Mente sana solo habita en cuerpo sano
- ALEJANDRA OROZCO
- 4 ago
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Tuxtla.- Bienvenidos de nueva cuenta a este espacio, donde el objetivo es, como su nombre lo dice, estar conscientes de nuestro cuerpo, por sobre todo, en esta ocasión tenemos un tema muy importante que es el Mounjaro, más que magia, es ciencia, para esto nos acompaña la nutrióloga Kristha Uc, además, tenemos como invitada a Juliette López, médico con especialidad en nutrición clínica y geriátrica, también es educadora en diabetes, más que preparada para instruirnos sobre este tema.

“Primero que nada, estamos en una nueva era de nuevos tratamientos, estamos muy emocionados los médicos de que estos nuevos medicamentos lleguen a la población, a pesar de que sabemos que sólo el 30 por ciento de los mexicanos tienen acceso a estos, se abre la posibilidad de que existen tratamientos que no habíamos visto antes, la posibilidad de reducir obesidad y obviamente el impacto que tiene en diabetes, hipertensión, infartos, eventos vasculares, a esto me dedico, qué gusto que me inviten a estar conscientes de nuestra salud y de nuestro cuerpo”, mencionó.
Hay que empezar hablando de que los hábitos se van heredando, no sólo se trata de la genética, sino también del ambiente alimentario que se les da, porque se familiarizan con un refresco embotellado en el comedor, y para ellos va a ser muy común tarde o temprano consumirlo, porque estamos muy familiarizados con lo que estamos viendo en nuestra casa, como el hábito de hacer ejercicio, o el de los alimentos.
“El tema que hoy traemos es súper importante, pues están de moda las inyecciones que utilizan los diabéticos para bajar de peso súper rápido, pero ¿realmente estás haciendo la concientización a la hora de utilizarlo? ¿Estás haciendo no estás haciendo conciencia a la hora que estás utilizando esos fármacos?”, preguntaron.
Estos fármacos no son una solución mágica, sino una herramienta que contribuye al objetivo, pero no debe ser la fuente principal del mantenernos delgados, de la eterna juventud y de la salud, los medicamentos son la herramienta que ayuda a lograr ese objetivo, pero lo principal es entender el mecanismo de difusión de esos medicamentos aplicarlos a través de una consulta médica, a través de una evaluación personalizada, y junto al tratamiento tener cambios de estilo de vida.
“Muchas personas ya venden la Mounjaro, algo súper clave es el historial clínico y verlo con un médico, con un profesional, porque al final de cuentas no nada más es llegar e inyéctamela, más bien es realmente que te hagan el historial clínico, eso es parte de la conciencia que debes de hacer al principio, y retomar los hábitos, la disciplina ya en el proceso, pero lo principal debería de ser una evaluación a los pacientes para ver si son aptos o no, eso hay que estar evaluando consulta con consulta”.
A partir de eso, se debe ver la nutrición consciente, porque al final de cuentas pierdes músculo, pierdes grasa, y no nada más estás perdiendo kilos por perder kilos, sino si realmente tu composición corporal se está perdiendo como debería de ser, hace muchos años se trabajaba con una báscula y se aplaudía cuando un paciente bajaba los kilos, sin importar si era masa muscular o grasa, en ese entonces no tenían otras herramientas para evaluarlo, hoy día las básculas nos pueden decir si el paciente está perdiendo grasa y si va por el buen camino.
“Hoy se sabe que la masa muscular es el órgano de la juventud, de la fuerza, el que nos mantiene con vitalidad, entonces cuando un médico sin experiencia, o un médico que no está dándole la evaluación personalizada a un paciente, o que sólo está haciéndolo para que baje de peso sin evaluar estas dos características, lo usa sin la responsabilidad, de que la alimentación debe dar saciedad, de que debe de nutrirlo, de que debe tener ciertas características para que el paciente no se sienta con mayores efectos agudizados con el medicamento y no se está dando con este complemento”, lamentaron.
Ahí es donde el paciente dice, no me sirvió el medicamento, o sí perdí peso, pero mi músculo quedó bajo, entonces no se está usando con conciencia, con responsabilidad, y lo que es peor, no estamos aprendiendo en el camino a retomar lo que ha sido básico y va a continuar siendo, no hay un hilo negro que descubrir: actividad física, buena alimentación, comer conscientemente, nutrición con conciencia. aprender del hambre, de la saciedad, aprender a comer y escoger alimentos adecuados.
