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  • EFE

El dengue, el nuevo enemigo que surge de las inundaciones en Pakistán

Islamabad.- Las inundaciones que cubren parte de Pakistán, causando casi 1.600 muertos y 33 millones de afectados, han disparado también los casos de dengue y malaria, con los mosquitos transmisores reproduciéndose en las aguas estancadas.


En lo que va de año se han detectado en el país más de 15.000 casos de dengue, un número que aumentará en los próximos días, con la temporada de lluvias extendiéndose hasta noviembre, advirtió a Efe el portavoz del Instituto Nacional de Salud, Muhammed Wasif.

Gran parte de esos casos se concentran en la provincia meridional de Sindh, una de las más afectadas por las peores inundaciones en el país en las últimas tres décadas, donde se han registrado 6.163 infecciones, la mitad de ellas solo este mes, y 27 muertes.

Además del dengue, preocupa también el aumento de casos de malaria en la región, que se sitúan en 144.183 desde principios de año, donde solo el pasado sábado se detectaron 1.310 positivos.

"Estamos muy atentos a estas dos enfermedades (el dengue y la malaria) porque se propagan por el agua y los mosquitos", indicó en un mensaje en vídeo la ministra de Salud de Sindh, Azra Pechuho.

La ministra afirmó que están "tratando de lidiar con la alarmante situación mediante el uso de fumigación y otras técnicas", al tiempo que pidió a la población que "cierren las puertas al amanecer y al anochecer y usen redes en las ventanas" para evitar los mosquitos.

El dengue es transmitido por la picadura de la hembra del mosquito "Aedes aegypti", y sus síntomas incluyen fiebre alta, dolores en las articulaciones y vómitos. En los casos más graves, puede causar fiebre hemorrágica y la muerte, y no existe vacuna.

La malaria, por su parte, sí cuenta con una vacuna de reciente desarrollo. Se trata de una enfermedad infecciosa grave que causa el parásito plasmodium, el cual se transmiten por varias especies del mosquito anófeles. Si bien es una afección prevenible y curable, puede ser mortal si el paciente no es tratado adecuadamente.

EPIDEMIA EN AUMENTO

Las aguas estancadas por las inundaciones se han convertido en el lugar ideal para que estos mosquitos se reproduzcan, propagando con mayor rapidez el dengue y la malaria, al igual que otras enfermedades infecciosas transmitidas por el agua.


Más de 2,7 millones de pacientes han sido tratados de diferentes enfermedades, como dengue, malaria, diarrea y enfermedades relacionadas con la piel, en campamentos y refugios para afectados por las inundaciones desde el pasado 1 de julio en Sindh, según los datos del Departamento de Salud.

Mientras, los sanitarios de la ciudad sureña de Karachi, donde se registraron las 27 muertes por dengue en Sindh, señalan un aumento significativo de ingresos de pacientes en los centros de salud por enfermedades transmitidas por mosquitos en estas últimas semanas.

"Ahora es la temporada en la que los casos de dengue están en su punto máximo y este año también", dijo a Efe Yahya Tunio, portavoz del Centro Médico de Postgrado Jinnah, en Karachi, donde desde el 1 de agosto fueron ingresados unos 80 pacientes por contraer dengue.

OBJETIVO: QUE EL AGUA NO SE ESTANQUE

Evitar el agua estancada es fundamental para reducir los casos de dengue y malaria en el país. Sin embargo, las autoridades paquistaníes advierten que podrían transcurrir entre dos y seis meses hasta que se retiren las aguas de las zonas inundadas.

El primer brote confirmado de dengue en Pakistán ocurrió en 1994, pero el primer aumento repentino de casos no se produjo hasta noviembre de 2005 en Karachi, según la OMS.

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