Mara Camacho, alzando la voz contra la violencia vicaria
- ALEJANDRA OROZCO
- 18 sept
- 7 Min. de lectura
Tuxtla.- Mara Camacho Coello tiene 33 años, es licenciada en Derecho, originaria de un pueblo muy bonito que se llama Tapilula, a tres horas de la capital, en la zona norte, muy pegado a Pichucalco, siempre le gustó la abogacía, la idea principal era estudiar en la Facultad de Derecho de San Cristóbal, pero se casó a los 18 años y por eso empieza a estudiar ahí mismo, en su municipio, y ahí se quedó.

“Yo soy parte del Frente Nacional de Violencia Vicaria, llego a él desde hace cinco años, es un Frente Nacional que cuenta con representantes en cada estado, la violencia vicaria apenas hace dos años se promulgó en el Código Penal del Estado de Chiapas, y en mi experiencia, realmente las autoridades desconocen del contexto de lo que es, porque en mi caso, al momento que yo toco autoridades, desconocen que realmente es una violencia”, explicó.
Para entrar en contexto, en la violencia vicaria se viven diferentes tipos de violencia: física, psicológica, social e institucional, toda esta va ejercida por las ex parejas, haciendo énfasis en que la violencia vicaria es una violencia de género, ella llega al Frente por su experiencia personal, ya vivía una violencia física con el progenitor de sus hijos, su expareja, lleva seis años divorciada, al momento que estaba en esa relación, también vivía violencia psicológica, que muchas normalizan, pero no es normal.
“No es normal que nuestras exparejas o parejas en sí utilicen a los hijos, diciéndonos, si te vas, te vas sin tus hijos, te vas sin nada, y si me dejas, te voy a quitar a tus hijos, eso no es normal, eso es lo que yo viví durante mi ex matrimonio, posteriormente, yo decido divorciarme hace seis años, y empiezo a vivir la violencia económica, en ese momento, el papá de mis hijos pone todo a nombre de la mamá de él, y lo que pasa a nombre de él, pasa de manera de donación, para que con esto el señor simplemente dijera, yo no tengo nada a mi nombre”, relató.
Esto es muy normal escucharlo en los progenitores de los hijos, que le busques por donde quieras, pero no tienen nada a su nombre, sin embargo eso no es normal, eso es una violencia, desde entonces, en el divorcio le empieza a dar según el 50 por ciento de sus ingresos, que en total eran de 12 mil pesos mensuales, siendo un empresario abarrotero de la zona norte, es decir, que no está declarando realmente sus ingresos.
“Inclusive ni casa le dio a sus hijos, yo me divorcio en el 2019, ahí estaban las violencias bien explícitas, pero simplemente yo quería ya el divorcio, punto, se llegó a un acuerdo, yo vivo mi primera experiencia de violencia vicaria en el 2021, cuando, después de una sana convivencia, a mí me dice el progenitor, ya no te voy a entregar a los niños porque llevé un juicio y ya tengo la guardia y custodia total, hazle como quieras, pero no los vas a ver, un juicio que jamás se me notificó, un juicio que jamás existió, lamentablemente en esos años estábamos en pandemia, y los juzgados no estaban trabajando”, compartió.
Esto era una artimaña de sus antiguos abogados, en esa ocasión fueron 27 días horribles, porque se les afecta mucho emocionalmente, porque son mamás, les arrebatan a sus hijos, gracias a Dios esa vez entró a laborar el juzgado, y quien estaba en ese momento de juez le dijo que en ningún momento autorizó eso, que era ilegal, la primera vez desistió, porque no quería problemas.
“Yo entiendo que estas personas todo el tiempo van a estar buscando la manera de estarnos violentando, porque eso es, ya no nos pueden hacer daño directamente a nosotras, porque ya no estamos dentro de esa relación, pero utilizan a los seres que más queremos y amamos, porque saben que somos buenas madres y que no vamos a dejar a nuestros hijos, los utilizan como herramienta para lastimarnos, la última vez fue en el 2024, a inicios de noviembre, en ese año yo tengo una denuncia porque en febrero del 2024 me amenazó, ya estaba moviéndose mucho políticamente, él no es político, pero abusando de ese poder, me hace una llamada amedrentándome y me dijo que no sabía con quién se estaba metiendo, y que si problemas quería, problemas iba yo a tener”, recordó.
Esa vez llegaron a conciliar a la Fiscalía de Pichucalco, el conciliador le dijo que no se metiera, que la tratara con respeto y demás, ahí pensó que le iba a parar, pero no, ese año, de la misma manera, después de una convivencia, de un trabajo de manipulación con anticipación hacia sus hijos, ya no le son reintegrados nuevamente, pero ahora se fue a la Fiscalía a levantarle una denuncia por violencia familiar, en la cual efectivamente utiliza a los niños para dar un testimonio, pero no hay pruebas, sin embargo, hace ya 11 meses que no ve a sus hijos.
“Es algo muy fuerte, a mí realmente las personas que me dicen, eres muy fuerte porque yo si a mis hijos no pudiera verlos en sie7e días… no puedo ni hablar con ellos, no tengo contacto, no me reciben ni mensajes ni llamadas y no me contestan, los mensajes que yo tengo, donde ellos me mandan, son para decirme mamá, deja de estar mintiendo, no sé si son mis hijos, no sé si es el progenitor, créanme que esto es muy desgastante”, señaló.
Es por eso que está llevando mucha terapia, que se acercó al Frente, a personas que quieren ayudarlos, ahorita, por ejemplo, van a hacer una investigación sobre este tipo de violencias, porque hay mucha gente que desconoce, inclusive profesionales de la psicología, a ella le tocaron profesionales que le querían dar la atención, pero no le daban la correcta, entonces también eso está sirviendo para apoyar a más personas, concientizarlas de que no es normal que te quiten a tus hijos, que también tú tienes que llevar un proceso de sanar, porque es muy fuerte.
“Saco las fuerzas de Dios y de una red de apoyo, que es como nosotras nos llamamos, la verdad es entre lamentable y asombroso, es lamentable porque existe la violencia en Chiapas, es asombroso porque somos pocas las que realmente levantamos la voz, ¿qué me decían a mí? Déjalos, cuando sean grandes te van a buscar, porque realmente se desconoce que es una violencia lo que te están haciendo, porque no está bien quitarte y arrebatarte a tus hijos, imagínate las presas que están en la cárcel, ellas sí tienen el derecho de convivencia con sus hijos, como para que a nosotras se nos hayan arrebatado nuestros hijos de tal manera”, señaló.
En este frente tienen muy pocas integrantes, tal vez por la falta de concientización de que existe esta violencia, hace poco, por una experiencia que vieron en redes sociales que desconocían, inclusive las mismas las personas que prestan la atención legal desconocen los procedimientos, entonces más que nada lo que buscan es concientizar, no solamente para que existan leyes escritas en un papel y que las personas no sepan cómo manejarlas, lo que quiere es concientizar a toda compañera mujer, si está viviendo un caso similar, si se siente identificada con su caso, de que sí existe esa violencia.
“Puedes acercarte a los centros libres, ahorita, gracias a Dios y gracias al gobierno que tenemos, están estos centros libres donde gente que conoce, por ejemplo, mi experiencia, me ha buscado, yo las he canalizado, porque este proceso es súper desgastante económicamente, se llevan días, no puedes trabajar, nosotras que tenemos guardas, para que no se nos haga la inmediata entrega de nuestros hijos menores, se nos crean registros de atención, falsas denuncias, estás luchando para tener a tus hijos y estás luchando para que no te metan a la cárcel, súper desgastante en todos los aspectos, en donde quisieras que las autoridades se pusieran un poquito la mano en el corazón, que se dieran cuenta que si fuéramos realmente malas madres, no lucháramos por nuestros hijos”.

