Migrantes corren presurosos
- EDITORIAL
- 22 nov 2024
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Las esperanzas para los migrantes de llegar a Estados Unidos ahora son mínimas. Pero claro está que las caravanas migrantes se apresuran a llegar antes de que Trump empiece su mandato. En Eagle Pass, Texas, que ha estado en el epicentro de la crisis de migrantes reciente, el domingo se detuvieron 154 inmigrantes sin papeles, según el Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS, por sus siglas en inglés). El grupo incluía 20 menores que viajaban solos y seis personas provenientes de Afganistán. El lunes, en San Miguel, Arizona, la Patrulla Fronteriza detuvo a más de 230 personas indocumentadas. En ambos casos se ha señalado que los grupos estaban a salvo y siendo procesados. Esto, bajo la normativa actual que en efecto ha suspendido las solicitudes de asilo y que además permite las expulsiones en caliente a quienes crucen la frontera fuera de los accesos oficiales, significa que con toda probabilidad la mayoría de estas personas serán deportadas, si es que no lo han sido ya. Aunque el panorama que se vislumbra bajo la nueva administración de Trump es de un cierre total de la frontera, como él mismo ha anunciado, la realidad es que en este momento, prácticamente, ya lo está. Miles de migrantes, en su mayoría venezolanos, partieron este miércoles desde la frontera sur de México, con la meta de llegar a Estados Unidos antes de que comience la nueva presidencia de Donald Trump, quien ha anunciado restricciones y deportaciones masivas. El vocero y representante de lo que puede ser la última caravana durante el Gobierno de Joe Biden, Douglas Bryan Velázquez, informó a la Guardia Nacional que en este grupo de indocumentados caminan alrededor de unas 5.000 personas que tendrán como punto de descanso Huehuetán, a unos 26 kilómetros de Tapachula. El contingente, integrado por personas de Venezuela, Colombia, Ecuador, Honduras, El Salvador y Guatemala, emprendió durante la madrugada su camino en esta nueva caravana de personas que buscan llegar antes de la investidura de Trump, el 20 de enero. El venezolano Emilco Chacoa declaró a EFE que Trump debe entender que, por más que intente frenar los migrantes que caminan a Estados Unidos, será imposible.

“Lo mejor es tener un proceso organizado de la migración para que la migración entre de manera organizada, tengan sus datos, su lugar de proveniencia, ocupaciones, sus rostros, que tener una migración que, quiera él o no, va entrar de igual manera y si entra de manera desorganizada constituirá un problema", opinó. El suramericano, con varias maletas al hombro, argumentó que la mejor opción es mantener la 'CBP One', una aplicación de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) que dispuso el Gobierno de Biden para gestionar las citas de asilo. Roger Sánchez, de Venezuela, imploró al próximo Gobierno de Estados Unidos que les permita ingresar de manera pacífica y legal porque su propósito es trabajar. “Que no nos vaya a sacar de Estados Unidos, tantas cosas que hemos pasado en el camino, porque tenemos la familia allá y queremos pasar la Navidad allá con amigos y familiares. Por eso es que nos vamos pa'llá, que nos dé la oportunidad de pasar antes de diciembre", indicó. José Antonio Valencillo, un venezolano de edad avanzada, lamentó que las propuestas de Trump los criminalicen. A esta caravana de migrantes únicamente le brindan seguridad vial dos elementos de la Guardia Nacional y la División de Caminos, mientras que el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) entregó sueros y pañales a familias. A pesar de una caída del 76 % en la detención diaria de migrantes en la frontera de Estados Unidos desde diciembre, según el Gobierno mexicano, la migración irregular a través de México subió un 193 % interanual hasta un récord de más de 712.000 personas, de acuerdo con la Unidad de Política Migratoria. De todas formas, el escenario de un pico repentino en el flujo de migrantes de cara a la toma de posesión de Trump el próximo 20 de enero ha estado en la agenda de las autoridades migratorias desde antes de las elecciones. NBC News reportó que un día antes de las elecciones, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, se había reunido con sus asesores más importantes y los jefes de Aduanas (CBP) e Inmigración (ICE) para hablar sobre lo que una posible victoria de Trump significaría para la frontera y prepararse para ello.
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