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Disciplina, la clave del éxito en el deporte

  • ALEJANDRA OROZCO
  • 13 oct
  • 12 Min. de lectura

Tuxtla.- En esta ocasión, la nutrióloga Kristha Uc nos presenta a un personaje mundial, René Serrano, él ha sido seleccionado olímpico en tres ocasiones, participó en Atenas 2004, Beijing 2008 y Londres 2012, entre sus mejores resultados fue cuarto lugar en Juegos Olímpicos en individual en Beijing 2008 y cuarto lugar en equipos en Londres 2012, aparte ganó el Premio Nacional del Deporte en 2010, es el máximo ganador de medallas centroamericanas con un total de ocho preseas de oro en una sola edición, más multicampeonatos nacionales, 10 campeonatos mundiales y más de 40 copas del mundo.

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“La historia corta es que el tiro con arco ha estado en mi familia desde que yo nací, mi papá fue arquero y él inició con la tradición, yo recuerdo haber visto arcos y flechas en todas las edades de mi vida, pero fue hasta que tenía 13 años cuando lo tomé para comenzar a practicar, antes de los 13 hacía fútbol, hice básquetbol, hice todos los deportes de conjunto, taekwondo, béisbol, algunos deportes que mi papá quería que hiciéramos, él siempre fue muy deportista, hasta la fecha le gusta hacer deporte, competir todavía en tiro con arco y siempre nos está motivando a hacer ejercicio”, compartió.

Fue a los 13 años cuando decidió probar el tiro con arco, para ver qué se sentía otra vez, porque realmente no era una actividad que le encantara, le gustaba más estar con los amigos, como niño, pero a los 13, cuando tomó el arco, fue un clic diferente, empezó a practicar y se enganchó en el primer día que fue con su papá.

“Me acuerdo clarito que me dijo, oye mijo, vamos a desempolvar los arcos, fuimos a un campo, montamos una paca que mi papá hizo hechiza en la casa, con unos cartones y con cosas para que sostuviera las flechas, empezamos a tirar y de ahí a la fecha ya van más de 27 años de que empecé a tirar, me hice súper aficionado al tiro con arco, después de esa primera semana empecé a practicar cada 15 días, cada tres semanas, una vez al mes, hasta llegar al punto donde conocí al que fue mi segundo entrenador, mi primer entrenador ya formal, don José Almanzor, él me enseñó cómo competir en tiro con arco, de ahí la historia se cuenta de una manera diferente”, dijo.

René entró a su primer proceso selectivo juvenil en 1999, quedó seleccionado juvenil y desde ese momento estuvo formando parte de selección nacional hasta el 2018, intentó regresar en el 2019-2020, entró pandemia, las cosas cambiaron y ahora está de este lado, como administrativo, como director técnico nacional y también con su propia academia de tiro con arco.

“Mi puesto trata de ver toda la visión de las planificaciones, calendarios, de todo el sistema competitivo, de las categorías, modalidades, todos los rangos de edades, todas las mecánicas de clasificación y rendimientos de toda nuestra población nacional, ya me dedico a guiar los planes de trabajo… tuve la fortuna de estar involucrado en el medio, para el 2020 me contrataron en Claro Sports para llevar la narración de los Juegos Olímpicos, narré la medalla olímpica del equipo mixto entre Luis Álvarez ‘El abuelo’ y Alejandra Valencia que ganaron bronce mixto, la verdad es que fue una gran emoción y un gran honor para mí”, señaló.

Además, ya había hecho algunas otras colaboraciones con World Archery Americas, ellos hicieron un torneo entre los países de América en línea y el condujo el programa, prácticamente toda la logística y todo el tiempo, minuto a minuto de la competencia, más la narración y aparte con Claro Sports también estuvo trabajando en bastantes eventos con ellos en la narración deportiva, sus inicios fueron una etapa de mucho descubrimiento, el caos genera de alguna manera estabilidad, pues es difícil entender lo que una persona común se va a tener que enfrentar al convertirse en un atleta de alto rendimiento.

“La mayoría de las personas, la mayoría de las sociedades y comunidades no tienen idea de qué es lo que pasa, cambia tu estilo de vida por completo a lo que conoces de tus primos, de tus amigos, de tus tíos, de tus propios familiares, porque el hecho de convertirte en un deportista hacia la profesionalización es de mucho descubrimiento, tienes que descubrir si te gusta, si tienes el ímpetu, las ganas, si puedes ir, si tienes que acomodarte con los horarios, porque los entrenamientos no te quedan, empiezas a viajar, a perder clases, a perder fiestas de tus amigos, cambia tu estilo de vida completo, se vuelve sumamente especializado hacia el deporte, entonces esto es bastante difícil y es un caos”, reconoció.