Puedes contactarlos en redes sociales como Frente Nacional de Violencia Vicaria, son una red de ayuda psicológica, emocional, porque te entienden, y solo quienes están pasando, por eso saben, aparte de eso, en lo particular, existen también los centros libres de mujeres que ahorita están en varios municipios, como San Cristóbal, Comitán, donde dan atenciones psicológicas y jurídicas de manera gratuita, acompañamientos y demás.
“Muchas de las mujeres que nos encontramos enfrentando estos procesos legales vemos a un sistema jurídico corrompido, muy vulnerable, lamentablemente porque nuestras exparejas cuentan con un poder económico del cual abusan, por eso también nuestros procesos son entorpecidos, ojalá las autoridades hicieran simplemente lo pertinente, que se basaran de acuerdo a la ley, en el caso mío, tengo casi 11 meses sin ver a mis hijos, en ningún momento he tenido una convivencia cuando saben que por derecho del menor y aunque mis hijos ya expresaron ante el psicólogo del juzgado que sí quieren verme, las autoridades no han ejercido el derecho de convivencia a mi favor”, lamentó.
Pese a que ya se emitió un fallo para que los pueda ver cada 15 días, tampoco está funcionando y nadie está haciendo nada, simplemente no se está velando por el derecho del menor, a pesar de que tiene registro de atención, no hay ningún tipo de evidencia para impedirle ver a sus hijos, lo único que está pidiendo es verlos, convivir con ellos y no se le ha permitido.
“Aquí lo que quiero hacer mención es no tener miedo, yo les digo a veces a mis compañeras, porque soy mujer, no tengan pena, lo que he escuchado de mis compañeras mujeres es que no quisieron en su momento hacerlo tan grande, porque desconocemos y no sabemos dimensionar los problemas que pueden surgir y hasta dónde pueden llegar, entonces, lo primero que nos frena es la pena, porque realmente la sociedad influye en muchas de nosotras”.
La segunda es el miedo, porque a veces se enfrentan a personas que dicen, no me voy a meter con él, porque, por ejemplo en su caso, tiene mucho poder económico, el señor sí tiene el tiempo y el dinero para estarlo dando, pero realmente tienen que irse directamente hacia la ley, no perder la esperanza y la fe que están ejerciendo su derecho, nada más y nada menos.
“Podemos empezar a construir una sociedad sin violencia desde los valores de casa, desde el principio de normalizar tanto a la mujer como al hombre, no es normal que quieras utilizar a tus hijos como herramientas para que la mujer no te deje, o si te deja, lo segundo, también la mujer, que no normalice y que busque siempre los medios de protegerse”, expresó.
Admitió que tiene miedo, se siente representante de muchas mujeres que tienen miedo a decir, a hablar, pero su miedo es por el progenitor de sus hijos, porque es una persona que tiene un poder hasta el momento económico con aspiraciones políticas, tiene miedo de que llegue a un puesto político y que definitivamente no vuelva a ver a sus hijos, su deseo es que de verdad esta entrevista llegue a las personas indicadas, y si tiene que llegar también al progenitor de sus hijos, que se dé cuenta de que no busca hacerle daño a nadie, en todo momento lo único que quiere es volver a ver a sus hijos.









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