El “gran” repechaje

Annete Lewis

Ya escucharon a casi todas las “voces autorizadas” decir que, desde su perspectiva, depende quién le pague es la opinión que tiene respecto a la vuelta del repechaje y lejos de vigilar lo que realmente debería, que es la de promover que los equipos de la Liga MX jueguen desde la fecha uno, como si fuera la Liguilla.

Buscar el gol, atacar, tratar de sacar ventaja a los rivales con el marcador, esa debería ser la idea cada vez que un equipo salta a la cancha; sin embargo, no entienden que abrirle la puerta a la fase final a un equipo que queda por debajo de la mitad de la tabla, para disputar el título en otro mini torneo; les explico.

Ya de por sí, la Liguilla es un fomento a la mediocridad porque cuando el primer objetivo es quedar entre los primeros ocho para entrar a otro torneo, ya es demeritar 17 fechas, más de cuatro meses en las que buscas la regularidad, en la que tu técnico quiere que tu equipo juegue bien al futbol, que busque ganar y encima que sepa tratar la pelota, que domina, que dé espectáculo; eso no pasa, porque como el objtivo es entrar a la Liguilla, los equipos (que luego hacen un mes de preteporada), llegan “duros” a la fecha uno y tardan cinco en arrancar, después, el objetivo ya no es jugar bien y el objetivo se vuelve alcanzar ese octavo puesto, no importa si el porcentaje de los puntos está lejos del 50% de los que se disputan y si eso ya no lo consideran mediocre…

Después, tiene razón Vucetich cuando dijo que, por dinero, hay quienes pueden armar equipos para ser campeones siempre, otros prefieren ir haciendo buenos negocios y ver si, en una de esas, pueden meterle un susto a uno de los favoritos y después, están los que quieren sobrevivir, sacarse la lotería con algun jugador que despunte y venderlo con alguno de los buenos.

Es mediocre el repechaje, lo será siempre que permita que alguien que se quede en el puesto 12, serán 17 jornadas de las que por lo menos 10, se jugarán a menos de medio gas y ya verán en las últimas siete si pueden conseguir el repechaje como mínimo.

Económicamente puede ser un éxito, dará por lo menos taquillas más a los equipos, jugar a eliminación sencilla (a un juego), también le dará emoción, pero permitirá que un equipo mediore (que divagó 17 fechas), pueda pelear por el título y en un gope de suerte, ser campeón. Eso no es competitivo nunca, es lo más mediocre que puede existir.

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