Al ya no empatar los horarios de escuela, empiezas a fallar, tienes que empezar a regularizarte de otra manera y esto es algo muy constante en el tema del deporte, no está exento, prácticamente le pasa a cualquier persona que se dedique al deporte de alto rendimiento, es una etapa a los 13, 14, 15, 16 años de mucho aprendizaje, empiezas a generar otras convivencias, tu círculo social se convierte en tus compañeros de equipo, de entrenamiento, ya no son los compañeros de la secundaria, de la prepa, empiezas a cambiar ese tipo de roles y empiezas a irte a un estilo de vida completamente diferente.

“Entonces, la madurez empieza a ser que te empapas por tu entorno y también tu mentalidad empieza a cambiar, es como en manada de lobos, si te juntas con los lobos vas a aprender a aullar, pasa exactamente lo mismo, te vas juntando con personas que ya están dedicadas al deporte, porque ya existe comunidad, ya hay una elite, entonces empiezas a involucrarte con ellos, a tomar mismos hábitos, a ver maneras de pensamiento diferente, a conocer los sistemas del deporte, tal cual, te vas haciendo a una nueva comunidad”, señaló.

La clave para esta etapa es la variación entornos, él empezó a viajar muy pequeño, a los 15 años hizo su primera selección juvenil, a partir de ahí, a los 16 ya estaba compitiendo en eventos de mayores contra adultos y eso lo ayudó muchísimo a madurar como joven por esta misma comunicación, por este mismo vínculo que fue haciendo con más personas que ya tenían más tiempo, te ayuda a crecer, a madurar, a ver las cosas de una manera diferente, a entender mejor cuáles son objetivos claros que puedes vencer, que puedes atraer, te da una perspectiva muy muy diferente a lo normal y te hace madurar más consciente de todo tu entorno, de ti mismo, de lo que estás haciendo.

“Al ser un deporte individual, te genera un trabajo muy diferente, porque tú eres responsable de ti mismo en el deporte y el tiro con arco es sumamente crítico de tu ejecución, no hay más, es uno de los pocos deportes que tienes que ser consciente desde la punta de los pies hasta la punta de la cabeza con tus músculos, tu postura, tu respiración, concentración, focalización, visualización, movimientos, coordinativos, todo eso que involucra un solo disparo, y tienes que repetirlo muchas veces, entonces te hace ser más presente”, confesó.

Una flecha se calcula en una competencia en 40 segundos, 30 es lo mínimo, 40 segundos es lo máximo, eso es lo que está reglamentado, obviamente en entrenamientos y por práctica puedes hacer un disparo en 10 segundos, 8 segundos, pensando en todo, en el clima, en el ruido, al final lo que haces es trabajar para que todo ese ruido externo se opaque y te enfoques solamente en los procesos técnicos más importantes, por eso lo desarrollas el trabajo en entrenamiento, para poderte quitar todo el ruido externo, pero cuando inicias practicando son muchísimos los estímulos que llegan a ti y que tienes que estar cuidando muchas cosas para poder ejercer, ejecutar correctamente.

“Al inicio es un poquito abrumador, porque son tantas las cosas que tienes que cuidar, pero ya conforme vas avanzando y practicando, igual que cualquier oficio o disciplina, la práctica te va haciendo tener una mejor postura, ya no tener que preocuparte por tu parado, por cómo haces tu primer proceso técnico, cómo haces tu apertura de tiro con arco, entonces conforme vas practicando todos estos detalles van disminuyendo, le vas quitando importancia y prioridad de pensamiento, hasta llegar al momento donde te profesionalizas y solamente estás pendiente de tu pensamiento”.

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Confesó que cuando está tirando, es emocionantísimo, pasan miles de cosas, en su cabeza tiene un embudo donde lo primero es la presencia, si estás en un escenario, el público, quién es tu contrincante, la distancia, estás pensando en tus flechas, tu equipo, tu proceso de competencia, ya cuando estás en la línea de tiro apuntando, lo único que debes de estar repitiendo es tu proceso de disparo, tu mejor ejecución, y empezar visualizaciones, concentración, ejercicios de pensamiento que ya se trabajan para esos modelos desde antes, pero tu cabeza está enfocada solamente en tu proceso emocional anímico y técnico, ya no estás pensando en el público, en la diana, en la flecha, o sea, vienen muchísimos pensamientos y al final te quedas con uno solo.

“Un momento muy embarazoso que después para mí es gracia, es que en un campeonato nacional de Estados Unidos, donde había más de 300 personas, en la línea de tiro tienes una ventaja, decir que te falló el equipo y te dan la oportunidad de recuperar las flechas que no pudiste disparar, o te dan tiempo extra para que las puedas disparar, resulta que a mí se me cayó uno de los aditamentos de protección en la paca, ya habíamos llegado todos a la línea de tiro, ya estábamos por iniciar y yo tuve que pedir al juez, se le llama TAP, que es la que te protege los dedos, y tuve que parar la competencia y me dio tanta vergüenza”, confesó.

