el mundo porque no funciona sin nostras,

Que paren las calles hasta que podamos transitarlas seguras,

Que paren los feminicidios porque nuestras vidas no estan a disposición de otros.

Si nuestras vidas no valen

¡Produzcan sin nosotras!

Paro internacional de mujeres

Para denunciar:

  • Que el capital explota nuestras economías informales, precarias e intermitentes.

  • Que los Estados nacionales y el mercado nos explotan cuando nos endeudan.

  • Que los Estados criminalizan nuestros movimientos migratorios.

  • Que cobramos menos que los varones y que la brecha salarial llega, en promedio, al 27%.

  • Que no se reconoce que las tareas domésticas y de cuidado son trabajo que no se remunera y suma, al menos, tres horas más a nuestras jornadas laborales.

  • Que estas violencias económicas aumentan nuestra vulnerabilidad frente a la violencia machista, cuyo extremo más aberrante son los femicidios.

  • Paramos contra la violencia institucional que amenaza y persigue a las que ejercen la prostitución y a las trabajadoras sexuales.

  • Paramos para reclamar el derecho al aborto libre y para que no se obligue a ninguna niña a la maternidad.

  • Paramos para hacer visible que mientras las tareas de cuidado no sean una responsabilidad de toda la sociedad nos vemos obligadas a reproducir la explotación clasista y colonial entre mujeres. Para salir a trabajar dependemos de otras mujeres. Para migrar dependemos de otras mujeres.

  • Paramos para valorizar el trabajo invisibilizado que hacemos, que construye red, apoyo y estrategias vitales en contextos difíciles y de crisis.

  • Paramos porque nos faltan las víctimas de femicidio, voces que se apagan violentamente.

  • Nos faltan las lesbianas y travestis asesinadas.

  • Nos faltan las presas políticas, las perseguidas, las asesinadas en nuestro territorio latinoamericano por defender la tierra y sus recursos.

  • Nos faltan las mujeres encarceladas por delitos menores que criminalizan formas de supervivencia, mientras los crímenes de las corporaciones y el narcotráfico quedan impunes porque benefician al capital.

  • Nos faltan las muertas y las presas por abortos inseguros.

  • Nos faltan las desaparecidas por las redes de trata; las víctimas de la explotación sexual.

  • Frente a los hogares que se convierten en infiernos, nos organizamos para defendernos y cuidarnos entre nosotras.

  • Frente al crimen machista y su pedagogía de la crueldad, frente al intento de los medios de comunicación de victimizarnos y aterrorizarnos, hacemos del duelo individual consuelo colectivo, y de la rabia lucha compartida. Frente a la crueldad, más feminismo.

*Fragmento del Llamamiento del Movimiento Argentino #NiUna Menos #VivasNosQueremos, que nos alude e involucra a todas.

De-sazones

† Micaela. Indígena tsotsil 24 años.

Desde que se unió a su pareja, vivió violencia a través de regaños, gritos, insultos y golpes. Pese a que la familia vivía y escuchaba los gritos por las golpizas nunca intervinieron. No cuestionaron la violencia y menos aún la sancionaron. La violencia aumentó en intensidad hasta que un día la asesinó.

† Wendy Lisset. Estudiante de preparatoria, 19 años, madre de un niño.

Asesinada por su pareja, que había intentado quemarla rocíandole gasolina “porque la comida no le gustó”.

Estando embarazada la golpeaba con el puño o con la hebilla del cinturón y le hacía heridas.

Testimonios Covimyn

El jardín de las luciérnagas

Constanza Leyva

La muñeca vestida de azul.

Veo a su madre, esa mujer acalorada que ahora está sentada en la banqueta viendo hacia la nada, su cara amoratada por el calor, suda copiosamente.

Su rostro totalmente inexpresivo, lo único que parece vivo en ella es el colorido de su ropa tradicional, esas flores azules y moradas que adornan su blusa, la falda negra que le cubre hasta el tobillo y sus pies en unas chanclas de plástico, los imagino cocidos por el calor, renegridos por el sol.

Está ahí sentada, casi en cuclillas, alrededor de ella cuatro personitas corretean y gritan, ella permanece ausente.

A unos metros, un ejército de desempleados esperan la oportunidad de ofrecer su vendimia y sus servicios de limpiaparabrisas, mientras esperan soplan una bolsa con resistol y mojan la mona que permanece de manera permanente en sus bocas, las niñas y los niños solo los miran sin entender nada.

Me atrae una pequeña que corre como si su escenario fuera el bosque o un parque de diversiones, divertida brinca, con un gracioso ademán se quita el mechón de pelo que trae sobre la cara sucia, llena de mocos, pasa entre los hombres que se drogan como si no existieran, es ella y su risa.

