Nutrición orgánica, la base de una buena salud
- ALEJANDRA OROZCO
- hace 16 horas
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Tuxtla.-El día de hoy en Estar Conscien7e, Gastón y Kristha nos presentan al doctor Andrés Castillejos para hablar del origen de lo orgánico en Chiapas como una medida de alimentación desde la visión que él tuvo, todo se remonta al café, en los 80s ya se escuchaba que en Chiapas había café orgánico y muchas personas no sabían ni qué era eso, sin embargo, él inició con el pollo, su papá era avicultor, originario de Arriaga, ahí estudió hasta la prepa, la terminó en México, y se fue a estudiar Medicina a la UNAM.

“Estaba estudiando, y como todos los chavos, dije, qué hago, tuve la oportunidad de irme a Inglaterra y ahí maduré, en el 81, en Inglaterra ya se escuchaba mucho del orgánico, y a mí me interesó, porque dije, en Chiapas hay café orgánico, pero en Inglaterra había más que eso, ya había granjas orgánicas, borregos orgánicos, gallinas, pollos, y la gente ya andaba en bicicleta, y dije, en México no tenemos esto, entonces, quieras o no, quedó una semilla en mí”, señaló.
Cuando regresó de Inglaterra, se fue a la UNAM otra vez, terminó la carrera y se metió al hospital, en Arriaga, donde estaban los negocios de sus papás y los pollos convencionales, él en el hospital, ellos criando sus pollos, pero en el 94, como muchos mexicanos recuerdan, se vino un gran problema económico y las empresas de su papá se fueron, no podían pagar intereses, estaban hasta arriba, no alcanzaba el trabajo para pagar ni los intereses, menos el capital, entonces le dijo a su papá que criaran pollos orgánicos, los empezó a convencer de que una comida orgánica es aquella que no tiene cosas químicas, contaminantes, que dañan a la salud, sin pigmentos artificiales ni cosas extrañas, que te van a hacer bien a tu salud, comida que va a ser medicina para ti.
“Les digo, yo doy 10 consultas al día, pero si producimos orgánico, puedo llegar a mil gentes de una vez, en lugar de 10 diarias, puedo llegar a mil, dos mil o tres mil diarias, así nació la producción orgánica, muy pequeñita, creo que 100 pollos, y no los podíamos vender, ni regalados los querían, decían que ese pollo no sirve, que está muy blanco, papujo, nos tocó picar piedra, todo el proceso del convencimiento, de que el pigmento es el natural, que no tiene antibióticos de tercera generación, que no te va a hacer daño, no tiene cosas químicas ni conservadores, es un animal libre de pesticidas y te va a hacer mucho bien, pero cambiar a la gente es bien difícil, nos costó mucho tiempo”, recordó.
Afortunadamente, la onda del orgánico que venía de Europa llegó a México, cuando la gente se dio cuenta de que las comidas cada vez estaban peor, con contaminantes, con ese temor, algunas personas querían comer orgánico, así como empezaban ya a hacer más ejercicio y se querían cuidar, aunque todo eso no es nuevo, sino muy antiguo, porque nuestros abuelos y bisabuelos comían orgánico, pero se perdió en el crecimiento industrial, porque se tenía que hacer mucha comida.
“En la Revolución Industrial había que sacar las hambrunas, porque se moría gente, lo cual hizo que hubiera muchos alimentos que ganáramos en producción, pero perdiéramos en calidad, a la industria le interesa el dinero, producir lo más eficientemente posible para tener retribución económica, la salud no interesa mucho, comer sin morirse de hambre, pero qué decía Hipócrates, si le das al cuerpo el alimento que va a ser su medicina, realmente va a estar bien porque es natural”, mencionó.
Cuando iniciaron la producción orgánica, lo hicieron también por salud, a él le encanta comerse el hígado del pollo, pero tiene colorantes, antibióticos y por ende no lo puede comer, pero si sabe que está limpio, sí se lo va a comer, le tocó predicar con el ejemplo, además, el hecho de que sea médico ayuda bastante, porque a sus pacientes que están muy anémicos y que no pueden tomar sus pastillas, los manda a comer uno o dos hígados diarios de pollo orgánico, que venden en tal lugar y él los produce, y entonces la gente empieza a decir, que el doctor además receta comida, les cae muy bien y va, mejorando, pero eso toma años.

“Algo que nos ha caracterizado aquí en Chiapas de ser pioneros de pollo y huevo orgánico es la calidad que manejamos y que nunca hemos bajado, muchas veces las empresas empiezan bien, se pone la mejor calidad, y después baja, esa parte es donde los clientes confían en que pueden ir a la granja, que sientan el mismo sabor todo el tiempo, que no te digan que ya cambió, eso hace que el cliente al final de cuentas se quede, uno de los nichos de mercado que tenemos son los clientes de la tercera edad, porque vienen buscando el sabor del pollo de sus ancestros, buscan cómo antes se alimentaban y cómo los abuelos alimentaban bien a sus hijos, entonces empiezan a buscar un pollo que sea como el que criaban sus papás en los patios”, señaló Kristha.
