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  • AFP

Es la historia del futbol

Annete Lewis


No cabe en la historia sitio para el que pierde, no hay manera de acordarse del que se queda en la orilla, del que no alcanza el objetivo. Se dice que el segundo lugar es el primer gran perdedor y en la historia es así, el campeón siempre queda inmortalizado y el trofeo solamente es uno; del resto se acuerdan poco.

Del trámite para conocer al campeón y olvidarse del segundo puesto, podemos hablar si se quiere, porque nadie está exento a un error, de alguien más o propio y eso ha marcado resultados hasta en una Copa del Mundo, como para no entnderlo desde esa perspectiva en el torneo del barrio, donde el margen de error es todavía mayor, porque es eso, una práctica que tiende más a lo recreativo, que poder convertirse en momentos de esparcimiento y del que siempre podrá haber más culpables que héroes.

En el ámbito profesional, en el futbol específicamente, hasta hace poco se profesionalizó el fútbol, porque había muchos “profes” que se vestían los fines de semana para arbitrar algún juego de primera división. Contadores que impartían justicia en una cancha, rescatistas que, encima, tenían conocimientos de primeros auxilios, pero que gustaban de tomar el silbato e impartir justicia; hasta hace poco, se habló de hacer árbitros profesionales a grado tal de mejorar todo el entorno, desde el salario.

Pero en el sector amateur, no hay manera todavía de exigirle a un árbitro que tenga el peso ideal, aunque debo reconocer que hay “colegios” que se esfuerzan un poco, pero no llegan a lo ideal, ni de cerca podemos criticar ese esfuerzo, el futbol no podría concibiese como es sin un árbitro, el que puede terminar como el más señalado… desde el bando perdedor.

De los colegas, pues es lo mismo, hay de todo y para todos, hay quien siempre juega a ganar y el que tan solo juega a ver cómo le va, pero hay también perdedores de origen y aquí podemos, si quieren, separar a los empíricos de los que pasan por la escuela, aunque una cosa no asegura la otra en este último tema. Las instituciones educativas no tienen la culpa de lo que pasa por sus aulas y más en el sector privado, ahí pasa cualquier cosa, como con un árbitro, podemos hablar de una mala tarde, de un día bochornoso, pero justo en este sector, se crean patrones de conducta y ahí si, ya poco se puede hacer más que acostumbrarse y como la basura, separarla de forma correcta.


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Sudamérica al ataque

En el pentatlón moderno, podemos presumir a Evelin Fernández, una brasileña que ha conseguido buenos números hasta ahora. Tú puedes protagonizar este espacio, envía tus fotos a deportes@sie7edechiapas.com.mx; no se publicarán fotos anónimas.




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