Fallece Javier Pérez Díaz, custodio de la tradición tsotsil
- EFE
- 28 jul
- 2 Min. de lectura
Tuxtla.- Con profunda tristeza, la comunidad tsotsil de San Juan Chamula, despide a don Javier Pérez Díaz, un sabio indígena, sacerdote tradicional y maestro destilador que dedicó su vida a preservar uno de los legados más sagrados de la cultura maya: el Pox (o Posh).

Su labor, trascendió la producción artesanal para convertirse en un acto de resistencia cultural, identidad espiritual y transmisión de saberes ancestrales. Originario de la comunidad YutOsil 2, don Javier no solo elaboraba el Pox como bebida, sino como símbolo de sanación, vínculo con la tierra y vehículo de conexión con lo divino.
Desde su destilería artesanal, cuidadosamente construida con principios tradicionales, elaboraba el Pox con ingredientes simbólicos: maíz de cuatro colores (blanco, rojo, amarillo y negro), piloncillo, salvado de trigo y agua de manantial, respetando el carácter sagrado de cada elemento. Cada color representa un punto cardinal y su energía correspondiente en la cosmovisión maya, decía.

Lo que hacía única su experiencia no era únicamente la bebida, sino todo lo que envolvía su creación. Don Javier explicaba el proceso en tsotsil y en español, profundizando en el valor espiritual de cada etapa y de cada ingrediente. Era común que al recibir visitantes —locales y foráneos— realizara una ceremonia de limpia, mostrando cómo el Pox no solo es ingerido, sino invocado: para curar el alma, calmar el espíritu y restablecer el equilibrio del ser.
Además, como visionario, don Javier desarrolló variantes del Pox infusionadas con frutas de la región y café, elevando su sabor y su prestigio al nivel de otros destilados reconocidos internacionalmente como el tequila o el mezcal. Su trabajo ha sido reconocido más allá de su comunidad: formó parte del programa Destilando México y su historia ha despertado el interés de plataformas como Netflix, donde su mensaje podría llegar a nuevas audiencias.
Hoy, aunque su voz ya no se escucha en los montes de Chamula, su legado perdura. La destilería de YutOsil 2, continúa como un espacio ceremonial, ahora atendido por sus hijos, quienes recibieron su legado cultural y educativo, donde se continuará honrando no solo la bebida, sino todo un sistema de pensamiento ancestral. Visitarla es sumergirse en una vivencia sensorial y espiritual que une lo tradicional con lo contemporáneo.
Don Javier Pérez Díaz nos deja más que una receta: deja un legado vivo que sigue palpitando en el corazón del maíz, en el humo del altar y en cada sorbo de Pox que honra a los ancestros.
"Okolaval”
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