Las pobres Chivas

Annete Lewis

No sé si lo recuerda, amable lector, pero ya habíamos hablado hace poco más de algunos meses de la imperiosa necesidad de Guadalajara de elegir jugadores como refuerzo que su primera elección fuera llegar al mejor equipo de México, que tuvieran como máximo objetivo vestirse con esos colores y no que “coquetearan” con “mejores ofertas” tratando de que no sólo pudieran cumplir su sueño, sino llenarse las bolsas de dinero.

Es lamentable, pero para quienes piensan que llegar a Chivas es ya un logro máximo, es cuando comienzan a caer en excesos como los que se vieron el pasado fin de semana. A veces uno no entiende cómo se justifica un “festejo” de un cumpleaños, cuando todo el mundo sabe que la carrera del futbolista es corta; ya habrá muchos cumpleaños que podrás celebrar “por todo lo alto”, pero encima de saber que están incurriendo en acciones que van en detrimento directo a tu rendimiento en la cancha, presumirlo en redes sociales y después el domingo ver cómo tu equipo sufre porque no cuenta contigo, es el claro ejemplo de lo que sucede en Chivas.

Llegar al “Rebaño Sagrado” no es el máximo logro para la carrera de un futbolista, es el máximo compromiso, porque lo que logres defendiendo esos colores en la cancha, separarán a los inmortales de los futbolistas comunes. Estar en ese equipo puede llevarte a lo más alto por tus logros, o a lo más bajo por tus indisciplinas, porque puedes llegar a pensar que eres tan “ídolo” que se te perdona todo; pero, ¿sin ganar trofeos?, el ilógico pensarlo siquiera, pero es la idiosincrasia con la que suele manejarse el futbolista en nuestro país. ¿Cuándo demonios van a honrar a la playera con la que juegan?, no, el futbolista sabe que si Chivas lo desecha, le alcanza para ir a un equipo donde no tenga tanto reflector, donde pueda seguir festejando cualquier cosa y después, medio rendir en la cancha.

Ya no basta con jugar en Chivas, para que el jugador mexicano de “renombre” pueda contar éxitos en su currículum, debe ganar algo, debe rendir, debe convertirse en ídolo dentro y fuera de la cancha. Ser un jugador íntegro, que tenga gran despliegue físico y lo que debe ser una constante, ser profesional 24/7, olvídense de los “días de descanso” y todo lo que pueden hacer en él, basta con ver el tema Cabañas y los últimos años del buen “Gullit” Peña (que por cierto, también jugó en Chivas).

Ya no puede ser tu máximo logro llegar a Chivas, se trata de ganar algo, de demostrar en la cancha y después hablamos de lo relevante que va a ser, se va a sorprender más de uno, pero es evidente que no existe conciencia en la actualidad de lo que vale ponerse la playera del equipo más popular del balompié mexicano.

IMAGEN DEL DÍA

Una gran promesa

Para el atletismo de velocidad en el mundo, la española Blanca Hevás, que ya posee marcas importantes y sigue en ascenso. Tú puedes protagonizar este espacio, envía tus fotos a deportes@sie7edechiapas.com.mx; no se publicarán fotos anónimas.