El médico añadió que cuando comenzaron, en Chapingo hay una escuela de agronomía donde tiene tres tíos, ellos le ayudaron mucho, porque antes era difícil hacer una dieta para una ave, se las hacen con requerimientos estrictos para su vida, porque es importante que tengan buena calidad de vida, que gocen y pongan en acción todos sus reflejos, ahora es más fácil conseguir cosas orgánicas para hacerle una dieta a las aves, aunado a eso, tienen libertad, salen al patio y recogen lo que quieren y necesitan, que básicamente son fibras de árboles y minerales.
“Es bien estricto, tenemos bioseguridad para ello, tú no puedes entrar así a una unidad de producción de nosotros, imposible, tienes que pasar una fumigación, que no vengas de ningún lugar en el que haya gallinas, cambiarte de ropa, ponerte botas, porque aunque las aves están libres, no podemos llevarles alguna infección, es algo bien estricto, las aves gozan de libertad y andan sueltas, salen a las 8 de la mañana, en la tarde solitas van entrando a su gallinero y ahí duermen, tienen una vida bien bonita, pero con nutrientes de primera calidad”, describió.
Por ejemplo, ocupan un maíz criollo de la zona, de primerísima calidad, no de segunda ni de desecho, comen súper bien, una dieta estricta, orgánica, tienen que certificar inclusive la parcela donde se siembra ese maíz, las aves que vende tienen trazabilidad, es decir, el pollo que te estás llevando comió maíz sembrado en tal lugar, en tal fecha, de tal tipo y se cultivó en tal fecha, es algo complicado, pero bonito, satisfactorio, las aves son felices hasta que se vuelven tu comida.
“Ese alimento tiene que ser maíz amarillo o blanco de la zona, tiene que ser criollo, no es transgénico, tenemos maíz criollo que la gente, como antes, guarda su maíz, lo conserva, lo vuelve a sembrae, entonces hacemos algunas asociaciones con gente que tiene parcelas, no todas las siembro yo, y les digo, me vas a sembrar estas 10 hectáreas con este maíz limpio, como antes, cuando echaban la coa, nada de bombas, nada de glifosato, claro que es más caro, y te voy a pagar el 15 por ciento más de tu producto, y eso funciona, la gente lo acepta, pero hay que hacerlo, luego no queremos, porque es complicado, es más fácil comprar maíz donde sea, el maíz orgánico es maíz orgánico y no cualquiera lo es, entonces cuidamos desde ahí”, explicó.
Otro grano importante es el frijol de soya, mucha gente ni siquiera sabe que la soya viene de un frijol, que el 90 por ciento es transgénica, pero en México hay semilla mexicana que no se ha mezclado, en Chiapas, en el Soconusco hay semilla originaria, entonces siembran el frijol y no se lo dan a la aceitera para que le haga la extracción, lo recogen así como frijol, lo procesa con calores, tostado, molido, y entonces tiene la proteína de sus animales, es muy básico, es un cuete hacerlo, pero le encanta, no le cuesta hacerlo, desde el principio le fascinó.
“Yo creo que tienes que dar varios pasos, no a la vez, pero uno atrás de otro, a la vez también se puede, pero es más difícil, uno, el ejemplo, otro, la difusión, que nos ayuda, alguien lo va a escuchar y le va a entrar, otro, desgraciadamente, son las enfermedades, otro, afortunadamente, es la moda, porque hay mucha gente para la que está de moda comer bien, aunque no sepan qué es comer bien”, consideró.
Dentro de las enfermedades hay que recalcar que todo lo que es ovario poliquístico, quistes, cáncer, ya hay estudios científicos que los relacionan estrechamente con el cáncer, ya que las hormonas, las alteraciones dentro de los alimentos se encuentran en los alimentos convencionales, no en los orgánicos, es en ese punto donde las enfermedades llegan a trasladarnos a lo orgánico, cuando ya traes una enfermedad de cáncer, algún problema hormonal, pero sí es importante, a Kristha le impresiona cuántas niñas o cuántas mujeres llegan con ovario poliquístico, con problemas hormonales, también ya llegan bastantes caballeros con problemas hormonales, con la andropausia 10 años antes, es algo demasiado alarmante dentro de Chiapas.
