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Queta Burelo, institución con perspectiva de género

  • ALEJANDRA OROZCO
  • 30 ene
  • 10 Min. de lectura

Tuxtla.- En este episodio, nuestras anfitrionas platicaron con una gran invitada, que siempre ha estado trabajando en temas a favor de las mujeres, una mujer que ha abierto brecha, que ha roto techos de cristal en temas de género y que tiene una gran experiencia, la maestra Queta Burelo, ella fue secretaria de igualdad de género del ayuntamiento, pero también de la dirección de género de la Unach, entre otros tantos puestos, hoy es la directora del Museo del Café, una maestraza de muchas de ellas, empujando a las nuevas generaciones en las mentorías feministas. 

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“Es un gusto estar aquí con ustedes, que cada quien en su espacio ha logrado también cosas muy importantes en este abrir brecha hacia las nuevas generaciones... ¿cuándo me definí feminista? Yo creo que les pasa a muchas, cuando fue la campaña electoral de Eduardo Robledo, me tocó estar en la mesa de justicia, Tere Olvera y Marta Figueroa del Colem presentaron una propuesta para la creación de la Procuraduría de la Mujer, que después se tradujo en la Fiscalía de los derechos de las mujeres, después de muchos años, y entonces yo decía, ¿y porque qué una procuraduría de la mujer? Es como si fuéramos menores de edad, por qué aparte, por qué no nos juzgan en el mismo sentido que a los que a los hombres, si somos iguales”, compartió.

Sin embargo, luego empieza a observar y ve que en el terreno de la justicia no somos iguales, no nos juzgan iguales, que hay que tener un alto sentido de la perspectiva de género para entender estas diferencias que hacen que la justicia sea diferente a hombres y mujeres, entonces empezó a revisar una serie de temas y dijo, no es por ahí, además había un grupo de académicas en esos años, tanto de la Unach como de la Unicach, que empezaron a preocuparse por la formación teórica, llegaron investigadoras a darles un taller de feminismo, una combinación de gente de la sociedad civil con académicas, y fue muy interesante porque entonces ambas universidades empezaron a traer cursos de formación teórica, que muchas no tenían, entonces eso otra perspectiva, y es cuando se asume feminista.

“Posteriormente me tocó estar en la Unach, todos los rectores hacen un ejercicio muy democrático de su plan académico, entonces lo dejan abierto también a las asociaciones civiles y ahí lo presenté, lo aceptan y me dejan en extensión universitaria, eso me permitió estar cerca de los de servicio social, de los de medio ambiente, de vinculación y de otras áreas muy importantes para la universidad”, recordó. 

Añadió que en un principio no tenía recursos, era de picar piedra, de recorrer todas las facultades y que le dieran espacio para hablar con los docentes y alumnos, de presentarse, qué era el programa de género, que llegó en 1989; eran todas seguidoras de la maestra Graciela Hierro, una docente de unos 80 años que había estudiado la carrera ya como a los 70 años, el doctorado ya mayor, esto hace ya más de 30 años, cuando en la Unicach se abrió a la unidad de género hace cuatro años apenas.

“Pero ya había habido antecedentes en la universidad, en la Facultad de Ciencias Sociales, la maestra Valdavarios, estuvo ahí Lety Ponce, que después sería hace poco rectora de la UNICH, fue la segunda mujer rectora en el estado, en la Unicach, la primera fue María Elena Tovar, y del estado también, ese es un techo de cristal que aún no se ha podido derribar; durante muchos años no se registraban mujeres cuando salían las convocatorias, estamos hablando de una época en la que las mujeres estaban más en lo privado que no pudieran, había académicas, pero pocas, mentalmente sabías que no tenías ni una posibilidad”, lamentó. 