Desde el camellón donde están, observa los vehículos y con su manita hace la señal de “uno” con su dedo índice, pidiendo de esta manera que le regalen un peso, si alguna persona accede, ella con mucho trabajo baja la banqueta y corre hacia el vehículo, es pequeñita de verdad.

El asfalto hirviendo no le quema sus piecitos, está acostumbrada; repite la acción una y otra vez, aunque a decir verdad no son muchas las personas que le dan monedas.

Mientras su madre sigue con la mirada perdida, los hombres continúan drogándose, uno de ellos tomado de la mano de su pareja, una mujer delgada de cara triste que vende galletas y la niña, vestida toda de azul, sucia, despeinada y descalza, sube y baja el camellón de la gran avenida pidiendo dinero, trabajando entre la muchedumbre desempleada, sin presente ni futuro, sin esperanzas…

Así vivimos las mujeres en México…

Numeralia

  • En México hay 61.4 millones de mujeres, esto es: 51.4 del total de la población en el país.

  • La tasa de fecundidad es de 2.21 hijos por mujer. Por entidad federativa, Chiapas (2.90) presentan la fecundidad más alta.

  • En el ciclo escolar 2015-2016, de cada dos estudiantes de nivel superior, una es mujer.

  • El promedio de escolaridad para las mujeres es de 9.1 grados, en tanto que para los hombres es de 9.3.

  • La edad media al primer hijo nacido vivo de las mujeres en edad fértil, a nivel nacional, es de 21.1 años de edad.

  • El 98.7% de las mujeres en edad fértil conoce al menos un método anticonceptivo; 51.6% declararon ser usuarias actuales de algún tipo de método; 15.3% lo utilizaron pero actualmente ya no lo hacen, y 31.8% declararon nunca haber utilizado métodos anticonceptivos.

  • Para el año 2015, la tasa bruta de nupcialidad es de 4.6 matrimonios por cada mil habitantes en nuestro país, en el año 2000 eran 7 por cada mil habitantes.

  • 20.8 millones de mujeres de 15 y más años forman parte de la población económicamente activa en el país. La tasa de participación femenina es de 43.9 %, en tanto que la masculina es de 78 de cada 100 hombres de 15 y más años.

  • De las mujeres ocupadas, 23.3% trabajan por cuenta propia, 2.3% son empleadoras y 7.5% no recibe remuneración por su trabajo. Dos de cada tres mujeres ocupadas (66.9%) son subordinadas y remuneradas y de ellas: 37.7% no cuenta con acceso a servicios de salud como prestación laboral, 41.9% labora sin tener un contrato escrito, más de la tercera parte (33.8%) no cuenta con prestaciones laborales, solo una de cada dos trabajadoras subordinadas (55.2%) goza de vacaciones pagadas, 62.6% recibe aguinaldo y 16.9% cuenta con reparto de utilidades.

  • Respecto a la duración de la jornada laboral, más de la tercera parte (37.1%) de las mujeres de 15 y más años ocupadas, cumple jornadas semanales de entre 40 y 48 horas; 19.2% labora jornadas de más de 48 horas por semana.

  • Por cada cuatro emigrantes recientes, una fue mujer y el resto fueron hombres; por cada 100 hombres migrantes, hay 35 mujeres que realizaron su cambio de residencia a otro país.

  • Por cada dos mujeres que emigran, una lo hizo entre las edades de 15 a 29 años.

  • A nivel nacional, 47 de cada 100 mujeres de 15 años y más que han tenido al menos una relación de pareja, matrimonio o noviazgo, han sido agredidas por su actual o última pareja a lo largo de su relación. En Chiapas se tiene el porcentaje más bajo del país con 43.5 de cada 100.

  • La violencia de pareja está más extendida entre las mujeres que se casaron o unieron antes de los 18 años (52.9%) que entre quienes lo hicieron a los 25 años o más (43.4 por ciento).

  • Entre las mujeres con dos o más uniones o matrimonios el nivel de violencia es mayor (54.6%), que entre aquellas que solo han tenido una unión o matrimonio (48.7%).

  • 32% de mujeres han padecido violencia sexual por parte de agresores: actos de intimidación, acoso o abuso sexual.

  • En promedio se estima que durante 2013 y 2014, fueron asesinadas siete mujeres diariamente en el país.

  • Las mujeres que se encuentran más expuestas a la violencia de la pareja o de cualquier otro agresor son las jóvenes y de edades medias (entre 20 y 39 años). Particularmente de las mujeres de 30 a 39 años, 68 de cada 100 han enfrentado al menos un episodio de violencia o abuso. *Fuente INEGI.

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