Estimado hater
- AFP
- 12 oct 2020
- 2 Min. de lectura
Annete Lewis

Es cierto que después del quinto juego de la serie final entre Lakers y Miami en la NBA guardaste la esperanza de que se pudiera conseguir la hombrada de que el Heat evitara el cuarto título de LeBron James, a quien no vas a reconocerle nada, ni tienes la menor intención.
Es cierto que provoca escozor el saber que alguien puede intentar compararse con “su majestad” Michael Jordan, pero es tanta la preocupación por arroparle, que se nublan. Es una cuestión de estilos, si así lo desean, pero es cierto que nos va a pasar como ha sucedido en otras ocasiones, veremos cómo se preocupan por mantener su argumento, usando otros poco fiables, que al final no podrán percatarse que se han perdido del segundo más grande.
No hay necesidad de compararlos, a pesar de que la primer referencia sean los números. Le quedarían pocos a Jordan para usarlos en su defensa. No tiene que ver con eso, es lo que cada uno significa para este deporte desde la perspectiva más trascendental, Jordan fue el encargado de que pudiéramos disfrutar de Kobe en la era post Jordan (sin Jordan no existiría Kobe) y a su vez, de alimentar a este fenómeno del deporte ráfaga, que en todos los rubros va consiguiendo logros.
Hay que revisar las estadísticas y dimensionar, a James le queda una de las importantes en la mira. A LeBron James le faltan dos mil 687 puntos para alcanzar el segundo puesto en la lista de máximos anotadores de la liga, que si logra jugar completa la próxima lo supera la próxima campaña (si promedia los 28 puntos de esta, hablamos de 28 puntos por 82 partidos, se quedaría muy cerca); después, solamente quedará Kareem Abdul Jabar, con otros mil 400 pts más aproximadamente; es decir, LeBron está a poco menos de 4 mil 200 puntos de dar alcance a esa, una de las estadísticas que ni MJ ni Kobe pudo arañar (Jordan el que menos temporadas jugó de ellos)
Así que, mientras los haters mantengan la intensidad de su odio hace James, sus logros van a dimensionarse, ya no serán por sí solos los que hablen, sino lo que representa para quienes los desacreditan pensando en que es la única vía de mantener intacto a Jordan.
Tampoco se trata de quitarle la posición al 23 de los Bulls, sino de ver que James está muy cerca de esa estatus, que en un análisis más a fondo, decían por ahí, ya es capaz de verle de frente y a los ojos.
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Dominando el junior
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