La primera que se avienta, la única en esa ocasión, fue la doctora Lilia González, a quien le dijo, si no ganas no es todo o nada, tú tienes que negociar, que te den la secretaría académica o la secretaría general, pero que te den algo, y al final le crearon un área importante de desarrollo educativo, fue una gran aliada en esos temas, ella se llevaba mucho con el gobernador Pablo Salazar en ese momento y le dijo lo que estaba pasando.

"De repente empiezan en cascada a registrarse mujeres, cuando quedó de rector Carlos Eugenio, se registraron como 10 mujeres, en ese momento nosotros acompañamos a la doctora Lety Flores y me daba pena con Carlos porque había sido mi ginecólogo de toda la vida, y dije, ahorita me va a ver y me va a regañar porque no lo estoy apoyando, pero apoyamos a Leti Flores,quedó de secretaria académica... y es lo que pasa en los partidos, que quieren seguir, que los hombres son los presidentes y las mujeres son las secretarias generales, hasta hace poco han empezado a ocupar la secretaría general, porque en teoría las leyes orgánicas, el tema de la secretaría general es el que se ocupa de norma”, explicó.

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A veces, la maestra se pone a reflexionar de su época, y lo compara en la época estudiantil, en su prepa no las acosaban los hombres, los compañeros, nunca faltaba algún grosero, pero había un respeto hacia ellas, y eso que eran mucho menos mujeres, eran 250 personas, a quienes conocían, conocían a sus papás, a lo mejor no sabían que era violencia eso, a lo mejor sí les hacían y no lo sabían, así hicieron una planilla, la Planilla Rosa, nada más por fregar a los otros, hicieron su campaña, hicieron un festival de rock y todo, nada más por fregar a los que siempre ganaban, contendiendo para el comité directivo, no ganaron pero hicieron bulla, eran muy pocas mujeres, pero organizaron el baile de fin de año de la generación y tenían poder en la universidad.

“Fue una generación muy fuerte de mujeres, muy vanguardista en el terreno de la política, creo que eso también nos dio otra visión de las de las cosas, ahora que veo, a veces esos acosos y esas violencias en las escuelas, yo digo, qué fue lo que pasó, porque además nos tocó un cambio increíble, nos tocó la música los Beatles, los Rolling Stones, la forma de vestir, los hombres con cabello largo, las mujeres de mini falda, fue un cambio también generacional el que se dio en mi época, por ejemplo, a mi papá le encantaban los Beatles, sí fue un cambio generacional en otro sentido, también muy fuerte, movió el 68, acababa de pasar, estaba en segundo de secundaria cuando fue el 68, y entonces las juventudes estaban muy participativas en ese momento, mucha apertura política, muchos jóvenes que participaron en el 68 fueron cooptados por el sistema, Luis Echeverría invitó a muchos a participar”, recordó.

Pero también le ha tocado a través de todos estos años y décadas todos los logros que se han obtenido, todas las luchas, todas las leyes, muchas cosas que ella de adolescente no tenía el privilegio, no se podía porque era mujer, ha sido un sinfín de situaciones, hoy las jovencitas, esta nueva generación, ya tiene lo que es el producto de las de más atrás, las de esta época ya nacieron con algunos privilegios, por ejemplo, las jovencitas ahorita, las de 20 y más, que son feministas, ven diferente, les ha tocado una época de violencia terrible en los feminicidios, los acosos, tanto de parte de docentes en las escuelas como de parte de sus propios compañeros, una serie de situaciones terribles.

“Yo creo que en algunas cuestiones subjetivas no hemos cambiado las mujeres, tal vez debemos volver a hacer talleres como al principio del feminismo, de reflexión, por ejemplo sobre las parejas, que si tienes una pareja que te insulta, que te trata mal, que la violencia no es normal, yo creo que tenemos que volver a empezar otra vez, pero también habría que capacitar mucho a los hombres, porque a ellas ya les cambiaron el chip, ya no se dejan, crecieron diferente, pero a ellos no les han enseñado que el patriarcado en el que crecieron les ha hecho un gran daño, un daño terrible, no quieren renunciar a sus privilegios, pero si entendieran que también les ha hecho daño y que el feminismo les ha traído beneficios”, señalaron.

