Topó con pared
- AFP
- 20 oct 2020
- 2 Min. de lectura
Annete Lewis

Las palabras de César Ramos debieron calar hondo en el consciente de Miguel Herrera, quien de nuevo intentó justificar la derrota de su equipo el lunes ante León, señalando que el arbitraje no había estado a la altura, ya se sabe, lo de siempre y para colmo, el central de ese encuentro, fue precisamente César Ramos, aquel de la vuelta de la final de diciembre pasado en el Azteca, cuando América llegó hasta los penales y perdió.
No sé si Herrera se la tenía guardada, pero era evidente que este lunes, no soportó que León lo superó, que le ganó por un gol y a pesar de que el “Piojo” al final sabía que no había mucho que reclamar, lo hizo argumentando que su amonestación había sido injusta (no conoce el reglamento), pero Ramos le indicaba que era por la reiteradas reclamaciones.
Y sí, Herrera piensa que desde la banca solo puede apretar al árbitro y si le queda un chance, dar alguna indicación a sus jugadores, la presencia suya en la banca está justificada únicamente por ese tema, algo innecesario y hasta cierto punto, increíble.
Pero el central, en un acto inesperado y quizá aprovechando que había por ahí algunas cámaras, se detuvo, l habló con toda calma, le explicó y cuando Herrera comenzaba a exasperarse, sacó la frase “todos nos equivocamos, yo me equivoco, todos nos equivocamos”; Herrera no concebía el mea culpa del central y continuó, a lo que recibió un “yo no tiro penales, yo no la mando a la fila 80”, en clara alusión de cuando Guido falló aquel penal que sentenciaba el destino del América en aquella final.
Pobre Piojo, esto no se lo esperaba, pero no es más que producto de su constante ida de justificarse, de no aceptar que el rival fue superior y que “no hicieron nada, llegaron tres veces y nos metieron tres goles”, el cliché que, lejos de beneficiarle, exhibe que su equipo sigue siendo carente de una solidez defensiva importante y después, engrandece al rival con el tema de la efectividad; ya quisiera cualquier equipo en el mundo anotar en todas las veces que llega.
América da tumbos y para colmo, las lesiones parecen no dejar en paz a los de Herrera en este tramo del torneo, en el que la desesperación aparece y pone presión extra.
Vaya que si se topó con pared de nuevo el estratega americanista y no importa si tiene a sus defensores a ultranza en los medios, si cada vez que comete errores, se minimizan pensando en que pronto volverá a la selección y quieres ser los consentidos. Herrera no es correcto y eso lo saben todos.
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