“En la consulta veo muchos pacientes con enfermedades neurodegenerativas, y les digo, vamos a hacer dieta mediterránea a la chiapaneca y aprender a escoger nuestros alimentos locales, desde los cacahuates, desde escoger un buen carbohidrato como el elote, volvemos a aprender a comer, en Chiapas tenemos tantos nutrientes, no tengo salmón de libre pesca, pero tengo tilapia, existe otro tipo de pescados que nos pueden dar grasas nutritivas, pero tenemos que hacer este camino acompañado de personas que sepan de nutrición, de la alimentación y de buenos hábitos, que nos acompañen en el camino de adoptar estos nuevos hábitos”.

Lo malo es que muchas veces, no vemos las credenciales de quien está dando una dieta, muchas veces es alguien que empezó por experiencia propia a comer mejor, cuando el entrenamiento que se da en una carrera universitaria es importante, porque da las credenciales para poder trabajar con el paciente sin dañar, que es una prioridad en la medicina, evaluar un paciente, ver que pueda utilizar este medicamento, ver qué otros medicamentos utiliza que no se contrapongan a este.
“La tirzepatida, que es lo que contiene Mounjaro, es uno de los mejores medicamentos que existe, pero en un paciente frágil, que a lo mejor tiene problemas de memoria o una pérdida de masa muscular desde la primera evaluación, probablemente no tengo que usar tirzepatida, no necesariamente lo tengo que usar para perder peso, hay otras opciones, que tienen que ser evaluadas por un médico que, aparte de las credenciales, tenga la experiencia”.
De lo contrario, también pasa que el paciente tiene muchos síntomas y no pueden darle el acompañamiento justo y necesario en la alimentación, es muy interesante el tema de este fármaco, a ellos como médicos les ha emocionado mucho, apenas se estrenó en México en abril, es muy joven, en Europa ya se está utilizando hace como un año y tiene otro nombre, pero aquí en México su presentación es una cajita con una ampolleta, es una sola dosis, que se debe abrir enfrente del paciente, ver que se extraiga el medicamento.
“Este se vende bajo receta, al parecer ya unas farmacias están empezando con el abuso del medicamento, porque si no, va a ser una constante, normalmente uno va a la farmacia y encuentra que la gente se surte como si fuera un supermercado, eso es lo que me sigue asombrando todavía, porque tú dices, por qué tantos medicamentos, para qué, y el tema es que en Centroamérica y en Sudamérica tenemos la mala educación de automedicarnos”.
Esta inmediatez que se busca, es impulsada por las redes sociales, hablamos de un internet más rápido, eso es un problema social, de que lo quiero ahorita, no podemos con esta frustración de postergar el premio, entonces ven un medicamento que les va a dar la pérdida de peso que se supone no ha logrado ningún otro medicamento, y acaparamos la farmacia, están viendo a estos pacientes adultos jóvenes con una pérdida de masa muscular impresionante, pacientes que están llegando a la consulta y que según su peso y talla, están en su peso ideal a base de grasa, no tiene masa muscular, por la inmediatez de querer bajar de peso rápido se lo quieren aplicar y no llevar la alimentación que les dejaron, ni ejercicio, solo estar acostado viendo tele.
“Hay que decir que este medicamento tiene un trabajo dual a través de dos vías, la primera a través de otros que ya conocíamos que son análogos del GLP1, que hace que tengamos saciedad en el estómago, eso ya lo hacían otros, pero este además estimula a otra parte de nuestro cuerpo que hace que cerebralmente tengamos menos apetito, entonces actúa en el cerebro y en el estómago, esto es muy bueno para el paciente porque cuando empieza a ver la comida deja de sufrir por necesitarla, por quererla, es una cuestión de costumbre, que desde que éramos pequeños te decían, no te comes todo, no te levantas de la mesa, le servían un plato gigantesco y si no lloraste, toma tu paleta”.