Por ejemplo, nada más en el terreno económico, antes solo el hombre trabajaba, ahorita mitad y mitad, y en ocasiones puede la mujer absorber más, no pasa nada, se invierten roles, también se ha visto que no tiene absolutamente nada de malo, a muchos hombres les ha de gustar quedarse en su casa cuidando a sus hijos y hacer otras tareas desde su casa, y es totalmente aceptable, eso les va beneficiado a los hombres, que ya no sean los únicos proveedores, cuando se quedaban sin trabajo, no hubieran tenido el desastre en la casa porque era el único proveedor, incluso ahora hay matrimonios que dicen, alguien se tiene que quedar con los niños, quién gana más, y a veces la mujer gana más, pero eso todavía la sociedad no lo ve quizá como lo ven ellas, por eso no a todas las personas les ha cambiado y no todos los hombres se atreven a tomar esa decisión.

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“Independientemente de las capacitaciones de los hombres, todavía falta mucha capacitación para las mujeres, nosotras estamos acostumbradas porque normalmente nos rodeamos o estamos en ambientes privilegiados, con interlocutoras, hablamos de derechos, de luchas, pero también estamos muy acostumbradas a que todo el tiempo la agenda feminista, que el total de mujeres, pero luego también nos vemos en otro espacio donde yo ahora lo he visto, que me muevo en otros espacios que no tienen nada que ver con lo político feminista y demás, me ven como la oveja negra, la oveja rara, cuidado, no le digan porque no sé qué, por ejemplo muchas políticas que ya han tenido cargos importantes, o académicas también, y sufren violencia, o si no violentan”, consideraron.

Por ello, añadieron que tienen que seguir trabajando en este sentido, por ejemplo, había una líder del PRI hace años que de repente llegó con el brazo quebrado, dijo que se había caído, después vieron que el esposo la golpeaba, y tenía un buen puesto, era gente inteligente, políticamente, pero en la parte subjetiva de la relación, era penoso ser divorciada, era señalado, juzgado, qué iban a decir, también eso perjudicaba mucho, aunque ya había en esa época muchas mujeres que no se habían casado, que eran políticas, y también muchas mujeres solteras, hubo una investigación en una ocasión con una cámara legislativa, que a las mujeres les había costado el divorcio a su diputación, y también muchas mujeres de esa época que se masculinizaban, algunas porque no les quedaba de otra, otras porque era la posición que habían aprendido o habían visto de cómo se tenían que comportar, además el espacio no lo permitía.

“En el espacio público no podía estar una mujer, y lo que hacían era mimetizarse y ser más masculinas para poder tener mayor autoridad, por ejemplo, cuántas secretarias generales hemos tenido de gobierno, hemos tenido varias, doña Arely Madrid, Cecilia, y ahora Paty, la época de doña Arely fue completamente diferente, son extremos, totalmente, hasta su forma de hablar, de actuar, de vestirse, hasta miedo daba doña Arely, con todo respeto que se merece, creo que hemos ido avanzando en muchas cosas, pero todavía falta”.

Actualmente, doña Queta es directora del Museo del Café, un espacio que le encanta, porque cree que el café forma parte de nuestra identidad, aparte que es una buena tomadora de café, en este espacio se vende café solamente, están viendo la posibilidad de que les dejen vender algunos otros como pan, tamales, para que la gente que llegue, haga un recorrido en el museo, que cuesta 25 pesos, es muy accesible, la entrada y tu taza de café, que es lo que pagas en cualquier lugar, así puedes tomar tu taza de de café y se está recuperando también ese espacio para los productores de café, que es una combinación de cultura y de este producto.