“En Chiapas tenemos tanta diversidad, al alcance de muchísimos productos que son de aquí, de la zona, naturales y orgánicos, entonces, que al final de cuentas tengamos tantos problemas de eso, desde ahí podemos partir también para la concientización”, abundó; y es que vas al súper, compras tus verduras, llenas tu refri, como a la semana ya sacas un poco que está podrido y lo tiras, en cambio, cuando compras tus tomates orgánicos, ajustas dos para cada día, alcanza para lunes, martes, miércoles, jueves y viernes, entonces empiezas a desperdiciar menos, porque sabes que ese producto cuesta, además sabes el valor, no solo del dinero, sino de lo que costó hacerlo, del proceso.
Así, no vas a sacar tomates podridos, porque te costaron más y además son muy buenos, entonces empiezas a entrar en una dinámica de no desperdicios, donde compras más caro, pero no gastas mucho más, los cuidas más, no hay fugas, porque los tienes contados, y maximizas el recurso, no es nada más producir algo orgánico, sino que es toda una forma de vida, estar ayudando a tu entorno, a los vecinos, a tu país, al universo, es algo mucho más profundo, entonces también tu vida tiene que ir cambiando, hay un chorro de cosas que puedes hacer, que debemos hacer.
“Si nos vamos al precio, realmente, es de 85 a 88 pesos el kilo del pollo convencional, y el de Kristha está en 99 pesos, realmente por 15 pesos qué le estés dando salud a tu familia,
eso es bien bonito, alimentarse bien para tener salud es, además, la base de la vida, ya lo decía Hipócrates antes de Cristo, Chaplin también, vive bien, come bien, diviértete bien, duerme bien, tenga amigos no tóxicos y vas a vivir mucho tiempo, vas a ser feliz, aportó.
Eso ayuda mucho, uno tiene que comer lo más natural posible y eso hacen ellos, primero por ellos mismos, un poco egoísta, pero así nació, primero porque él quería comer orgánico, él quería comer ese hígado, esa pierna de pollo, por lo que sus pollos tenían que ser no tóxicos; otra cosa importante que hizo fue hacer algo diferente, no lo que hacen todos los agricultores, primero produjo su pollo orgánico para ganarle, porque era más caro que los demás, sin tenerle miedo, sí es más caro que los demás, pero tiene sus ventajas.

“Ya hay un artículo científico conde el pollo orgánico sí tiene más porcentaje de músculo, de proteína y mucho menos porcentaje de grasa, desde ahí ya estamos viendo el resultado, también en lo nutrimental viene toda la diferencia, cuando yo estudié la universidad mis maestros me decían que no, que era lo mismo, de repente sacaba mis dietas y proyectos con base en lo orgánico se burlaban de mí, termino la carrera, hago mi tesis con base en algo así, y ya había sustento científico, incluso algunos maestros me pidieron disculpas porque tenía razón, es obvio que si la gallina tiene más espacio para caminar, va a tener mayor porcentaje de músculo”, explicó Kristha.
El doctor, cuando era ese niño de Arriaga, era bien inquieto, creció en una familia muy linda, los padres con muy buen ejemplo, muy trabajadores, su mamá siempre viendo qué más hacía, a los nueve años tuvo su primera empresa de paletas y bolis, pero no amarrados, sino con una maquinita para sellarlos, con sus pedales y su recipiente para el líquido, siempre muy acelerado e inquieto de hacer cosas diferentes, esa es la clave.
“Yo conocí a los dueños de Buenaventura, pero no podía hacer lo mismo que ellos, para empezar porque me llevaban un buen, pero sí algo distinto y darle el valor que tienen las cosas bien hechas, sin miedo, esto es así, tiene esto, te va a servir para esto y cuesta tanto, y la consulta no está incluida, simplemente está comprando el producto, ese niño ya vivió cosas nuevas, innovando, hoy sueño con disfrutar a mis nietos, visitar a una hija que tengo en Estados Unidos, siempre haciendo cosas nuevas, nunca pienso jubilarme, como no trabajé, porque esto no es trabajo para mi, sino vivir alegremente, mi trabajo es mi vida y me gusta”, señaló.
Finalmente, a sus seis hijos, entre ellos Kristha, les daría el consejo de que el ejemplo es el mejor regalo, vivir en una familia que realmente te nutra, te haga fuerte, que tenga fe, que debe estar segura de que tiene un potencial tremendo que ni siquiera se imagina, apenas se están viendo algunas cosas, que viva, pues está en la mera época de producción de la vida, de trabajar mucho y así como ella, los demás, todos son excelentes hijos, que han visto el ejemplo de los padres y pueden llegar a donde quieran, no hay límite. Los encuentras como Nutrióloga Kristha Uc, al 9983864947, o al doctor Andrés Castillejos, a ambos en Ecotienda Orgánica, Calzada Rosario Sabinal 289, Terán, el número de la tienda es 9616584288.