Se trata de un tema cultural, porque el negocio en México y en muchos países latinoamericanos es la comida, es parte de del festín, de dar amor, cuando muchas veces la alimentación debería de utilizarse nada más para nutrirse, muchas veces te hace mamá tu comida favorita el día de tu cumpleaños, y así sucesivamente, es cultural, solo los mexicanos se llevan el queso, el camarón seco, el cacahuate, cuando de otros países para acá no traen nada de eso, no acostumbran dar este tipo de cariño en la comida, entonces desde la consulta es reeducar al paciente.
“Este medicamento actúa en dos vías, el paciente se siente tranquilo de no querer, aunque la mayoría pregunta, cuántos kilos voy a perder, hay pacientes que han perdido mucho, pero no es lo mismo lo que va a perder el paciente que pesa 110 kilos al que pesa 60, no es lo mismo el paciente que ya tiene buenos hábitos, que seguramente va a llegar con menos kilos y que sólo lo necesita porque está teniendo un síndrome de ovario poliquístico, resistencia a la insulina, alguna otra comorbilidad y que le estamos dando específicamente tirzepatida por esta otra comorbilidad, que ya tiene hábitos establecidos, que ya fue acompañada de nutrición consciente, de la educación, del ejercicio”.
Afortunadamente, hay pacientes que llegan ya muy educados desde el conteo de carbohidratos, proteínas, hay pacientes que todavía no distinguen entre un carbohidrato y una proteína, a partir de eso educan al paciente, no es el mismo control para el paciente 1 que para el paciente 2, está el que pregunta, cuántos gramos de proteína me tocan, hago una hora de ejercicio de fuerza, voy al gimnasio y hago tres horas de cardio.
“Con ese vocabulario el paciente tiene un nivel de educación un paso adelante, y tendremos que trabajar ahora con índices glucémicos, picos de glucosa, monitoreo de variabilidad de la glucosa en el día, pero con el otro paciente probablemente que no distingue carbohidratos, lo que hacemos es eso, distinguir los carbohidratos, qué es una proteína, cuál tiene mayor valor nutritivo, pero que además te caigan bien, a lo mejor yo te quiero dar frijoles como proteína vegetal y no lo toleras, es adaptar esa nutrición a cada paciente”, explicó.
Además, es valorar en cada paciente el uso del medicamento correcto, no es como que en el grupo de amigas todas usan Mounjaro, cada paciente tiene un proceso diferente y se le receta un medicamento, si es que lo necesita, puede ser que con pura nutrición, buen ejercicio, retomar actividades y tener claves específicas de en qué momento hago el ejercicio.
“Creemos que vamos a adoptar todos los hábitos y es muy complicado, nos crean la idea de tener una vida tan rápida que no nos enseñan a disfrutarla, y en ese disfrute es ir dejando poco a poco las cosas, si no quieres atiborrar al paciente de que deje azúcar, las frituras, el refresco, y viene siendo al final de cuentas algo no imposible, pero sí muy difícil para el paciente, porque la empieza a sufrir y es ahí donde al final de cuentas dice, ay no, dieta, nutriólogo, no gracias”.
Además, se trata de respetar el entorno del paciente, aquel que toma un litro de refresco diario, si se lo quitas por completo y a partir de ahora pura agua, no va a regresar, no deberías tomar nada, pero si vienes tomando un litro diario estamos hablando más o menos de 220 gramos de azúcar, de los que por nuestra estatura y actividad tal vez necesitamos 110, es muchísima azúcar que se va almacenando en nuestro cuerpo, es empezar a reducir el azúcar, ver desde dónde lo está comiendo, tener la conciencia de cómo se está sintiendo y disfrutar en el camino el proceso de mejorar la salud.
“El primer tip si tienes mucho peso es, si quieres ir haciendo un cambio de hábitos, necesitas ir poco a poco, por ejemplo, si quieres empezar a dejar las Sabritas, refrescos, todo lo que tenga que ver con envolturas, adelante, primero que sea eso, ir siempre poco a poco, porque si no, no se vuelve un hábito sostenible, necesitas empezar a hacer hábitos no para seis meses, no para tres meses, sino para toda la vida”.