“Tuvimos una reunión con 10 organizaciones productoras, ya hay la presencia de mujeres productoras, o mujeres que están dentro de las organizaciones, que son los que estudiaron, las que se dedican a las cosas, ya poniendo el sello de perspectiva de género y que se dedican a la exportación, que estudiaron negocios internacionales, hay un buen café de mujer, las mujeres de Tierra Colorada producen café, algunas le venden a Cosco directamente, lo que queremos aquí también es que, por ejemplo en Diconsa se venda café de Chiapas, sea cual sea el productor pero que sea café de Chiapas, o puede haber también de Veracruz, de Oaxaca, pero que sea café que se produce de los pequeños productores, a los que hay que ayudar”, señaló.

También, por ejemplo, quieren que las etiquetas digan si es un 20 por ciento de café chiapaneco, un 17 por ciento de una mezcla, porque ahora son las mezclas, hay una serie de solicitudes por parte de los productores, pero no son el Incafech para poder resolverles muchos problemas, lo que sí les han ofrecido es que el museo sea su centro de reunión, ellos pueden hacer ahí reuniones con sus productores, de negocios, con quien tengan que negociar, ahí son bien recibidos para la compra del café, en estas instalaciones donde alguna vez estuvo k a CNC, una organización que pertenece al PRI, la casona, un edificio muy bonito, parte de la arquitectura de Tuxtla, de una época y que no debe ser tocada.

“Nosotros, por ejemplo, no podríamos hacer modificaciones allí, restauraciones mínimas, de acuerdo a lo que nos diga el INAH, por ejemplo, para conservar el patio, porque el área era un patio de una casa como las que había en Tuxtla, lo que hay es un toldo de policarbonato para conservar la apariencia de patio, porque todo acaba, todos los edificios, por ejemplo, los del Museo de la Ciudad, la fundación Fernando Castañón, cuando inicia, lo hace en otra casa, bellísima, representativa del Tuxtla viejo, patio. traspatio y corredor, una casa bellísima”, recordaron.

Celebraron que la maestra esté al frente de esta institución, y creen que le va a poner su sello de perspectiva de género, toda su experiencia, incluso ya están preparando una carta para que las dependencias compren café en el museo, o con que no lo compren en el super, que lo compren directamente con los productores, porque estuvieron criticando a unos funcionarios por comprar café de franquicia, mejor si se pueden turnar, que seis meses compren café con un productor y luego con otro, además son instituciones que compran café mensual, y pueden beneficiar a la gente local, a la gente de Chiapas.

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“Yo soy de Tecpatán, mi abuelo cultiva cacao y mi tío Maco, en paz descanse, cultivaba café por toneladas, pero hubo una época en la que la producción del café en Chiapas se afectó por la roya, yo crecí viendo eso, el cacao también ha disminuido, viendo a mi tío que toneladas y toneladas de café y de repente se vino abajo, hay seguramente todavía algunos productores de café en Tecpatán, ya no de la misma manera como se producía antes, pero por supuesto que seguramente lo habrá”, señaló Paulina.

El fin es seguir promoviendo la culturalidad y la multiculturalidad, hacer un encuentro de zoques, la chapanequidad, un encuentro de zoques de las diferentes regiones, si el zoque de Tecpatán sentirá que tiene alguna relación con los de Tuxtla, o con los de Coita, pero además diferente vestimenta, la blusa no es igual, el de Tecpatán y Copainalá son más parecidos, pero los de Tuxtla son totalmente diferentes, incluso en la comida, en el lenguaje, hay cosas que no se parecen, entonces quieren hacer un encuentro zoque, recordemos que los zoques son descendientes de los olmecas, no de los mayas o de otra cultura, y Tabasco es la cuna de los olmecas, debe haber zoques.

“Si hay productoras y productoras que quieran vender su café, para que se acerquen al museo, ahí estamos, justo atrás de Correos de México, de Palacio Nacional, enfrente está ahí la casona, está pintada de un color verde llamativo que es imposible no verlo, a lado de El Borrego Líder”, finalizó.

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