DaƱo colateral
- EDITORIAL
- hace 29 minutos
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El plantón que mantienen desde hace semanas las madres buscadoras frente a la FiscalĆa del Estado, sobre el Libramiento Norte, ha hecho visible una realidad que los tuxtlecos conocemos demasiado bien: Tuxtla GutiĆ©rrez no estĆ” preparada para soportar su propio trĆ”fico. MĆ”s allĆ” de la legĆtima causa de estas mujeres, el bloqueo ha expuesto la fragilidad de la movilidad urbana y la falta de infraestructura vial que arrastra la capital chiapaneca desde hace aƱos. El caos no nació con este plantón: se gestó lentamente, entre gobiernos que āmodernizaronā sin planear y funcionarios que convirtieron la movilidad en un tema de discursos y negocios, no de soluciones. Tuxtla, como capital, recibe cada dĆa a miles de estudiantes del interior del estado, ademĆ”s de trabajadores y comerciantes provenientes de la zona metropolitana: Chiapa de Corzo, Suchiapa, BerriozĆ”bal, Ocozocoautla y San Fernando. Esa movilidad natural deberĆa ser una oportunidad de desarrollo, pero ante la falta de vĆas adecuadas y una planeación seria, se ha transformado en un problema que sofoca a la ciudad entera. Durante el sexenio de Manuel Velasco, los llamados ālibramientos modernizadosā fueron mĆ”s una obra de maquillaje que una solución estructural. No hubo ampliaciones significativas ni mejoras de fondo. MĆ”s tarde, bajo el gobierno de Rutilio Escandón, la construcción de tres puentes, impulsada por el entonces secretario de Obras PĆŗblicas, Ćngel Torres, se presentó como la gran respuesta al trĆ”fico. El resultado fue el contrario: mĆ”s embotellamientos, mĆ”s desorden, mĆ”s frustración. A este escenario se suma la incapacidad de TrĆ”nsito Municipal, una corporación que, en teorĆa, deberĆa coordinar y ordenar la movilidad, pero que en la prĆ”ctica parece ausente. No basta con tener agentes en las calles; se necesita liderazgo tĆ©cnico, conocimiento del reglamento y criterio operativo. La dirección de TrĆ”nsito no puede ser un pago polĆtico ni un puesto decorativo. Se requiere alguien que conozca la ciudad, que la camine, que la padezca, y que tenga la autoridad moral y profesional para hacer cumplir las normas. El pasado viernes 17 de octubre, el bloqueo del magisterio en las entradas poniente y oriente de Tuxtla ha vuelto a poner el dedo en la llaga. Nos obliga a mirar con crudeza la precariedad de nuestra infraestructura y la falta de respuesta de nuestras autoridades. Cada bloqueo, cada obra mal diseƱada, cada decisión improvisada se convierte en un daƱo colateral que pagan los ciudadanos con tiempo, cansancio y resignación. Tuxtla GutiĆ©rrez merece mĆ”s, merece una polĆtica de movilidad que piense en el futuro, no en la foto. Merece vialidades inteligentes, transporte pĆŗblico digno, eficaz y autoridades que dejen de reaccionar para comenzar a planificar. Mientras eso no ocurra, la capital seguirĆ” siendo lo que hoy es: una ciudad que sobrevive a su propio trĆ”nsito. NOĆ JUAN FARRERA GARZĆN