Un segundo tip de nutrición muy práctico, es cuando tienes en tu refrigerador, en tu cocina, en toda la alacena alimentos de práctico uso, fáciles de preparar, no que todo sea industrializado, más bien acostumbrar al paladar a que no siempre necesita un pollo en cochito, o un plato muy elaborado, así es más fácil decir, voy a cenar huevo duro con aguacate, o a un pan le pongo aguacate, sal y pimienta, no exactamente es estar a dieta, más bien, como ya educaste a tu paladar a que no necesita algo tan elaborado, al final de cuentas es práctico para ti, entre más limpia sea tu dieta o más sana, es bien práctica.
“Tercero, el acceso a los alimentos, desde ahí empieza la clave, si en tu súper compras muchos antojitos, para ti va a ser muy fácil tomarlos, tengo tiempo libre, no fui al gimnasio, me voy a quedar viendo una película, pero compré unas galletas, desde ahí empiezas a ayudarte, no teniendo tan rápido el acceso a los alimentos, y ayudar también a tu familia que no tenga el acceso rápido a los alimentos, si el niño se come seis Danoninos y dos yogures al día, es porque cada vez que vas al súper los compras, desde ahí empecemos”, mencionó.
Otra cosa que le dirían al paciente, es que sí o sí, se alejen de las personas que los obligan a comer, no como una cosa tóxica, ni a que dejes de hablarle a tus amigas, pero no falta el que te dice, gordita, flaquita, cómete una, no pasa nada, esa gente no suma, o aprende a no tomar en cuenta esa opinión; otra cosa es que si están bajo tratamiento con algún medicamento, sigan las indicaciones de su médico, si no, es un desperdicio de energía, tiempo y dinero, y ves tu objetivo cada vez se ve más lejos.
“Por ejemplo, en el caso de los GLP1, está el paciente invirtiendo entre mil 500 y 2 mil pesos semanales, lo podemos usar por tiempo indeterminado, considerando que la obesidad es crónica degenerativa, hay pacientes que no la dejarán en mucho tiempo, estamos hablando de un año, tal vez, es muy reciente el medicamento y no sabemos todavía, no hay aún estudios serios que digan qué está pasando realmente con todos los pacientes que a largo plazo lo utilizaron, no ha habido oportunidad de tener un largo plazo por lo nuevo que es el medicamento”, explicaron.
Otra recomendación en la consulta es empezar a tener conciencia de lo que comes, distinguir entre hambre emocional y hambre real, esta hambre emocional son los chocolates, el pozol, las empanaditas, los tacos fritos, las garnachas, las tostadas, empezar a distinguir desde dónde estoy comiendo, por qué estoy comiendo, porque hay pacientes que dicen, no tengo hambre y quiero comer, tal vez hay que atender otras situaciones de ansiedad que están generando problemas emocionales, y que al momento que como algo sabroso, que a mi paladar le parece rico, me libera serotonina y tengo un instante de placer, entonces entre más coma, más tranquilo me voy a sentir, pero no estoy una eliminando el problema de raíz, que sigue siendo emocional, y por otro lado estoy cultivando la grasa en mi cuerpo que va a traer otras comorbilidades, además de la ansiedad que no he tratado.
Otro tema importante es la accesibilidad de los alimentos nutritivos, pues no es un secreto que hay colonias donde es más práctico, fácil o accesible conseguir una Coca Cola que agua potable, como los Altos de Chiapas, además, para romper el mito de ir al nutriólogo, al psicólogo, son importantes estos espacios, entre más se hable del tema, más mitos se rompen, hay que ser conscientes de que a lo mejor esa ansiedad se creó desde chiquitos, desde la inconsciencia de nuestros cuidadores o padres, es algo que aprendimos con el paso del tiempo, que no tengo que sentirme culpable, hay que acudir con los médicos que estudiaron y son expertos en comportamiento de neurotransmisores.
“Estos espacios son fundamentales para concientizar y empezar a romper mitos, todos los días somos otras personas, esta evolución hace ver nuevas estrategias alimentarias, no soy la misma médico a hace siete años a hoy, denme la oportunidad otra vez, evolucionamos y tenemos la oportunidad de otras situaciones, no hay medicamento que haga lo que el buen estilo de vida, no hay una pastilla que mejore el músculo, los hábitos de higiene de sueño, el saber qué escoger cuando tengo hambre, esta evolución hace que aprendamos”, mencionó.
