No ayudaron al sede

Annete Lewis

Ya viendo cómo terminó el evento que se realizó en Villaflores el fin de semana, que seguro no fue caro porque todos los participantes y agremiados a la ADEMEBA colaboraron gustosos como siempre, fue evidente que, al que menos le echaron la mano, deportivamente hablando, fue al sede, porque al menos tres equipos se armaron muy bien como para que la tuviera fácil.

Al final, todos los equipos pudieron traer refuerzos, no era para menos que se tuviera que ser tan dócil pensando en un evento de nivel, que estuviera a la altura de lo que se invirtió; pero, hubo quien en el papel demostró que, si de aguarle la fiesta a los dirigentes se trata, se pintan solos.

De la nada, cuando parecía que el organizador de este torneo había hecho todo bien para congraciarse con el sede, al final abrió el reglamento para todos y el Campeonato Estatal de Primera Fuerza femenil, terminó convertido en un torneo que tuvo su toque internacional, no estuvo ni cerca de aquellos estatales abiertos que, antes que nivel tenían orden.

Pero dentro de todo el tema hay uno que causa reflexión. Primero, un aplauso y felicitación a quien consiguió que de manera altruista, las jugadoras guatemaltecas que reforzaron al sede, lo hicieran de buena voluntad, con el fin de estrechar relaciones, es decir, que vinieran a jugar gratis. No cualquiera lo hace en estas fechas, trasladarse algunos kilómetros lejos de casa y jugar para divertirse, arriesgándose a una lesión.

Que la felicitación se extienda por los reconocimientos que entregaron, que se está volviendo algo de cada año y si, vaya que todo eso debe ser en vida, pero, que cada año se reconozca a los mismos s difícil, hay más y podrían abrir el panorama ¿o el reconocimiento en algunos casos es más para tener contentos a un par de “aliados” y no hacer “ruido” por lo que sucedió en este evento?, puedo esperar cualquier cosa.

Lo de las jugadoras extranjeras es un sarcasmo, porque ni las “nacionales” que vinieron de otro estado, salvo por algun par de excepciones, se llevaron su aguinaldo a casa; después, habrá quién aprovechó sus vacaciones y “reforzó” a algún equipo.

Pero las “internacionales” no vinieron gratis y en ese sentido, al ser informal lo de su “pago” (una vieja costumbre), no incurren en en una anomalía comprobable, pero s una anomalía. No existe la VISA ni el permiso temporal para trabajar un fin de semana, ni la solicitud del documento; fue una oportunidad de buscar darle “ventaja” al sede, pero al final no funcionó como esperaba.

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Edmonton y sus bellas

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