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  • ALEJANDRA OROZCO

Humberto, el máster de la hospitalidad en Chiapas

Tuxtla.-  En esta ocasión tuvimos la visita de José Humberto Torres Villanueva, quien ha incursionado en la industria de la hospitalidad, después de una amplia trayectoria administrando hoteles en San Cristóbal y su esposa haciendo lo propio en Tapachula, donde aprendieron mucho de cómo tratar a un cliente, pues reconoce que a veces se enfocan mucho al negocio y olvidan el trato al cliente.


“Estudié Tecnologías de la Información y la Comunicación aplicadas a la educación durante la pandemia, pero desde chiquito vendía dulces en la escuela, llenaba mi mochila de papas, chocolates, hasta las maestras le llamaban a mi mamá, y es que mi abuelita me decía: tenías que invertir centavos para ganar pesos, también con una amiga comercializaba mis tazos y mis dulces en otros salones, el comercio se me dio desde chiquito”, afirmó.



Sin embargo, su primera carrera fue Comercio y negocios internacionales, iba bien, tenía un buen promedio, pero la situación económica no era tan buena, si perdías una materia tenías que pagar la colegiatura completa y perdió la de contabilidad, con el afán de apoyar a su mamá, siguió su camino, se metió a trabajar en empresas de recursos humanos, luego de hotelería y aquí lo tienes.

“Mi gusto por la hotelería nace en los trabajos que he tenido, me di cuenta de que el principal contacto es el recepcionista o la persona que te toma la llamada, te preguntan dónde hay una lavandería, un restaurante, recomendaciones, a veces me reservan por la plataforma y ya no hay ningún contacto, todo se llena ahí, pero muchos decían que no los atendieron y se van a otro hospedaje”, señaló.

Una inquietud en común del sector, que ha escuchado al conocer a muchos hoteleros, aparte de pertenecer a asociaciones o cámaras, es que hablan de los bloqueos de carreteras, o los clientes tienen malas experiencias en el estado, pareciera incluso que son el medio oficial para dejar las quejas aunque la atención sea buena, o pasa que les abren una cartera, detalles que pasan seguido, vienen y se desahogan con ellos.

Humberto es propietario de Calkiní Cabañas, que se ubica en Corral de Piedra, la parte baja de San Cristóbal de las Casas, llevan tres años de funcionamiento en una colonia tranquila, empezaron en una plataforma arrendando por mes o semana, no como otros complejos hoteleros que lo hacen por día, se dieron cuenta de que la atención es muy diferente a lo que estaban acostumbrados, juntaron el hospedaje tradicional con el vacacional, cosa que sí se puede, lo integraron, la gente buscaba un refugio en pandemia, irse un fin, un mes y sentirse en su casa, tener dónde cocinar, un jardín, desconectarse de la realidad y nació mucho nómada digital, que quiere estar tranquilo, tener una buena conexión a internet, lo cual fue difícil pero consiguieron un servicio muy estable.

“Eso y la hospitalidad, después metimos desayunos, pensé en qué me gusta comer a mi: tortilla a mano, maíz azul, nos trajimos a dos chicas de una comunidad, las apoyamos en su preparatoria, ellas hacen el café, las tortillas, frijolitos, dije, si yo como así, por qué no ofrecerlo, les explico que es artesanal, se van con un buen sabor de boca, nos recomiendan, les gusta volver; la actitud de servicio comienza desde la llamada por teléfono, preguntarles si van a celebrar un aniversario, una pedida de mano… son seis cabañas, cada una tiene su nombre en maya, que abarca la región sur, el nombre significa garganta donde se esconde el sol, somos chiquitos pero tenemos el sol que nos llega”, detalló.


Los puedes encontrar en Facebook como Calkiní y en Instagram como Hotel Calkiní Cabañas, tienen cabañas familiares para 5-7 personas, para parejas o dobles, todas son privadas, con internet, la familiar tiene hasta un futbolito, se pueden estacionar adentro, que es un plus, hay fogata, área techada, no han tenido quejas por eso, está cerca del centro de San Cristóbal, de 10 a 15 minutos, cerca de Ecosur, por la entrada a la carretera hacia Comitán, muy céntrico y tranquilo para pasar la noche bien, hacer compras, visitar, en diciembre el calendario está casi lleno, tienen la decoración navideña, incluso puedes hacer tu posada ahí y te prestan el jardín sin costo.