También se han encontrado con muchas mamis que le dicen a sus bebés, prohibido, o se infartan con un dulce, pero no se trata de que el niño no vea ese mundo, sino que sepa elegir, como padres también se va evolucionando, que la comida no es un premio la saciedad, eso es importante, no obligarlo porque el niño de África no tiene qué comer, tratar de reeducarnos como padres con más información, estos espacios hacen ver desde otra perspectiva, sembrarle a la audiencia que no escondan los dulces, más bien sembrar la duda de por qué el medicamento no es lo más importante, hacer conciencia, porque mucha gente no lo comprende todavía.
“Es ver cómo el paciente evoluciona en su consulta, de inicio sí le doy un menú, pero no es la idea que en cinco meses siga igual, sino que le voy a dar una lista de alimentos y que haga su menú, no sirve tenerlo cautivo, porque no evoluciona, muchas veces no quiere dejar el medicamento, pero estás cambiando de hábitos, o solo te entran las empanadas, la garnacha, es saber qué alimento va primero, qué me beneficia más, estamos reeducando a los pacientes y a todos nosotros desde el amor, enseñarle a nuestros padres cómo ahora el atol no es el mejor alimento durante la enfermedad”, dijo Kristha.

Y es que no cuidarse también es una elección, si no te puedes quitar un hábito de 20, 30 años, cómo hacer cambiar a papá o mamá, hay que ser más flexibles, hay papás que toman café o galleta todas las tardes, con ellos es mejor tratar de empezar con una alimentación balanceada, desayuno y comida, pero no le quites su galleta, al igual que un paciente con diabetes, debe tener el interés primero, saber del medicamento, qué está comiendo para darle autonomía, qué va a hacer cuando el hijo no esté, ese es trabajo de consultorio, por lo menos en la consulta no solo pesarlo, sino preguntarle cómo comiste, cómo elegiste tus alimentos, qué está pasando más allá, eso hace que regresen.
“A veces no sabemos usar los prompts bien, le decimos a la IA, quiero bajar de peso, pero no considera factores como la nutrición, estrés, serotonina, si me tengo que desvelar, resistencia a la insulina, no tenemos la experiencia muchas veces como individuos, cuando los médicos y nutriólogos estamos entrenados para eso, a lo mejor tienes síndrome de ovario poliquístico, o resistencia a la insulina, o algo hormonal, demasiado estrés, falta de vitamina D y el paciente no lo sabe, Chat GPT no va a ver eso, ahí la importancia de acudir con una persona experta”.
En su consultorio integral, Juliette tiene un espacio con medicamentos para metabolismo, muchos lo llegan a comprar y no tienen receta, por eso en Neuro Balance empezaron a hacer guías para que, si te estás recetando el medicamento no controlado, como Ozempic, Cofepris no castiga a ninguna farmacia que lo venda, no es como la benzodiazepina, entonces les ponen que este medicamento está indicado para tal cosa, puedes tener estos efectos, acude con tu médico tratante, concientizarlo, que vuelva a preguntar o lo canalice.
“Si hay un abuso en su consumo tiene consecuencias, al dejarlo va a tener otra vez apetito, al quitarte el hambre luego vuelve, con que coma un pan puede estar lleno todo el día, pero no nutrido, en la comida no tiene hambre y se llena con una horchata, eso desemboca en falta de vitaminas, minerales y nutrientes, son estrategias que se tienen que seguir en consulta”.
Puedes encontrar aa Juliette en la tercera norte poniente 1420 colonia Moctezuma, en Neuro Balance Pharma, junto con un neurólogo clínico con alta especialidad en Parkinson, ella es médico con especialidad en nutrición clínica y geriátrica; por su parte, Kristha está en redes sociales como Kristha Uc, ubicada al interior de Ecotienda, sobre la calzada Rosario Sabinal 289 en Terán, o al 9983864947.
“Como mamás démonos la oportunidad de escuchar el hambre y saciedad de los hijos, comer con ellos, lo más que podamos estar con ellos y respetar, a cierta edad sí hay que obligarlos a comer un poco, pero luego preguntarles para que no coman a ciegas, respetar su saciedad y que tomen agua todo el tiempo, que ellos sepan qué alimentos son los más importantes para nutrirse, otro consejo, sepamos que los fármacos no nos dan el rebote, sino la falta de disciplina, constancia y hábitos”.









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