Para esto, tenía 16 años apenas, la vergüenza que pasó, y en ese mismo momento de los nervios, de todo lo que tenía, disparó una flecha, se pasa por el centro, entonces llama al juez y le dice, se me pasó la flecha, que al ser disparada ya cuenta, ya forma parte de los valores de su planilla, pues resulta que se da el tiempo, van a ver lo del traspaso, lleva un protocolo, ya no puede seguir disparando, tiene que esperar, ven la verificación de que sí se pasó, anotan el valor, agarran las flechas, van para atrás y vuelve a disparar, se suponía que nada más tenía que disparar cinco flechas para completar las seis, porque ya había disparado uno, volvió a disparar las seis flechas, entonces todo el protocolo que hicimos, ya no funcionó para nada, porque al volver a disparar las seis flechas, el valor anterior se cancela y se vuelve cero.

“Fue una vergüenza, las dos cosas me pasaron en el mismo torneo, yo traía un nervio, era uno de los primeros torneos en que participaba, me iba bien, estaba como juvenil, gané ese torneo, gané el campeonato nacional, a pesar de todo eso, gané la categoría de los juveniles invitados, y era mi primera competencia en Estados Unidos, mi primer campeonato nacional de Estados Unidos, pero fue una vergüenza, te estoy hablando del año 99, 2000, no teníamos estos sistemas de video, no había tantas cámaras afortunadamente, porque si no, se burlan, hay más como esas, pero hay otras anécdotas que cambian y transforman”, adelantó.

Por ejemplo, perdió la posibilidad de una medalla olímpica por un descuido, por haber ejecutado mal tres disparos, por haber simplemente dicho, no importa, a ver qué pasa, un pensamiento equivocado, erróneo en el 2004, pierde en la ronda de 16avos contra Marco Galeazzo, que se convertiría en el campeón olímpico, en ese partido le iba ganando por tres puntos, y en las últimas tres flechas le dio la vuelta, fue un escenario, y algo que lo marcó tanto, salió destrozado, llorando, mal, sentido, se sintió vacío por no haber logrado ganarle, cuando ya tenía una gran ventaja, fue un gran aprendizaje, y les pasaba que cuando tenían ventaja, no sabían cómo mantenerla, eso le pasó, y aprendió mucho precisamente de esas tres flechas, de poder mantener la ventaja, de poder tener esa seguridad y continuar.

“Eso fue uno de los escenarios que más me marcó, siempre estos escenarios disruptivos, donde te pasa algo, cambian por completo, y después, afortunadamente, viene la otra cara de esta historia, que gracias a ese escenario, yo pude afrontar una final en el 2007, mi primera final de Copa del Mundo, contra un arquero chino, que era muy bueno, y gané la medalla de bronce, en esa primera aparición en final de Copa del Mundo, de ahí me quedé en segundo lugar, ese año, 2007, fui ranking 2 del mundo, y ranking cuarto internacional, me fue muy bien, y todo fue gracias a que pude superar ese escenario”.

La arquería, dijo, es un deporte puente, porque que no tiene un precepto ni una necesidad fisiológica como tal, es uno de los deportes más inclusivos que existe, hay arqueros disparando con los pies, de hecho, tenemos un mexicano que compite en campeonatos mundiales, que se está preparando para ir a un campeonato mundial, que compite con los pies, no tiene brazos, es un deporte que no te juzga si eres alto, si eres bajito, si eres, si eres zurdo, si eres derecho, que te acerca a la disciplina, a la actividad física, por eso lo llaman deporte puente, porque se le puede enseñar a cualquier niño, desde la edad que pueden tener la conciencia de que es un proyectil y te puede lastimar.

“Eso es lo primero, porque al final termina siendo una punta de flecha, y aunque no tengan filo, sí es una punta de un lápiz, que si le picas fuerte, te puede lastimar, es una flecha que sale con un poquito de fuerza, entonces necesitamos niños que entiendan primero eso, la seguridad, y que tengan el control espacial para poder hacerlo, por eso, niños muy chiquitos de 3, 4 años, se utiliza con juguete, con los chupones, que son excepcionales, pero ya para niñas como tu hija, a los 5, 6 años, que ya tienen su control, que ya saben qué significa pararse derechito, levantar los brazos, es mucho más fácil”, detalló a Kristha.

Y es que entre más temprano se puede iniciar en una actividad física, más avance se va a tener a futuro, son una esponja, van aprendiendo cosas nuevas, palabras, movimientos, y es igual el tiro con arco, lo que tiene de beneficio es que es muy introspectivo, y te exige que tengas conciencia de ti mismo, no es como un deporte dinámico, por ejemplo, el atletismo, que corres, y que tienes que encontrar una forma dinámica, y ya de alguna manera es un movimiento más natural del cuerpo, caminar, correr, saltar, aventar, son movimientos más orgánicos.