“Cuando estábamos en la pandemia, que nos afectó mucho, llegó gente a quedarse por meses, muchos hoteles recortaron personal, cancelaron reservas, nosotros quisimos ayudar a esa gente sin cobrar la tarifa regular, así asegurando sueldos pagados, estables, la propiedad ocupada, teníamos mucha comunicación, los huéspedes se quedaban de tres a seis meses, seguía manejando el servicio, limpieza, todo incluido; no es como rentar un departamento amueblado, hay más comodidades, actividades recreativas, los apoyábamos para hacer su súper, ahorita ya no es así pero te queda la experiencia, a veces hasta nos mandan el equipaje antes, tenemos al personal capacitado para hacer el resguardo, y cuando llegan les preguntamos si se los montamos o ellos desempacan, no cualquiera se avienta ese servicio, no está la apertura, acercarse al cliente ayuda a que te recomienden”, comentó.


El emprendedor recomienda a quienes quieran hospedarse en algún servicio, que marquen directamente al hotel para pagarles, ya que por plataforma las comisiones son muchas e incluso pueden encontrar mejores precios, no es que estén peleados con la tecnología, la saben aprovechar, si quieren reservar no los mandan con un servicio externo, tienen convenio con algunos bancos que les cobran menos del 2% de comisión o aceptan tarjeta de crédito, débito, pueden tener su factura, entre otros beneficios.

“Si a mi me ofrecieran algo en el extranjero volvería acá, amo la gente, se come rico, hay muchos lugares por visitar, está mi familia, yo me crié en Tuxtla pero San Cristóbal me llama, el otro lugar que me gusta es Puerto Arista, Tonalá, el Cañón del Sumidero, es una majestuosidad ver todo eso que se creó por millones de años, Chiapa de Corzo, Terán, que no es turístico pero ahí conocí a mi esposa y ha crecido bastante, Palenque, a donde iba de niño cuando te podías subir a las ruinas, Zinacantán, es precioso, la gente muy cálida, se come rico… Tuxtla tiene lo suyo, es una ciudad cosmopolita, encuentras muchas cosas y todavía no está tan congestionado como otras ciudades, las obras públicas ayudarían mucho, hay que ceder como ciudadanía, cuidando la naturaleza, las formas”, opinó.


A futuro, se ve apoyando a esos empresarios que están emprendiendo y les cuesta hacer el match por la curva tecnológica, que a veces no quieren aceptar tarjetas, transferencias, no quieren una página de Facebook, y en esas comunidades está el turismo de aventura, a veces hay lugares donde no hay buena conexión, en infraestructura piensa que estamos como a un 80 por ciento de dar un servicio de calidad, y trabajar el trato al cliente, ellos viven de sus actividades para satisfacer al cliente, y si lo trabajan puede volver o recomendarlo y es lo que le pasa, dice que hay que ser flexibles, la pandemia ya lo enseñó, más humanismo, todo lo que hace es llevar el humanismo por delante, las personas sacan el trabajo, lo apoyan y recomiendan.

“Mi primer deseo sería que nunca pierda la humildad, independientemente de donde esté seguir apoyando a mis semejantes, el segundo deseo, que a mi familia y colaboradores les vaya bien en casa, porque se refleja en sus resultados personales y míos como proyecto, y tener buena salud, yo, mi familia y mi esposa, eso te abre puertas para estar bien, la salud es importante para llevar cualquier proyecto o cuidar a una persona”, señaló.


Para el, lo más lindo es que le compartan conocimiento, cuando le enseñan algo que no sabía lo valora un montón, si le enseñan algo probado y con bases lo vuelve parte de él de inmediato, lo más complicado es el tema de las tecnologías, al principio había muchas plataformas, todo era diferente, le costaba aprender, los trámites; por eso aconseja que den el primer paso, cuando entras a una plataforma de cualquier tipo, empezando por el SAT no le tengan miedo, darse de alta con tranquilidad, emitir su factura, animarse a emprender, las grandes empresas o quien te da el cash para emprender generalmente factura, y así no pierdes una abanico de oportunidades.

“Pueden empezar con aplicaciones para cobro con tarjeta sencillas, una vez me pagaron con criptomonedas, preguntando me dijeron que no había problema, solo que al pasar a pesos se pagan impuestos, y dije qué maravilla, un servicio más, pueden emprender desde el negocio más chiquito y te abre puertas, muchos empleos te piden el alta en el SAT porque es más formal, es una seguridad de comprobar tus ingresos, no tenerle temor ni cerrarse a solo transferencia o efectivo, hay más métodos de pago y vienen más, en Latinoamérica estamos desarrollando buenas plataformas de pago, tenemos que adelantarnos, además entre empresarios nos podemos apoyar, si hay otro hotel o cabañas y a mí se me llena se los mando, no tengo problema”, finalizó.

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