Conviviendo entre el pasado y el futuro
- AFP
- 22 ago 2019
- 3 Min. de lectura

La realidad que viven los estados del sur mexicano son consecuencia de años de abandono, pero las acciones que se están tomando son de forma demasiado paulatinas y la desigualdad crece a pasos agigantados. En el caso de Chiapas , Oaxaca, Yucatán y Tabasco siendo parte de todo el sureste indígena, están indignados por los mega proyectos de López Obrador. Sobre todo, los pueblos indígenas. Parece una contradicción, pero es la pura verdad. Los indigenas, los aglutinados en el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, toman la delantera. No están de acuerdo con la política de “desarrollo”, anunciada por el mandatario, a quien califican como heredero y seguidor del neoliberalismo que él mismo dice rechazar. El neoliberalismo, dicen, de Salinas de Gortari y el de Ernesto Zedillo, contradictoriamente. Ahora bien, debemos hacer un pequeño análisis de la razón real por la cual siempre vamos contra la corriente , porque no somos capaces de salir adelante bajo un mismo propósito para llegar todos a un mismo fin común.
Debemos entender que según varios especialistas entre ellos Gustavo Castro, integrante de la organización Otros Mundos, proyectos como el Tren Maya generarán una destrucción importante de los recursos naturales de la entidad chiapaneca, la cual, según él, ha sido saqueada con mayor intensidad en los últimos años. Manifestó que este tipo de proyectos representan una amenaza para los ejidos y las comunidades originarias, las cuales al final de cuentas son reprimidas o desplazadas para beneficiar a un pequeño grupo de personajes que están en el poder. Aclaró que el Tren Maya no abonará en nada a mejorar las condiciones en materia de biodiversidad en Chiapas, sino todo lo contrario, y más cuando a diario se observan a decenas o cientos de camiones cargados de madera producto de la tala ilegal.
Mientras tanto los que si levantaron su vos y llevan el estandarte de resistencia a esta causa, fueron los representantes de los pueblos originarios y del EZLP quienes acusan que el nuevo gobierno se asume como dueño del país, como capataz y caporal que celebra todo lo que impone el capitalismo. Temas similares que tuvieron en gobiernos pasados. El fondo de los últimos comunicados el subcomandante insurgente Moisésdio a conocer el importante avance organizativo del EZLN, al señalar los nuevos centros de resistencia autónoma y rebeldía zapatista.

En la mayoría de los casos, estos centros serán también sede de caracoles,juntas de buen gobierno y municipios autónomos rebeldes zapatistas (Marez). Ahora serán 12 caracoles con sus juntas de buen gobierno”. Los municipios oficiales de Chiapas con nuevas zonas zapatistas son Ocosingo, San Cristóbal de las Casas, Chilón, Tila, Amatenango del Valle, Motozintla y Chicomuselo. De tal suerte, son 11 centros nuevos, mas los cinco caracoles originales de los 16 existentes. Además los municipios autónomos originales, que son 27, mientras que el total de centros zapatistas ya son 43. Tras los comunicados emitidos por los subcomandantes zapatistas, Galeano y Moisés, el presidente Andrés Manuel López Obrador sin mayor preámbulo dio la bienvenida a la expansión de los territorios zapatistas en la figura de municipios autónomos. Los que han vivido este proceso comentan que el mechero esta encendido en los altos de chiapas y que mucho tienen que ver desestabilizadores del gobierno pasado actuando desde las sombras sillas de poder que nunca abandonaron.
Cuando el agua cae y la cascada suela el pueblo zapatista comienza a reagruparse para estar listo ante cualquier embate capitalista.







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