¿Cómo no ser víctima de fraudes “a nombre” de autoridad fiscal?
- RUBÉN PÉREZ
- 10 sept
- 2 Min. de lectura
Tuxtla.- Si a un contribuyente le hablan por teléfono en nombre del Servicio de Administración Tributaria (SAT), lo más seguro es que podría convertirse en una víctima de fraude, alertó Néstor Gabriel López López, especialista en temas financieros.

Ejemplificó que, en todos los años que se han dedicado a las auditorías, utilizan las llamadas telefónicas sólo después de que se haya iniciado un acto presencial del SAT.
Basado en una encuesta del año pasado, recordó que más del 30 por ciento de los usuarios de teléfono en México ha sido víctima o conoce a quien ha caído en estafas por esa vía.
Subrayó que hay muchas aplicaciones o mecanismos o foros donde se puede poner el número de teléfono y el Registro Federal del Contribuyente (RFC), “este último es un dato sensible porque afecta a la esfera más íntima de acuerdo con la Ley Federal de Datos Personales en posesión tanto de los particulares como de los sujetos obligados”.
Por lo regular, dijo que el RFC es uno de los datos que los delincuentes pueden utilizar con más frecuencia e incluso crean una identidad en la llamada, “por ello, cuando tengas dudas de una llamada así, no hay que dialogar con los delincuentes porque entras en su círculo, y ante una falta de cultura de cumplimiento tributario, te pueden envolver de forma fácil”.
Cuando el buzón tributario es activado, detalló, el contribuyente agrega números telefónicos para que la autoridad se comunique con el mismo, pero esto lo hace, reiteró Néstor López, hasta que se da una revisión electrónica o de gabinete o una visita domiciliaria.
“Este tema de la cultura de las llamadas por teléfono, es como una táctica que se hacía antes con el ‘phishing’, pero esto ya es la evolución… la pregunta es: ¿por qué tienen los datos del número de teléfono?”, se cuestionó.
Dedujo que lo anterior puede ocurrir porque la gente “baja muchas aplicaciones” como aquellas aplicaciones cuando la gente podía hacer una caricatura con su rostro, es decir una foto que podría animar. “¡Cuidado! Porque incluso amigos abogados, y aquí nos damos cuenta cómo gana el ímpetu de la novedad y de vivir la experiencia, porque ahí se daban los datos biométricos”.
Ante este panorama, rememoró que el Código Penal sanciona la divulgación de datos con penas que van de 3 a 7 años, o incluso algunas sanciones en materia de 100 a 500 veces la UMA, con lo que se pretende no haya una proliferación de ese tipo de información personal.
Lo más lamentable, apuntó, que la cultura de la denuncia sea muy baja, lo que se refleja en datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), en 2022, solo el 6.7% de los delitos en México era denunciado. “La realidad es que esto es ridículo para toda la diversidad de delitos que existen”.
Ante una llamada telefónica fraudulenta, Néstor López sugirió a las personas, primero, guardar la calma, no seguir ninguna liga que te sugieran, “pero, sobre todo, no contestar una llamada de un número desconocido; ahí está la clave”.









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