Máscaras de chor, el corazón del Carnaval Zoque Coiteco

Tuxtla.- Chiapas es un mosaico multicolor, ni bien ha terminado una tradición cuando ya comienza otra… el tradicional Carnaval Zoque Coiteco ya está a la vuelta de la esquina, protagonizado por personajes como el tigre, el cochi, el monito, el Mahoma y los vaqueros o chores, que al igual que figuras como el parachico, tienen un atuendo particular.

Con flores de colores, la cuarta, la matraca, el bigote y por supuesto la máscara, se atavían los hombres de Ocozocoautla para salir a danzar del 11 al 15 de febrero, en esta tradición que combina las creencias ancestrales con la religión católica; don José Refugio de la Cruz, mejor conocido como don Cuco, lleva más de 35 años elaborando el atuendo del chor, pero su trabajo más laborioso es la máscara, a la que le dedica tiempo y esfuerzo, así como mucha pasión.

Desde su taller, ubicado en el centro de Coita, nos platica que el chor lleva la máscara con el bigote corto o zoque, aunque con los años han ido surgiendo distintos modelos de máscaras, algunas ya con barba, con el bigote alzado, aunque el autóctono lleva los listones, la matraca y el machete, el estilizado ya mete otro tipo de máscara grande, barbada, y algunos incluso salen con ropa de mujer, como los chuntá.

"Las máscaras las hacemos con trozos de madera, yo más trabajo el cedro, el cedro me da un color natural que viene quedando como este estilo, primero se ve, le vas escogiendo la forma de cómo está tu madera, para ver de dónde sacar la nariz, el frente de la cara, en una máscara me tardo unos tres días porque trabajo solo”, explicó.

Don Cuco elabora de 35 a 40 máscaras cada carnaval, es decir cada año, pues se dedica más a la elaboración del resto de la indumentaria, los demás artesanos de la región llegan a hacer hasta mil máscaras por año, pues se estima que un total de cinco mil chores salen a danzar el día domingo, que inicia el carnaval y es cuando no trabajan.

"El carnaval, en primera me beneficia como vendedor, como artesano, y la otra que me da gusto y alegría porque en esos días sueltas todo lo que tienes, estrés, desesperación, tristeza, esos cinco días lo agarras para soltarte, la gente disfruta, es más probable que encuentres a alguien después del día 15 que los días del carnaval, que si los encuentras no te atienden porque están de fiesta”, dijo.

Además, dijo que está preparando un proyecto para reforestar la zona, para mitigar el daño ambiental que causan y así reponer la madera que usan al elaborar las máscaras, pues si bien la tradición es importante, lo es más poner un granito de arena para regresar algo a su comunidad y mejorar su entorno.

El Carnaval Zoque Coiteco, en palabras de don Cuco, recuerda el hecho en el cual los vaqueros -o chores- se encargaron de perseguir a un caballo blanco que en esa época se comía a otros potros del municipio, hasta resguardarlo en una cueva que sellaron con la ayuda de brujos, de ahí surgen los demás personajes que son representados en esta tradición. Aquí, lo que se conoce en otros municipios como prioste, se llama el Cohuiná, donde se resguardan a los santos que representan el elemento católico de esta fiesta, durante la cual se ofrece a los visitantes café con pan, tamales, pozol, la comida tradicional que es el cocido de res o sispolá, a excepción del día miércoles, que coincide con el miércoles de ceniza y se ofrece el frijol con chipilín, para guardar la vigilia.

Esta es la fiesta más esperada por el pueblo, el primer día de avientan huevos y talco, un elemento más moderno de la celebración, es parte de la algarabía y también hay un desfile por todas las calles con las representaciones de cada danza.