Es un tema económico

Annete Lewis

Lo de la postergación de los Juegos Olímpicos y la necedad del COI de mantenerlos en su fecha original, debe responder a un asunto económico exclusivamente, porque si la decisión pasara por el sentido común, es evidente que ya se hubiera reprogramado y todo el mundo estuviera trabajando ya en reestructurar programas de entrenamiento, logística y todo lo involucrado con sus atletas.

Pero, Thomas Bach ha sido renuente, afirma que los juegos no se mueven de su fecha original y es que los compromisos comerciales tienen un peso específico que complica cualquier movimiento. Contratos, fórmulas comerciales, estrategias y sobre todo, la esperada afluencia a Japón de turistas de todo el mundo para presenciar el evento y después, conocer más de una cultura que desde que recibió la estafeta en Río hace cuatro años, dio una probadita de lo que se podía esperar.

La expectativa es inminente, pero solamente una situación como la que atraviesa el mundo, termina por cambiar lo planeado, así sea un evento tan relevante.

Lo comercial puede mantenerse, la publicidad se continúa produciendo y quizá los resultados no estén tan cerca de lo esperado, pero cuando ya existe la planeación, cancelar un evento de esta magnitud representa una pérdida importante; sin embargo, el giro de la tuerca puede ser hasta benéfico, explotando cuestiones más relevantes, relacionarlo con las marcas y aprovechar este retraso de manera positiva: la tierra más fértil para los mercadólogos es un evento de esta magnitud.

Es por eso que al COI le cuesta postergar el evento y tuvieron que ser los países importantes los que tomaran voz de mando y presionar desde otra perspectiva; al final son los que ponen el material humano que hace de ésta, la fiesta más importante del deporte en el mundo.

Ahí también entran en juego muchas marcas, por ejemplo, los Olímpicos son el escenario perfecto para que Nike presuma los espectaculares diseños que elabora para los equipos de atletismo, Tokio es el escaparate perfecto para lucirse y no pueden permitirse que sus atletas exclusivos no estén. Lo mismo pasará con algunos otros.

En fin que, de los tres panoramas, considero que el más conveniente es hacer los Juegos en 2021, porque es lo más inmediato y seguro, sin entrometerse con otros eventos. Si lo trasladan al 2022, chocará con el Mundial y ahí sí tendrán un problema económico importante.

IMAGEN DEL DÍA

Heredera canadiense

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