La Columna: ¿Se gana perdiendo?
- Annete Lewis
- 25 feb
- 2 Min. de lectura

Y no, no estamos hablando de esa frase que se enmarca cada vez que en algún deporte, a veces hasta en la vida cotidiana, uno puede “sacrificar” algo, sabedores de que viene algo mejor, que la recompensa en la pérdida será mejor y así, podemos dar vuelta a la página tras un suceso en el que se sufrió una derrota.
No, tampoco se trata de esos temas sentimentales, de dejar ir y de que se gana más con la partida de alguien o algo. No, este espacio no es para ponerse sentimentales.
Se trata del árbitro internacional mexicano Marco Antonio Ortiz Nava, que de por sí ya había quedado en el medio de la polémica tras aquel penal de la final reciente entre América y Cruz Azul y de tantos varios episodios, en los que se ha visto inmiscuido en polémica. Portaba gafete internacional de FIFA y le tocó intervenir en un duelo de Champions Cup, en el que estaba involucrado el Ínter de Miami de Lionel Andrés Messi Cuccitini, ante el Sporting Kansas City que se jugó en un inclemente frío y en el que el mexicano tuvo un desempeño regular, sin notificación, durante el tiempo en el que duró el encuentro; sin embargo, justo cuando finalizó el cotejo y todos iban a refugiarse a los vestidores, el silbante se vio en una situación que, quizá, le resultaba única, irrepetible; Messi pasó junto a él para darle la mano tras el juego y, sin pensarlo, el nazareno gesticuló. Lo que parecía un saludo normal, se supo después, fue una petición, el árbitro le habría solicitado a Messi un autógrafo.
No importan mucho los matices, como el que era un autógrafo para un familiar con condiciones especiales, ni mucho menos. El árbitro aprovechó su situación de privilegio, para sacar ventaja en un acto condenable.
Concacaf ya tomó cartas en el asunto, inhabilitó al central para ver acción e torneos internacionales, podría arbitrar en la Liga MX y en duelos de otra confederación si es solicitado, mientras el expediente está abierto a investigación.
Sí, el mexicano estará seis meses en la congeladora, pero tendrá un autógrafo de Messi y es aquí donde entra la cuestión ¿el central ganó, perdiendo?
A Messi, dicen, el arbitraje, las confederaciones, la misma FIFA, lo tratan de manera especial y cuando sucede un tema como este, es común que esa suspicacia crezca, porque no sería Ortiz el primer juez que le solicita algo; después, no hay manera de juzgarlo en la cancha como deberían.






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