“La postura del tiro con arco no es tan orgánica, porque un brazo hace un movimiento de levante, mientras que el otro hace un movimiento de tracción, son coordinaciones diferentes, y tienes que estar consciente de tu visión, de que está enfrente de ti, son esas cositas que te van ayudando, entonces, llevando el deporte como puente, te ayuda mucho a tener coordinación fina, te ayuda mucho a entender cómo focalizar, a apuntar, es algo muy sencillo, todo mundo sabemos apuntar, ya hicimos la prueba del ojo, pero no, entender que tenemos una dirección visual, también nos ayuda para poder desarrollar otras habilidades”.

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Esas son las cositas que van construyéndote como parte de deporte puente, y te ayudan a acercarte hacia otros deportes, el tiro con arco ayuda a generar visión de profundidad, entonces va a ser más fácil para un niño después poder juzgar distancias, lanzar una pelota, te da coordinación motriz, te ayuda a entender cuál es tu lado izquierdo, cuál es tu lado derecho, cuál es tu pierna, también te ayuda en el desarrollo para otras disciplinas, a lo mejor no te va a dar la potencia, o la explosividad, o la generación de ritmo cardíaco, pero sí te va a poner en una estructura donde ya puedas atacar después, llevar a tu hijo a hacer natación, hacer atletismo, hacer cualquier otro deporte, pero ya estructurado.

“Además, te ayuda a la neuroplasticidad espacial y fina de tus manos, te ayuda a entender, por ejemplo, agarrar una vara de tiro con arco, una flecha, es antinatural para nosotros, la agarramos con una mano, pero se agarra con dedos nada más, con índice y pulgar, y se agarra despacito y con delicadeza, y se tiene que poner en un espacio de dos milímetros con otra pieza de dos milímetros, son piecitas que tienen que encajar para poder colocar la flecha en la cuerda, entonces tener esa afinidad y después cuando compites, poderla controlar es en verdad mucho trabajo introspectivo, personal, coordinativo, de poder estar”, abundó.

Al final, ellos tienen que encontrar su manera, y van a encontrar la manera de tener esa recompensa, de poder colocar la flecha, hacer el disparo, esas son las recompensas, que puedan ejecutar su disparo, es algo que te da no solamente neuroplasticidad, también esta coordinación fina de músculos, la manera de poder visualizar y tener la atención fina en una cosita que tienes alejada, entonces tiene que encontrar la manera de lograrlo.

“Es pura práctica, llega un momento donde ya lo haces sin voltear a ver la flecha, eso se va construyendo de tal manera, que ya los arqueros profesionales, te vas a dar cuenta que ya no voltean a ver la flecha para colocarla, se vuelve una cosa tan sencilla para el arquero, poner la flecha, hacer el disparo, lo vas construyendo y se vuelve como andar en bicicleta, una vez que tú aprendes a disparar jamás se te olvida, ya es algo que lo vas a traer nato y que cada vez que tomes un arco vas a saber utilizarlo, vas a saber disparar, entonces es algo muy bonito y que dura por siempre”.

Si pudiera darle un mensaje al René niño, sería que siguiera el sueño, que se impulsara y creyera, que todo va a estar bien, que lo intente, que lo busque con el mayor hambre que tenga, ese niño está muy satisfecho de la carrera que logró, está muy orgulloso de lo que ha hecho, y de lo que puede transmitir y hacer por esta generación.

“Un tip consciente que les puedo dar es la disciplina en el deporte, cualquier persona disciplinada puede hacerlo, he vivido la vinculación y lo único que puedo decir es que nuestro cuerpo, nuestro templo, nuestro ser se construye a través de la disciplina, cualquier cosa que queramos la podemos hacer a través de esta disciplina, eso les dará la oportunidad de crecer enormemente, todos tenemos esa oportunidad, hay que aprovecharla”, finalizó.

Lo puedes encontrar en la carretera Club Campestre 789 A, esquina con Rosario Sabinal, en la barda roja donde está el gimnasio, son clases de tiro con arco y atletismo de la mano de Carmelita Correa, su esposa, que está en un proyecto fuera, pero en breve será invitada a este programa, asimismo, los invitó a aprovechar la promoción, las primeras 10 personas que pidan información y que digan que vienen de parte del programa, tendrán un 50 por ciento de descuento en su primera mensualidad, y a todos los que escriban, una semana de clase muestra. Están como Serrano Archery Club en Instagram y Facebook, o en su Instagram personal como René Serrano, y el teléfono de la academia es 9614062881.

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