Lucy tocó la campana de la esperanza
- ALEJANDRA OROZCO
- 26 ago
- 2 Min. de lectura
El cáncer infantil es una enfermedad que ocupa la segunda causa de muerte entre niños y niñas de nuestro país, y la primera por enfermedad, del que se detectan entre cinco y seis mil casos nuevos año con año… uno de ellos fue el de Lucy, una pequeñita que, tras seis años de luchar contra este padecimiento, por fin pudo tocar la campana y ser dada de alta del Hospital de Especialidades Pediátricas (HEP).

La menor ingresó por primera vez al hospital con tan solo un año de edad, tras ser valorada médicamente se confirmó su diagnóstico de leucemia linfoblástica aguda y de inmediato comenzó su tratamiento, tras el cual pudo tocar la campana a sus sie7e años, ante la remisión completa de la enfermedad.
Lucy fue atendida en el HEP IMSS Bienestar de Tuxtla Gutiérrez, convirtiéndose en un caso emblemático de esperanza y superación para pacientes pediátricos de la región, luego de permanecer durante seis años en seguimiento con estudios y consultas periódicas, en su última valoración se confirmó que la remisión completa de la enfermedad, lo que marcó el cierre de su tratamiento.
La paciente celebró su recuperación con el toque de la campana de la esperanza, acompañada de sus familiares y del personal médico que la atendió, luego de recordar que cuando ingresó por primera vez al hospital, con tan solo un año, presentaba síntomas como aumento de ganglios en el cuello, diarrea y vómito, asimismo, en la valoración médica se detectaron bajos niveles de leucocitos y plaquetas, y anemia.
Los médicos tratantes determinaron realizar un aspirado de médula ósea, que consiste en extraer una pequeña muestra líquida de este tejido para su análisis en laboratorio, el resultado confirmó el diagnóstico de leucemia linfoblástica aguda, que es un tipo de cáncer que afecta la médula ósea y la sangre y que de acuerdo con la Secretaría de Salud, representa más del 50 por ciento de los tipos de cáncer infantil.
La tención integral y especializada que recibió, consistió en tratamiento de quimioterapia durante 20 semanas, proceso durante el cual contó con el acompañamiento de un equipo de profesionales de la salud, además de su familia, la apoyó en cada etapa de su tratamiento y recuperación, posteriormente, la paciente continuó bajo control médico especializado por seis años, lo que permitió consolidar su recuperación hasta alcanzar la remisión completa de la enfermedad.
Hoy, Lucy es esperanza para tantos niños y niñas que luchan contra el mismo enemigo, y esperan estar cada vez más cerca de tocar esa campana victoriosos, de plasmar sus huellas en el muro de todos los pacientes dados de alta, y de soñar con un futuro saludable y exitoso, como el que toda persona merece.









Comentarios