La Columna: Es muy temprano, pero…
- Annete Lewis
- hace 9 horas
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Cuando la gente comienza a comparar a Armando González con Javier Hernández, no hay más que considerarlo injusto, si la comparación va a partir de estadísticas y recuerdos. No hay en el futbol mexicano, un antecedente sobre las formas. Hugo Sánchez lleva mano cuando se fue al Atlético y pasó al Real Madrid, como un atacante letal, la ejemplificación de un nueve, técnico y pícaro para encontrar la portería rival, 38 goles a un solo toque, pondrían a parir a cualquiera en esta época, balón de oro y lo mucho que acumuló. Poner a Javier Hernández en ese tenor…
No hay manera de no acrecentar el comparativo entre la “Hormiga” y “Chícharo”, porque ambos juegan en Chivas, los dos han irrumpido en momentos en los que parece que el Guadalajara atraviesa momentos complicados y aunque el camino de Hernández antes de su debut fue más complejo, sus habilidades en el ataque son muy parecidas. Entre estos dos también es injusto y quizá innecesario, Chivas vuelve a soñar con este “9”, que quiere un impensable título de goleo.
Pero no hay que perder el enfoque, para fortuna de González, puede tener a Hernández a lado, y quizá no debe escucharlo del todo, pero sí lo necesario y más cuando de lidiar con defensores y balones complicados se trata. “Chicharito” puede considerarse un buen mentor y su papel en el actual plantel del conjunto tapatío, va más enfocado a eso, a aportarle la dosis de experiencia que le pueden faltar a González y encima, también está Alan Pulido, el último campeón de goleo que tuvo el Guadalajara, justo antes de partir a Estados Unidos.
Resta un partido, pero tener a un mexicano peleando palmo a palmo por ser el mejor anotador, justo al lado de un portugués y un brasileño, con 11 tantos y una oportunidad de levantar la mano para lo que sea necesario, para ir a Selección a aprender de los Jiménez o bien para convertirse en infaltable en el once del rebaño. Recién renovado en lo contractual y ahora, apuntando a ser un estandarte que a Chivas le hace falta y si las críticas irán enfocadas a sus gustos por el ánime y ese tipo de situaciones, volveremos a demostrar que, en nuestro país reza bien la frase, no hay peor enemigo para un mexicano, que otro mexicano.
Sin comparaciones injustas, es renovador contar esta historia de un chico que busca trascender, en un país en el que producir atacantes es casi imposible, en Chivas vuelve a pasar y sin comparaciones, de nuevo, hay que aplaudir este buen momento, que deberá alargarse mucho tiempo.





